CÁRCELES DEL FRANQUISMO (V). “EL GRAN BILBAO”
Las historias que nunca se contarán
La represión franquista que siguió a la derrota militar, con su carga de prisioneros, exilados, muertos, desaparecidos y hogares destrozados, marcó profundamente a toda una generación. El miedo y temor acumulados cerró las bocas de muchos testigos y familiares, que no quisieron colmar con sus relatos el vaso de las miserias y sufrimientos de sus más cercanos allegados. Y así, en la complicidad de los silencios y las debilidades, se fue construyendo el monstruoso monumento de indignidades del régimen franquista. Cincuenta años después, algunos se escudan en el argumento de que es de mal gusto y que no merece la pena revolver las cenizas del pasado. Nosotros, en cambio, pensamos que, aunque sólo sea por elemental justicia conmutativa, hay que recordar a las jóvenes generaciones que la capacidad de sufrimiento de un pueblo tuvo que resistir, alrededor de los años cuarenta, una de las pruebas más amargas de toda su historia.
Una inmensa cárcel
Bilbo y Bizkaia entera se convirtieron en una inmensa cárcel. Ya no eran sólo las más conocidas de Larrínaga o El Carmelo. Los bajos de los ayuntamientos o los calabozos municipales se poblaban con la llegada masiva de los perdedores. Colegios, conventos o escuelas, todo servía para encerrar a quienes habían osado luchar por su pequeña parcela de libertad. Era el momento en que la más feroz de las represiones se abatía sobre nuestro pueblo. La hora en la que se celebraba la desaparición de Euzkadi del mapa de la tierra.
EGIN ha recogido, en los dos últimos domingos, los escalofriantes testimonios de los fusilamientos. Tal vez, en cambio, jamás se contarán los dramas de las familias destrozadas, el hambre, la amargura y la desesperación de tantos compatriotas, cuyas historias nunca merecerán el honor de ser contadas en alta voz, para el recuerdo de quienes apenas si saben que hubo una cruel guerra de exterminio hace solamente cincuenta años.
Una llamada telefónica
La publicación de este serial sobre las cárceles y la guerra, en los dominicales de EGIN, ha tenido la virtud de suscitar muchas comunicaciones y llamadas en las que se nos puntualiza y aporta muchos datos interesantes sobre lo ofrecido por este periódico.
Una de las más emocionantes, la recogíamos hace algunos días; «Mire, ustedes hablaban el otro día de una socialista de Sestao que fue fusilada. Esa mujer tenía nombre y apellidos. Era Berta Peñas Parras. Era mi madre.» Y con una emoción contenida, la voz anónima fue desgranando la tremenda historia de unos hechos que marcaron profundamente a la niña de catorce años que era entonces nuestra interlocutora telefónica.
Viaje con retorno
«Huímos a Santander con las tropas de Franco pisándonos los talones. Mi padre estaba en un batallón de trabajadores, republicano, y nos habíamos quedado solas en Sestao, las cinco hermanas (yo era la mayor, tenía catorce o quince años) con mi madre. Tuvimos que salir monte arriba y con unos bultos con ropa hacia Galdames. Allí nos refugiamos durante varios días en las escuelas de San Esteban, con otras familias, y cuando ya se oían las bombas y la metralla salimos corriendo por la carretera de Somorrostro.
Mi pobre madre tenía una hernia que apenas le dejaba andar (le operaron sobre la marcha, en Castro). Pudimos coger un tren de milicianos en retirada, no sé qué estación era, y así, revueltos en un vagón llegamos a Castro Urdiales. Luego nos enteramos que nuestro padre estaba en Los Corrales de Buelna y allí fuimos como pudimos. Pero mi padre tenía que seguir en el Batallón. Pasamos algunos días hasta que el peligro de un nuevo ataque nos llevó a Santander. Allí, en el embarcadero mi madre intentó en vano que nos llevase algún barco a Francia o Asturias. Según estábamos esperando en el muelle vinieron los «nacionales» y nos detuvieron a todas. Recuerdo que había un chico requeté de Sestao que era medio novio mío y me dijo que a mi madre la iban a detener. Yo se lo dije entonces pero ella pensaba que le harían como a todas; quince días a la perrera y el pelo cortado al cero. En la misma gabarra, en la que pensábamos escapar nos llevaron a todos hasta el muelle de Zorroza.
Un hogar destrozado
Allí mismo, en el muelle, nos separaron a las hijas. Yo era la mayor y nos fuimos como pudimos a Sestao. A mi madre también la llevaron al pueblo pero para meterla en las perreras del ayuntamiento. Allí las tenían amontonadas a muchas del pueblo y mi madre estuvo un par de semanas. Nosotras andábamos perdidas y un vecino nos metió en su buhardilla. Por fin pudo venir una tía nuestra que se hizo cargo de nosotras y gracias a algunas recomendaciones pudimos volver a nuestra casa que había estado precintada y que nos robaron todo lo poco que teníamos. Vivíamos como se podía, porque incluso después, cuando llegó nuestro padre no teníamos nada porque no encontraba trabajo «por rojo», íbamos a comer algo que nos daban en el Patronato, donde teníamos que gritar ¡Viva Franco! para que nos diesen una especie de lentejas.
Una muerte lenta
A mi madre la llevaron, al cabo de unas semanas, a Larrinaga y luego le pasaron al chalet de Orue, al lado, en Begoña, donde hoy está la clínica Santa Marta y que lo habían convertido en cárcel de mujeres Yo solía acompañarle a mi tía que le llevaba algo de comida. La veía desde abajo porque se asomaba un poco a una ventana de rejas. La iban a juzgar pero tenía esperanzas. Y luego llegó el juicio. Debió ser una farsa. Le acusaban de haber rociado con gasolina un barco prisión que estaba en el Abra. Por lo visto querían vengarse de ella por haber sido interventora en las últimas elecciones de la República y haber denunciado las trampas de una señora de la derecha.
