“Si quiere la atención en castellano pulse 1. Si quiere la atención en inglés pulse 2. Si quiere la atención en catalán pulse 3”. Así es como recibe el contestador de Radiotelevisión Española (RTVE) a quien llama al ente para solicitar información.
Felicidades para los catalanes, que son uno de los pocos pueblos sin Estado que trabajan sin descanso para normalizar su idioma, al que cuidan y miman como si fuese una hija o una madre. Pero, ¿qué sucede con los demás pueblos con lengua propia? ¿Acaso sus políticos no telefonean nunca a RTVE, aunque solo sea para preguntar por el pronóstico del tiempo o para solicitar que les hagan una pequeña entrevista? Y el Gobierno central, que parece que se volvió periférico-selectivo, ¿no se ha dado cuenta de que en España existen otras tres o cuatro lenguas que merecen el mismo reconocimiento y tratamiento? ¡Ah! ¿Que no hay demanda de ellas? Ya se sabe que la oferta crea su propia demanda.
Pero más allá de eso, está unánimemente admitido que en las cuestiones culturales no opera el imperativo economicista; si no, no habría subvenciones a la cultura. En consecuencia, se ha de exigir a los señores ministros de los diferentes ramos que, por favor, añadan otros tres o cuatro números al sistema telefónico de RTVE y de los demás organismos que ofrecen este servicio de atención a los ciudadanos, de forma que se protejan todos los idiomas que existen en el Estado. Como bien ordena la vigente Constitución en su artículo 3.3: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Y dejémonos de gaitas.
Porque... ¡Con las lenguas no se juega!
XAVIER VILA-COLA MADRID
Los nacionalistas españoles primero se han dedicado a menospreciar todas las lenguas distintas de la castellana y luego han intentado dividir estas lenguas. En algunas webs de los ministerios españoles había la opción de escoger entre catalán y valenciano que sería algo así como poder escoger entre castellano y andaluz, o bien entre euskera vizcaíno y euskera navarro. Pero ya sabemos que la lengua castellana es única desde Méjico hasta Argentina mientras que catalanes y valencianos no nos podemos ni entender. Pero en fin ya sabemos que por lo menos desde el plan Udaberri los falangistas consideraron que había que luchar contra el euskera batua pues podía contribuir a la unidad de los vascos. Y lo que se pensó para Euskal Herria se ha aplicado a los Països Catalans tratando de separar el mallorquín y el valenciano del catalán.
El nacionalismo español sigue aplicando aquella máxima del Divide et Impera.
Publicado por: Señor Negro | 05/31/2017 en 09:28 a.m.
"para normalizar su idioma"
El idioma de una población es el idioma que esa población habla. Y punto.
Lo anormal es que algunos totalitarios pretendáis por ley decir cual es la lengua "normal" que "debería" hablarse.
Mi idioma es el castellano. Y es algo que los totalitarios nunca vais a poder cambiar, aunque derrochéis miles de millones en la intentona. Si tanto le gusta el euskera, ¡¡póngase a aprenderlo!!.
"¿qué sucede con los demás pueblos con lengua propia?"
¡Todos los pueblos tienen una lengua "propia"! ¿O acaso existe algún pueblo que no habla ninguna lengua?
A todo esto, ¿Cuando los nacionalistas vais a aprender la que decís que es vuestra lengua "propia"? ¿Cuando os "normalizareis"? ¿Se considera usted una persona anormal?
"¡Ah! ¿Que no hay demanda de ellas? Ya se sabe que la oferta crea su propia demanda."
En el caso del euskera más bien "demanda".
Publicado por: bilbaino de pro | 01/20/2019 en 11:15 a.m.