Reproducimos la entrevista que Nekane Lauzirika le hizo en Deia (12/3/2001) a la esposa del Delegado Fernando Carranza.
Secretaria de Irujo cuando éste era ministro de Justicia y llevaba el proceso del canje de presos, María resta importancia a su propia historia para que hablemos de su marido Fernando Carranza, delegado del Gobierno de Euzkadi en Venezuela. De Caracas se ha traído valiosos documentos para donarlos al Archivo de Artea.
María Zagala, mantiene la pasión del amor compartido entre Venezuela y Euzkadi. Sesenta años viviendo en Venezuela son muchos, más aún para quien gasta memoria y lucidez envidiables pese a esos 89 años que adorna no sin delicados toques de cierta coquetería María Zagala. Tras las gafas, ojos vivos y profundamente reflexivos a tono con su pelo senatorial, y en la voz la fuerza de quien ha hecho de su vida un camino lleno de esfuerzos y retos superados. Superados primero aquí en los tiempos más duros, y luego allá, en su querida Venezuela de adopción. Ahora vive con el corazón repartido entre el amor a la Euzkadi de sus antepasados y la Venezuela de sus hijos, nietos y biznietos.
Y entre ambos, una vida llena de vicisitudes, de los avatares de quien ha sido protagonista de primera línea en una guerra y de haber sufrido en propia carne todo lo que conlleva ser inmigrante. De Euzkadi a Barcelona, de aquí a Iparralde y en 1941 a Venezuela. Fueron pasos similares, por habituales, a los de los miles de exiliados/as vascos tras la victoria franquista.
De las historias de estos y de su relación con el País Vasco, María y su esposo Fernando Carranza Iza -delegado del Gobierno de Euzkadi en Venezuela desde 1967 hasta 1979- mantenían un acopio de importantes materiales que ahora ha traído a Euskadi, con la intención de donarlos al Archivo del nacionalismo vasco de Artea.
«Son documentos oficiales de Fernando, su correspondencia con gentes de Euzkadi, datos del apoyo económico de los exiliados en Venezuela a la República, a la gente de aquí que lo estaba pasando mal; es un retazo de la historia de las historias que ha vivido la diáspora vasca, en especial la que se asentó en Venezuela. Debemos conocer la historia para no repetir los errores».
María siempre fue una mujer con personalidad propia, no una sombra a la sombra de un personaje. Así lo demostró mientras trabajaba en Barcelona como secretaria de Manuel de Irujo, cuando éste era ministro de Justicia y llevaba el proceso del canje de presos. «Vi y viví entonces algunas de las situaciones más terribles de mi vida», confiesa María.
De aquella época guarda recuerdos imborrables. «En la oficina de Irujo atendía a los refugiados, recibía los mensajes en clave que le mandaban, los descifraba... Alguno de aquellos mensajes era muy duros y difíciles de trasmitir como el apresamiento del Galdames...». No puede olvidar el sufrimiento personal e íntimo de Irujo, con su ama, doña Adriana, y su cuñada en la cárcel y con cuatro familiares condenados a muerte. “¿Qué recuerdo de él? Su enorme humanidad; siempre intentó humanizar en la medida de sus fuerzas la guerra. Decía, no vamos a hacer como los vecinos contra los que luchamos». Una lección que debiera ser aprendida por muchos que se las dan de demócratas en Euzkadi.
De Fernando Carranza Iza
Nacido en Portugalete en 1911.
Tras licenciarse en Derecho y residiendo en Madrid (desde 1934) colaboró con la minoría Nacionalista en el Parlamento de Madrid y en la elaboración del Estatuto.
Asesor del Gobierno de Euzkadi.
En 1936, movilizado por el Gobierno, fue Jefe del Servicio de Evacuación de Madrid en la delegación de vasca. En abril del 37 pasó a la asesoría jurídica del Gobierno.
En la Brigada Vasco Pirenaica
Oficial en los frentes de Aragón y Cataluña hasta febrero de 1939 que fue hecho preso hasta agosto.
Traslado a Venezuela en 1939
En 1947. Miembro de la Asociación Vasca de Socorros Mutuos. Del 54 hasta el 67, tesorero de Acción Cultural Vasca y secretario de la Delegación de Euzkadi. Del 67 al 79, delegado del Gobierno de Euzkadi en Venezuela. En 1984, presidente de la Junta Extraterritorial de EAJ-PNV.
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