Fue horrible. La tuvieron dos meses consumiéndose. Mi tía decía que ya no comía nada. Que estaba todo el tiempo acurrucada y que tenía miedo. Debía sufrir mucho pensando en las cinco hijas que dejaba abandonadas. Yo sólo pude verle un día que se asomó a la ventana de rejas. El 12 de marzo del 38, ahora va a hacer el aniversario, cuando fué mi tía a visitarle se encontró con que ya no estaba su nombre. La habían fusilado al amanecer en el cementerio de Derio. Contaban que la pobre se resistía a morir y se escondía detrás de las tumbas. Debió ser espantoso.
La enterraron en una fosa común pero nosotras sabíamos dónde estaba y nueve años más tarde pudimos enterrarla en la tumba de unos amigos. Es una historia muy triste pero creo que merece la pena reivindicar la memoria de mi madre, aunque sea al cabo de los años. Y que, en vez de “una socialista de Sestao», que se diga que era Berta Peñas, mi madre.
Con la derrota, Euzkadi se convirtió en una inmensa cárcel. Los barrotes eran menos aparentes, en ocasiones, porque sólo se trataba de la prohibición de la lengua o de la expresión de las ideas y de los sentimientos. En otras ocasiones, sin embargo, las cárceles y prisiones eran tangibles y palpables. Colegios, ayuntamientos, conventos y hasta barcos, eran habilitados con urgencia para poder “aloja” a los miles de prisioneros políticos.
LA UNIVERSIDAD DE DEUSTO
En esos días, los colegios y las universidades no eran casas de estudios para formar la «nueva España» de que tanto blasonaban, sino campos de concentración destinados a triturar a los prisioneros. En lo físico y en lo psíquico. Uno de ellos era la Universidad de Deusto, de los jesuitas, y allí el régimen era más riguroso que lo que había sido para mí hasta entonces. Desde luego, no trabajábamos, y nuestra única ocupación era la de matar el tiempo tumbados en los caires, monotonía que acababa con nuestros nervios asediados por los pensamientos más lúgubres.
Había allá un par de tipos a los que todos «apreciábamos» mucho. Uno de ellos, un tal García Vinuesa, había sido teniente de un batallón republicano. El otro, Urrengochea, de Bermeo. Ambos se enfundaron la camisa azul-falange y colaboraban con los guardianes, creyendo que, haciendo méritos, su caso personal sería olvidado. No sé lo que fue del Vinuesa. En cuanto al otro, un buen día, después de cambiar la camisa falangista por otra blanca, se lo llevaron esposado rumbo a la cárcel de Larrinaga. “Roma no paga traidores» sería el pie de la presunta fotografía que se habría tomado en aquel momento. Nunca he visto en los ojos de mis compañeros gudaris prisioneros sonrisas más sardónicas como de malsana, pero harto justificado, alegría. En cuanto a mis propios ojos, no me los veía, pero supongo que su expresión no sería diferente. Años después he visto al «Urrengo» en Bilbo, y siempre lo he mirado con desprecio.
Uno de los incidentes ocurridos durante mi estancia allí terminó grotescamente, cuando pudo haber acabado en tragedia. Me enteré una mañana, cuando a primera hora un amigo y compañero de cuartel y prisión llegó sofocado al cuarto donde dormíamos suplicándonos declarar en caso de necesidad que él no se había movido de nuestro lado en toda la noche. Sucedió que el grupo de leñadores del campo, al que él pertenecía, que salía a veces fuera del recinto de éste por sus ocupaciones, había conseguido entrar en contacto con la tripulación de un buque polaco, amarrado en Olabeaga, enfrente de nosotros, y a poca distancia, al otro lado de la ría de Bilbo, cuya tripulación habíales prometido llevarlos clandestinamente para Inglaterra, que para nuestros compañeros era obviamente su salvación.
La noche anterior a la madrugada en que zarparía el barco, salió el grupo como de costumbre a sus obligaciones, y se concentraron en un bar de confianza de Olabeaga, donde estuvieron bebiendo y haciendo tiempo para poder embarcar amparados en la sombra a salvo de la vigilancia de los carabineros de guardia en el muelle. Pero ocurrió que, al subir a bordo, uno de los fugitivos, afectado por el nerviosismo natural del momento, habló un poco más de lo debido; algún carabinero le oyó y echó el alto. Total, que tuvieron que lanzarse al agua por la borda contraria y pasar a nado a la orilla opuesta —Deusto— desde donde corriendo a toda velocidad llegaron al campo. Lo grotesco del caso consistió en que, siendo verano, no tenían encima del calzoncillo otra ropa que el «mono», del que hubieron de desprenderse en el agua para nadar más rápidamente. La carrera por tierra desde Deusto hasta la propia Universidad debió ser espectacular. Afortunadamente, era de noche. Los jefes del campo jamás supieron quiénes habían sido.
Otra tentativa de fuga, esta vez con éxito, fue llevada a cabo por el buen lagun Pe Mentxaka, quien, en unión de otros, había sido llevado como prisionero a trabajar en las minas de hierro de Gallarta. Nunca supe cómo lo consiguieron, pero el hecho fue que embarcaron, creo que en Santurce, y llegaron a Francia.
El Colegio de Escolapios
Avanzaba noviembre y oímos decir que en el colegio de los Escolapios, Alameda de Recalde, se estaba habilitando una hermosa cárcel. Ya no sabían dónde meternos a tantos miles de prisioneros.
Un buen día se llevaron para allá desde la Universidad a más de un centenar. Eran de los procesados que esperaban Consejo de Guerra. De una Universidad a otro centro de estudios en la dura carrera de preso «universitario» del nuevo Régimen. Al día siguiente, en otro grupo fui yo.
La más espantosa desorganización reinaba en aquella nueva prisión.
Sin tiempo material para montar los servicios elementales de higiene, intendencia, etc., reunieron en contadas horas más de un millar de presos. Aún no había cocinas, y en aquellos gélidos días de noviembre nos daban rancho frío. Estamos totalmente incomunicados con el exterior, impidiéndonos recibir una manta, un pan, pasta de dientes, jabón... Nada. Había exactamente tres servicios para más de mil personas, lo que hace comprender fácilmente lo que ocurría allá. Sólo diré que día y noche había colas de más de cincuenta permanentemente.
Fueron días de pesadilla, si bien cada vez nos impresionaban menos las continuas muestras que presenciábamos de las excelencias del sistema franquista. ¡A fe que estaban realizando una buena labor de captación sobre nosotros! Con los días las cosas fueron mejorando; hasta comíamos caliente. Y también entró en funciones una disciplina que nos hacía añorar a cada momento nuestra estancia en la Universidad anterior.
El director era un tal don Casto Serrano, nombre de pila asaz significativo. No era mala persona. Durante el período del Gobierno vasco había sido director de la cárcel de Larrinaga, llena entonces de presos fascistas. Al parecer, los había tratado «tan mal», que ahora ellos le concedieron la dirección de Escolapios.
Pues bien. Al anochecer, hora de arriar la bandera, don Casto daba las «voces de ritual», que habían de ser coreadas obligatoriamente por todos los presos formados en el patio. Las de «España», «Una» y «Grande» se coreaban con vocecitas propias de un grupo de tuberculosos in-extremis, pero cuando llegaba la de «Libre» las paredes se venían abajo del estruendo formado por las voces de aquellos hombres que, de aquella manera, expresaban sus infinitas ansias de libertad.
A don Casto esta comedia no le agradaba demasiado. Y un buen día, tras el descomunal ¡¡Libre!!, contestó a gritos: «Libre sí, pero de sinvergüenzas y ladrones».
A las pocas semanas don Casto fue destituido y encarcelado por una gigantesca malversación de fondos que realizó en las prisiones franquistas de Bilbo. ¿No se lo había buscado él mismo al proponer una España libre de sinvergüenzas y ladrones?
Había un guardián, apodado Vergareche, por la formidable verga que, a manera de apéndice de su mano derecha, no se separaba de él, creo que ni para dormir, amén de la consabida pistola. Desde luego, este tipo no era normal, hubiérasele catalogado enfermo de la aberración del sadismo. Gozaba maltratando de obra y palabra. Se comentó que, al comienzo de la guerra estaba afiliado a algún sindicato de izquierda, y que ahora con su comportamiento hacía méritos derechistas como fuere, pero, insisto, su sadismo era real. Daba palizas mortales en cada oportunidad, y repartía vergajazos a diestra y siniestra sin descanso.
Alto, delgado, de piel cetrina, era la materialización del espanto en aquella prisión. Como detalle trágico dentro de mis experiencias personales en «universidades» y «colegios» franquistas, mencionaré la muerte del gran chico que fue Txakoli, el preciso día de su cumpleaños. Sabía que su novia iba a pasar a una determinada hora por delante de la prisión para poder verse en un día tan señalado. Escudándose como pudo en la ventana, asomó la cabeza sólo lo indispensable, pero una bala de la guardia exterior se le alojó en ella segando su maravillosa juventud para siempre.
No fue Txakoli el único de esa teoría de muertos por igual procedimiento. La guardia exterior de la prisión, que había sido encomendada a inexpertos señores de «segunda fila», y otras veces confiada a niños de catorce años, no habiendo visto unos y otros un arma hasta entonces, ni teniendo la madurez suficiente para cubrir tal misión, produjo sin ton ni son con sus disparos un martirologio que, debidamente registrado en su día, espero salga a la luz en su momento.
Pedro Urrutikoetxea
«La hora del ultraje»
“Upo Mendi”, un barco-prisión en la ría
C.B.- De Larrínaga, dado el gran número de presos que llega a albergar, son Vds., trasladados al barco UPO MENDI, de la naviera Sota y Aznar, que habían convertido en prisión. ¿Qué supuso para Vds. este cambio?
V.U.- El alojamiento en esta nueva prisión supuso tener que sufrir muchos inconvenientes, sobre todo por la suciedad difícil de eliminarla por no disponer de elementos de limpieza. Sin embargo tenía una compensación importante como era el habernos alejado de una Prisión de verdad, en la que aparte de la dura disciplina impuesta por los funcionarios a tan numerosa población reclusa, había que sufrir la sangrienta represión de los primeros meses después de la caída de Bilbao, con los numerosos fusilamientos de amigos y correligionarios, que un día y otro también nos hacían lamentar hasta la hora en que nacimos.
En Olabeaga
Como alojamiento al UPO MENDI le faltaba mucho para ser aceptable. El piso de hierro de las 4 bodegas tenía restos de carbón de la última carga que fue preciso limpiar con medios rudimentarios. Complicaba más todavía la situación la imposibilidad de pedir a nuestras familias colchones, colchonetas o simplemente sacos para aislarnos del suelo. Poco a poco fuimos organizándonos y todo ello se dio por bien empleado por el alejamiento de Larrínaga, que no era apto para personas normales,.
En este primer emplazamiento de Euskalduna la guardia exterior estaba a cargo de falangistas de Valladolid, que demostraron la inquina que nos tenían. Uno de ellos desde el barco disparó a un transeúnte de la otra orilla, en la Ribera de Deusto, porque creyó que había hecho señas.
Los funcionarios de prisiones eran dos que se turnaban cada 24 horas. Se llamaban Aurelio Valdeón y Gregorio San José.
Las comidas o rancho las traían de Larrínaga y menos mal, que permitieron que nuestras familias nos llevaron alimentos porque era francamente mala. Casi siempre a base de garbanzos que procedían de los depósitos que dejó el Gobierno de Euzkadi en Santurce.
Galdames y Zorroza
En Olaveaga estuvimos hasta el 17 de octubre en que fuimos remolcados hasta la dársena de Galdames, en Sestao. De allí al muelle de Zorroza, detrás de la Jabonera de Tapia, donde quedamos amarrados hasta el 13 de mayo de 1938, día en que fuimos de nuevo llevados a la dársena de Galdames, hasta que quedó desalojado de presos el 15 de septiembre de ese mismo año.
En la ría de Bilbao el UPO MENDI fue prisión durante un año y un día, siendo el último preso en salir de ella el baracaldes Félix Zugasti. Pasaron por él 1.681 presos.
Los trabajos de la prisión los realizábamos nosotros, siendo lo más importante, como es natural, lo concerniente a la salud. Al no tener enfermería, ni medicinas, los médicos hicieron verdaderos milagros. Recuerdo que en una ocasión el Dr. Guimón empleó como bisturí un trozo de la tapa de un bote de leche condensada, para, después de aguzado, hacer a un joven palentino una incisión en un absceso grave que tenía en un costado.
Con los embalajes de los coches y camiones italianos descargados en el muelle, los carpinteros y ebanistas presos, hicieron un entrepiso a unos cinco metros del suelo de las bodegas 3 y 4, que evitó definitivamente la suciedad de la chapa de hierro. Desgraciadamente el material no llegó para hacer lo mismo en las bodegas 1 y 2.
En Zorroza pasamos las Navidades de 1937. Todos los presos alejados de sus familias celebraron las fiestas con las aportaciones que hicieron los que recibían paquetes o dinero. Hasta conseguimos meter de estraperlo algunas botellas. La camaradería fue muy grande y no se tenía para nada en cuenta a qué partido pertenecía cada uno. Esto ocurrió según nuestras noticias, en las distintas prisiones que ocuparon los vascos.
La disciplina, como puede suponerse, no podía ser mucha ni dura. Ciertamente tampoco era necesaria, pues habiendo pasado por la de Larrínaga, aunque sólo fuera por egoísmo, todos, sin excepción, procurábamos hacer llevadera nuestra vida carcelaria, que mayormente consistía en pasear por cubierta, leer o estudiar.
C.B.- Aun en los momentos más duros siempre queda lugar para la picaresca, de tal forma que Vds. se las ingeniaron para oír todos los días el parte de guerra. ¿Cómo lo consiguieron?
V.U.- Todos los días conocíamos el parte de guerra de la República. El sistema fue el siguiente: con tiempo organizamos partidas de mus en las que participaban 3 presos y el Director. Otro de los nuestros, generalmente Maguregui, de Deusto, solía hacer de espectador, pero oyendo música u otras noticias en un aparato de radio de los funcionarios. Cuando se acercaba la hora del parte se organizaba una dura discusión, que se procuraba fuera larga. En ese momento se aprovechaba para sintonizar y muy bajito oír el parte. Se terminaba la partida, comunicando después a varios presos lo oído y entre todos al día siguiente lo hacíamos correr por la prisión.
Dicho parte era transmitido a los familiares visitantes de cada día, cuyas visitas eran semanales, juntamente con los bulos que inventábamos para mantener la moral de los pesimistas, que no eran pocos, ya que las noticias que nos llegaban eran negativas y se sumaban a la situación de las familias, que por entonces era delicada por la falta de recursos y el temor a las represalias.
Las visitas
Las visitas, como digo, eran semanales. Los visitantes se tenían que quedar de pie en la «tripa» del barco, y los presos en la cubierta, vigilados por la guardia exterior que estaba junto a ellos. Había que hablar en castellano pues el euskera estaba prohibido y esto dio lugar un día a un incidente en el que una anciana fue maltratada y expulsada por el terrible delito de hablar a su hijo en su lengua, ya que desconocía el castellano.
C.B.- Sin embargo, una visita que causó cierto malestar en el clero vizcaíno, fue la del Obispo de Pamplona, D. Marcelino Olaechea. ¿Por qué esta reacción?
V.U.-En el muelle de Zorroza recibimos la visita de D. Marcelino Olaechea que era natural de Baracaldo. Nos recibió a una comisión de presos entre los que estaban Luis Urkullu, Félix Zugasti, Antonio Icaza, Manuel Campomanes, que después en el exilio fue miembro del Gobierno de Euzkadi, Francisco Solano y quizás algún otro que no recuerdo. En esta reunión le explicamos la sangrienta represión a la que nos veíamos sometidos los vascos, los fusilamientos, la dura disciplina de Larrínaga, la mala alimentación, la falta de sanidad, etc.
Marcelino Olaetxea
Esta visita, como Vd. decía, causó malestar en el clero de Vizcaya que no estaba preso. La razón era bien sencilla, al no ser él Obispo de nuestra Diócesis dejaba en entredicho al nuestro, cuyo comportamiento se limitó a no preocuparse en absoluto de nuestra mala situación. No me cabe duda de que ésta pudo ser mejorada o suavizada con sólo un poco de interés, máxime teniendo en cuenta que entre la población reclusa había mayoría de católicos, pero suponíamos que pensaba que no éramos merecedores de dedicarnos ninguna atención.
En cambio nos consta a varios que tuvimos la suerte de tener algún contacto con el Obispo Olaechea, en contra de otras opiniones, que hizo una gran labor, callada pero efectiva. Principalmente en conseguir conmutaciones de penas de muerte, estando todavía vivos presos que pueden certificarlo. Las gestiones se llevaban a cabo por medio de los baracaldeses Miguel Abasolo y Emiliano Muñoz, que tuvieron que soportar todo tipo de vejaciones para conseguir los salvoconductos necesarios para ir hasta Pamplona.
C.B.- Me comentaba hace un momento que la moral en ocasiones decaía en la prisión. En estos casos siempre suelen sobresalir personas que se erigen en protagonistas para mantenerla. ¿Sucedió esto en el UPÒ MENDI?
V.U.- Pues sí. Con relación a mantener la moral de los presos debo manifestar que siempre hubo gente dispuesta a colaborar para lograr ese fin. Y en esa labor no se puede olvidar entre otros muchos, a Roberto Candina, médico de Bilbao, Rafael Aranda, odontólogo de Bilbao, Guillermo Urigüen, Edorta Pérez Izaguirre, de Tolosa, Fernando González Allende, Fausto Galdós, Nemesio Merodio y Heliodoro Velasco, de Gallarta, Víctor Santacoloma, de San Salvador del Valle, Mario Areizaga, apodado «El baranda de Atxuri», Ruperto Ormaza, de Bermeo, Ángel Usategui, de Sestao, Feliciano Abadía, de Miravalles, Fernando Salvidegoitia, de Lemona, Miguel Ocerín, de Sopuerta, y otros muchos que harían interminable la relación.
C.B.- Hacia mediados de setiembre finaliza esta primera etapa en el UPO MENDI y vuelven Vds. a Larrínaga. Allí están poco tiempo pues en octubre de 1938 unos 350 presos, con penas superiores a los 12 años, son enviados a la Prisión de la isla de San Simón
Víctor Uriarte
«Diálogos de Guerra»
Blasco Olaetxea
LA INCREÍBLE HISTORIA DE LOS CONSEJOS DE GUERRA
Los Consejos de Guerra Sumarísimos de Urgencia funcionaban sin parar. Diariamente eran llevados a ellos diez, veinte prisioneros, y a su regreso se nos ponían los pelos de punta. Por aquella época, tres, cuatro, cinco meses de la conquista de Bilbao por el enemigo, las penas de muerte eran el pan de cada día, y la petición natural para todo. Voluntarios a las milicias, pena de muerte. Afiliados a partidos políticos, pena de muerte. Concejales de ayuntamientos, pena de muerte. Oficiales en el ejército republicano, pena de muerte. Y así sucesivamente: «pena de muerte» era la frase favorita en los labios de los fiscales por aquellos días.
Funcionaban simultáneamente dos Consejos de Guerra en la Audiencia de la calle María Muñoz de Bilbo. Uno, presidido por un teniente-coronel. Matamoros; y el otro por el teniente-coronel Tellaeche. Fiscales, había varios. Uno era un tal Cardenal, que se decía pertenecer a una conocida sastrería de Bilbo. Otro era un sobrino del «glorioso» general Queipo de Llano, que desde los campos de la Audiencia se batía heroicamente al igual que lo hacía su tío enarbolando los micrófonos de Radio Sevilla. Un par de héroes. EI trabajo de aquellos sujetos era cómodo y estaba bien pagado. Elegantes uniformes, magnífica vida. Por las mañanas, en los días de “trabajo», después de oír la Santa Misa y rezar en ella el «perdónanos, como nosotros perdonamos» (supongo), y desayunar, a la Audiencia. Charlar un rato con los compañeros de tribunal acerca de la favorable marcha de la guerra, de la última película vista, de otras nimiedades por el estilo y... a la Sala, a sestear hasta el mediodía.
Reos, cada vez pasaban más ante el tribunal, pero ellos ni se fijaban siquiera. ¡La mayor parte eran carne de paredón! Tras oír la verborrea del fiscal, que casi todos los días y en casi todos los casos era la misma, venía la del «defensor» (qué ironía), que también se repetía. El fiscal usaba siempre, como base de su oratoria, la frase sacramental de «dirigentes y dirigidos». Cuando había que fusilar a alguien le catalogaba entre los primeros. Cuando el reo era tan insignificante que sólo merecía una ligera condena de treinta años de reclusión, lo incluía entre los segundos. El Defensor, por su parte, que no había cambiado una sola palabra con sus «defendidos», para poder preparar su defensa, reconocía la culpabilidad de éstos, pero era de tan buenos sentimientos que terminaba pidiendo clemencia.
Al mediodía, los señores jueces se iban a comer, y quizá a la tarde — ¡dichoso trabajo!— volvían a firmar las sentencias. El quehacer jurídico era mínimo. ¡Como que las condenas, todas, se habían señalado de antemano! Vivían bien aquellos tipos. La vida les era fácil. Y a sus sueldos añadían las jugosas cantidades que se dejaban meter en los bolsillos por los sobornos de que les hacían objeto. Las familias de algunos procesados —para salvar la vida de éstos— reunían importantes cantidades a costa de todos los sacrificios y de tragedias personales que más vale no recordar.
A un anciano de las Encartaciones, de Gordejuela, le condenaron a 30 años por el terrible delito de decir en una tertulia, entre amigos bebiendo txakolí, una tarde después de «liberado» el pueblo por las tropas franquistas que la «pelota estaba todavía en el tejado».
Esto causó gran tensión en los medios abertzales, tomándose la determinación de advertir a los que iban a declarar y no podían defenderse bien en castellano, que no cejasen en decir que no sabían ese idioma. Con gran desagrado por su parte tuvieron que utilizar un intérprete. En aquel tiempo hizo esta función el que era Alcalde de Munguía del PNV, que ayudó a varios euskaldunes a salir del apuro con respuestas convenientes.
Respecto a las condenas creo que no hubo distinción, de clases por diferencias políticas. Lo corriente eran peticiones de pena de muerte o cadena perpetua en un 80%.
Los Consejos de Guerra se realizaban con grupos de presos sin relación entre ellos, en la mayoría de los casos. Se juzgaban 12, 15, 20 presos de diferentes partidos políticos, de varios pueblos, sin conocerse entre ellos. Unos por haber pertenecido a Batallones como voluntarios, otros por haber ocupado cargos políticos, otros sin cargo alguno pero con denuncias del pueblo. A ninguno de ellos les había visitado el que hacía de defensor, al cual veían por primera vez el día y a la hora del Consejo de Guerra. Leían los cargos, «defendía el defensor y se sentenciaba a cada uno. De allí vuelta a la cárcel y a cada sala, menos los que tenían pena de muerte que eran trasladados a celdas para un persona, pero que las ocupaban 5 ó 6 condenados.
Estas cosas para un chaval de 18 años sonarán a chino.
Bien que se han ocupado los demócratas de toda la vida en ocultarlo y falsearlo.
En el teatro español del terror esta función no se programa nunca.
Publicado por: CAUSTICO | 10/23/2016 en 10:36 a.m.
Pues Olaetxea ni siquiera tuvo la dignidad de negarse a firmar la Carta Colectiva del Episcopado Español (1937). Tampoco Mújica, obispo de Gasteiz, tuvo ninguna duda de que su deber era apoyar la causa rebelde. Tanto Olaetxea como Mújica atacaron al PNV en un mensaje radiado el 5 de agosto de 1936 acusándole de estar colaborando con esta hidra de siete cabezas que es el marxismo (sic). Eso sí cuando los franquistas ejecutaron a unos curas vascos Mújica protestó y terminó en el exilio. Mújica no firmó la Carta Colectiva.
La iglesia católica bendeció la causa franquista, acusó a la gente del PNV de haber traicionado sus convicciones cristianas y fue muy servil con el tirano de El Ferrol. Pero es que esta gente en general siempre han querido estar al lado del poder. Como dice un amigo mío no hay cosa menos cristiana que la iglesia católica.
Publicado por: Señor Negro | 10/23/2016 en 10:21 p.m.
En youtube he encontrado un noticiario catalán de 1937 en el que se muestra el recibimiento que tuvo el Lehendakari Aguirre en Cataluña cuando llegó aquí huyendo de la invasión franquista de Euskadi. Es muy emocionante ver que ya entonces mucha gente mostraba la solidaridad del pueblo catalán con el pueblo vasco y viceversa. En el film se ve como Carles Pi Sunyer recibe al Lehendakari en el aeropuerto de Reus y Companys lo mismo en Barcelona. En L'Arboç los habitantes colgaron un cartel con un GORA EUSCADI para recibir a Aguirre.
Veanlo ustedes mismos:
https://www.youtube.com/watch?v=Xih0NZiQB7Y
Publicado por: Señor Negro | 10/23/2016 en 10:36 p.m.
Sobre Iñaki Ezkerra Greño ... (al que escuché que suelen llamar "El Arcadi Espada Vasco...", ya que Arcadi Espada es mucho mas conocido que Iñaki Ezkerra y dada la trayectoria paralela de ambos, que son del mismo año 1.957 y estudiaron la misma carrera en la misma universidad, aunque a Iñaki Ezkerra se le ve como mas avejentado que al catalán...).
https://es.wikipedia.org/wiki/I%C3%B1aki_Ezkerra
El problema de todos los llamados "intelectuales orgánicos del régimen del 78 español actual" (a parte de haber cambiado tanto de opinión sobre todo respecto a una constitución que no aceptaban... y de su responsabilidad por cuando menos haber mirado como "intelectuales" estos años pasados para otro lado en todo lo que está ocurriendo ahora, crisis, corrupción del estado, en "creer" y querernos hacer tragar por narices una "España mítica y perfecta" que surgía desde los orígenes del Big Bang o incluso antes y que cohesionaba maravillosamente en esa Transición magnífica de "Cuéntame", que ni fue perfecta entonces, ni está siendo ahora capaz de sostenerse a si misma, y no como se nos ha contado por la malvada izquierda, ni por los malvados nacionalismos no españoles, ni por enemigos externos, sino simplemente por que ella misma y sus instituciones no funcionan..., algo que por cierto le ha ido ocurriendo a España durante toda su historia por causas similares..., y que si este "tinglado" se ha mantenido desde la transición, ha sido por que "parecía" que la economía funcionaba..., cuando se ha visto que no era así, se terminó el teatrillo...).
A parte de todo esto (por si fuese poco...), es que mucha gente no sabe por que este grupo de gente es denominado intelectual...?¿ (quizás son ellos los que se autodenominan a si mismos de esta forma...?¿ o a lo peor les denominan así otros y ellos se dejan denominar o qué le van a hacer...?¿), claro en los tiempos actuales para ser un intelectual, ya no vale solo con tener estudios universitarios, tampoco vale con leer libros, ni con publicar alguna cosa, pues mucha gente hace todo esto y no se les considera como tales (era mucho mas fácil ser intelectual o atribuirse serlo o que otros con mas o menos acierto te lo atribuyesen, en una época de analfabetismo extensivo, pero en esta es mas complicado).
Por lo que "sometamos" al señor Iñaki Ezkerra a "un pequeño test" de "intelectualidad" a ver que nos sale... (por supuesto a este mismo test se le puede someter a Juaristi, Savater, Elorza, o a cualquiera...).
1º Tal y como indica la Wikipedia en la biografía del señor Ezkerra (partiendo de que esta es imparcial y en general pública y correcta), es de carrera universitaria y de profesión PERIODISTA..., bien veamos entonces, ¿ha destacado especialmente en este campo...? (bien sea en castellano o euskera, parece que en su caso principalmente en castellano...).
Ha escrito artículos periodísticos y de opinión, así como publicado algún poema (también ha debido de hacer algo de crítica literaria...), mas o menos en los siguientes periódicos y revistas, La Hoja del Lunes, Tribuna Vasca, El Correo, La Razón, ABC, La Vanguardia o las revistas barcelonesas Quimera, Península, Qué Leer, Penthouse y Ajoblanco, también ha participado en programas de debate radiofónico y televisivo, como Protagonistas de Luis del Olmo, y Herrera en la Onda de Carlos Herrera en Onda Cero, actualmente es tertuliano en el programa 24 Horas de Miguel Ángel Domínguez en RNE, quizás también haya escrito algo en Internet (blogs, webs, chats, foros, no se...).
Además de esto, tiene el "Premio de Periodismo El Correo" en el año 2.000.
Y nada más....
Es decir nos encontramos ante un periodista/articulista no especialmente destacado, con una trayectoria bastante normal..., que tiene un solo premio dado por su propio periódico en el ya año 2.000.
Vamos que en lo que estudió y su actividad (que es la misma, PERIODISMO), nos encontramos ante una persona mas o menos competente, PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
2º Dado que es una persona dedicada a una actividad de letras, ¿es una persona que haya destacado en el campo del ensayo, novela, teatro, filosofía o poesía...? (bien sea en castellano o euskera, parece que en su caso principalmente en castellano...).
Al parecer nada de teatro, ni de filosofía, 3 novelas, 5 libros de ensayo y 7 libros de poesía, es decir en total 15 libros en toda su vida (a parte de sus artículos periodísticos...), el último escrito hace 6 años y muchos escritos el siglo pasado y al principio de este, bueno..., en total una obra muy extensa no es....
Sobre los premios que ha recibido al respecto, el Premio Pío Baroja del Gobierno Vasco 1.983 y en 2 ocasiones el Premio Alonso de Ercilla de Poesía del Gobierno Vasco en 1.984 y 1.991.
Además es "Miembro del Consejo Social de la Universidad del País Vasco desde 2.009", a petición del Parlamento Vasco (no se si es todo el Parlamento el que les propone o es algún grupo, pero ya lleva 7 años...).
Ignoro si los premios concedidos al señor Ezkerra (uno de El Correo y 3 del Gobierno Vasco, son remunerados, lo mismo que su participación en el "Consejo Social de la UPV-EHU"...?¿).
Ahora lo que si me parece curioso es que el señor Ezkerra haya recibido 3 premios del Gobierno Vasco ... y esté en el Consejo de la Universidad Pública Vasca nombrado por el Parlamento Vasco (eso si, no se si por el Parlamento o por alguno de sus grupos), y todo esto desde 1.983 hasta el 2.009, que son años en los que gobierna mayoritariamente el PNV y el señor Ezkerra dice que no hay libertad en tierra vasca y por parte del nacionalismo no español, pero el señor Ezkerra recibe en todo este período premios y un cargo en esta tierra gobernada por nacionalistas no estatales...?¿, lo cual es un caso de falta de libertad muy rara (y no lo digo por ETA, que eso puede ser..., sino por sus críticas a la sociedad vasca y el nacionalismo no estatal...?¿).
Luego también tiene unos premios estatales, pero por su actividad político/social (no por su actividad profesional o literaria...), la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional, la Cruz de la Orden del Mérito Policial, la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, y la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil.
Por otro lado el señor Ezkerra ha recibido 3 premios literarios a lo largo de toda su vida (todos dados por el Gobierno Vasco), el último en el año 1.991 del siglo pasado (hace 25 años...) que están muy bien y hay que reconocer, pero son premios a nivel vasco..., que es una tierra pequeña de poca población, y no son premios a nivel estatal o europeo o mundial, tampoco ha sido premiado especialmente por crítica y público (dudo que en muchos años se acuerden de esta obra como en el caso de Baroja o Unamuno, que si serán recordados...).
Vamos que en LITERATURA, nos encontramos ante una persona quizás algo destacada respecto a la media local (sobre todo a nivel de Bilbao, Bizkaia o como mucho las 3 provincias vascas...), PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
3º Lo que es conocido Iñaki Ezkerra fuera de Bilbao, Bizkaia o las 3 provincias vascas, la verdad es que es muy poco conocido estatalmente y practicamente nada o directamente nada a nivel europeo y mundial.
Vamos que su influencia o ser una referencia de algo INTERNACIONALMENTE (principalmente en Europa y mundialmente), nos encontramos ante una persona algo conocida (sobre todo a nivel de Bilbao, Bizkaia o como mucho las 3 provincias vascas..., de hecho estalmente de momento, tampoco "ha cuajado mucho"...), PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
4º Alguna obra "maestra" o "cumbre" o aportación de Iñaki Ezkerra, que pueda pasar a la historia..., ¿existe algo de esto?.
Bueno..., ya hemos visto su trabajo personal y artístico, no se puede decir que no sea una persona competente y en un territorio pequeño y con no mucha población, si que hace tiempo, en ese contexto si fue algo destacado respecto a la media, pero seamos sinceros..., una "OBRA CUMBRE O MAESTRA QUE PASE A LA HISTORIA..." de Ezkerra, pues visto lo visto..., como no esté por hacerse aún y nos alejamos ya bastante cronologicamente de sus "éxitos", pues difícil..., tiene sus "cosillas"..., PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
5º Alguna "frase famosa" por la que pueda ser recordado Iñaki Ezkerra, la cual con gracia y/o maestría en un par de líneas haya volcado una gran verdad y amplia sabiduría..., ¿hay algo de esto?.
Pues me temo que tampoco....
Dice "sus cosas" que a algunos podrán gustar mas o menos, que a otros podrán escandalizar mas o menos, cuando era del PC de Euskadi decía unas, ahora dice otras (igual incluso diferentes o contrarias en algunos casos) e igual mañana dirá otras pero bueno..., ninguna FRASE ESPECIALMENTE ORIGINAL E IMAGINATIVA CONOCIDA POPULARMENTE Y QUE PUEDA SOBREVIVIRLE, quizás alguna en algún momento algo inspirada, PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
6º Veamos finalmente quien reconoce la "presunta intelectualidad..." de Iñaki Ezkerra, parece que es algo que proviene de una "disputa política", del sector PP-CIUDADANOS-UPyD-PSOE y de los "medios" y "periodistas" afines a estos partidos y/o poderes económico/sociales..., ¿suelen provenir generalmente de otros lados?.
Pues generalmente "NO"....
Por lo que nos encontramos en que "los alagos" hacia su pensamiento político/social, provienen de los que piensan como el y de los intereses que hay tras los mismos..., vamos que no son unos alagos generalizados, sino de un grupo dentro y fuera del País Vasco, que piensa como el y tras este grupo hay unos intereses, le "aplauden" por que piensa como ellos se retoralimentan entre ellos y se dan la razón entre unos a los otros..., no es un pensamiento "libre total", ni original, ni diferente, ni generalmente con muchos matices, eso no quiere decir que su pensamiento sea del todo malo o que no tenga nada que aportar o que no haya aportado nunca nada, ni pueda hacerlo en el futuro, pero puede ser perfectamente un PENSAMIENTO SOBREVALORADO por un grupo interesado en el mismo NO VALORADO POR LA GENERALIDAD del mismo modo, PERO PARA NADA ESPECIALMENTE SOBRESALIENTE....
- SI HACÉIS ESTE PEQUEÑO TEST, DE 6 PUNTOS (QUE NO ES MÍO...), A LA GRAN MAYORÍA DE LOS "INTELECTUALES ESPAÑOLES" MEDIÁTICOS (PODÉIS CAMBIAR EL NOMBRE DE EZKERRA POR EL DE SAVATER O JUARISTI O ELORZA U OTROS..., VERÉIS LOS "SORPRENDENTES RESULTADOS" Y MUCHAS VECES NO MUY DISTINTOS, QUE EN GENERAL OS DA Y ESA ES LA INTELECTUALIDAD EN ESPAÑA, DESPUÉS MIRAR EN LA CALLE DEL ESTADO LO QUE ESTÁ PASANDO Y LO ENTENDERÉIS TODO BASTANTE BIEN...).
Publicado por: Sony | 10/23/2016 en 11:12 p.m.
Buen estudio Sony. Perop te olvidas de que fue del Foro de Ermua, aquel engendro que guió a los constitucionalistas en tiempo de oscuridad.
Publicado por: CAUSTICO | 10/24/2016 en 11:42 a.m.
Pues si CAUSTICO, Ezkerra (junto con otros), fue del Foro de Ermua, pero el ser del Foro de Ermua como ser del Real Betis Valompié, no convierte a nadie per se en intelectual..., otra cosa distinta es que por haber sido del Foro de Ermua, algunos por interés personal han querido convertir a este y a otros en intelectuales para así dar mas fuerza a las cosas que dicen o que incluso ellos mismos se hayan creído intelectuales o hayan creído a otros que así les llamaban, pero no cuela..., son intelectuales oficiales mediáticos, pero no cumplen ningún criterio de los que se les atribuye a un intelectual, vamos que no cumplen esos criterios ni por casualidad por que alguno coincide.
Publicado por: Sony | 10/24/2016 en 12:03 p.m.
De lo dicho sobre Ezkerra, solo comentar, que el punto 6º establece la relación que tienen los intelectuales con el poder vigente (en este caso el régimen del 78 actual, Madrid, encarnado por el PP-PSOE y apuntalado por Ciudadanos y/o UPyD), los intelectuales de verdad tienen una doble vertiente sobre el poder, son independientes del mismo y críticos con el mismo, se ve que Ezkerra y otros de los nombrados, no lo son..., sino todo lo contrario, tratan de mantenerlo y trabajan para sus medios o al revés, trabajan para sus medios y tratan de mantenerlo (quizás en sus años mozos del PC de Euskadi, si fuese crítico con el poder e independiente del mismo, pero en eso no estuvo mucho y de eso hace ya mucho, desde luego que ahora no).
De los 6 puntos que podrían calificar a alguien como intelectual:
1º Ser alguien muy sobresaliente en su profesión.
2º Ser alguien muy sobresaliente en las letras o en algún arte o ciencia.
3º Ser una persona conocida y reconocida internacionalmente (tanto en Europa como en el mundo), persona con peso internacional mas allá de las fronteras españolas, con peso internacional a nivel popular (vamos que salga en una televisión de Alemania y sepan quien es, no que sea conocido en una universidad de Suecia por 4 profesores amigos, o incluso al menos persona muy muy conocida en los círculos académicos de muchos países al menos entre sus colegas), persona generalmente conocida por los dos puntos anteriores.
4º Una obra maestra a nivel mundial que sobreviva al tiempo y sea recordada durante siglos.
5º Una frase o pensamiento maestro a nivel mundial que sobreviva al tiempo y sea recordada durante siglos.
6º La relación del intelectual con el poder, siempre crítico con el mismo e independiente del mismo.
- SI SE VEN ESTOS PUNTOS, EZKERRA NO CUMPLE NINGUNO ... O CASI NINGUNO O SI CUMPLE ALGUNO SON POCOS Y DE FORMA BASTANTE "ESCUÁLIDA", "en la tierra de los ciegos, el tuerto es el rey..." (LO MISMO EN MAS O MENOS MEDIDA QUE LOS OTROS NOMBRADOS, SAVATER, JUARISTI, ELORZA, ETC.), AL FINAL EZKERRA O SE NOMBRA A SI MISMO COMO INTELECTUAL O LE NOMBRAN LOS QUE LES CONVIENE QUE LO SEA CON SU PERMISO O SIN EL MISMO, PERO EN EL FONDO VEMOS QUE TANTO EN ESTE CASO COMO EN OTROS NOS ENCONTRAMOS ANTE UNA PERSONA BASTANTE "MEDIOCRE" Y NO LO DIGO COMO INSULTO, SINO COMO SINÓNIMO DE ALGUIEN MUY COMÚN Y NO PRECISAMENTE DE ALGUIEN MUY SOBRESALIENTE, DE UN INTELECTUAL DE VERDAD, QUIZÁS SI SE TRATA DE ALGUIEN AL QUE SE LE HA QUERIDO DAR APARIENCIA DE INTELECTUAL CON ALGUNA INTENCIÓN DE CONFUNDIR, REALMENTE ES MAS UN "ANTI INTELECTUAL", UN INTELECTUAL DE RÉGIMEN QUE YA LO DESCALIFICA COMO AUTÉNTICO INTELECTUAL, POR QUE NO PASA POR NINGUNO DE LOS PUNTOS POR LOS QUE UN INTELECTUAL DE VERDAD ES CONOCIDO, NO CUELA.
Lo que si es cierto, es que tanto Ezkerra como otros, han hecho cierta fama como militantes de izquierda, para luego sacarle rendimiento a esta fama desde la derecha, pero no precisamente con conductas de izquierda (o ezkerra).
Publicado por: Sony | 10/24/2016 en 08:50 p.m.
En definitiva por sintetizar el tema de Ezkerra y otros similares..., nos encontramos ante un tipo con un par de premios locales..., sus aportaciones son poco más... (pues vaya intelectual...),por lo que realmente es mas conocido es por su trayectoria política... ya que a los poderes que coinciden con la misma les ha interesado destacar a esta persona, pero por coincidencia política, lo cual le ha abierto una serie de puertas entre ellas algunas mediáticas, poco más (y ahí termina el intelectual real, donde empieza el mito de un intelectual inexistente, a las pruebas me remito), si mañana Ezkerra cambiaría de opinión, su colaboración mediática termina y su calidad intelectual con ella, el reconocimiento a su intelectualidad está relacionado con lo que dice interesa al poder y no con su calidad en si misma.
Publicado por: Sony | 10/24/2016 en 09:03 p.m.