Estuvo unos días en Santiago, el conocido sociólogo y publicista vasco D. Pedro de Basaldua, que ostenta en la actualidad el cargo de secretario de la Delegación de nuestro Gobierno en la República Argentina.
Su paso por esta ciudad, sirvió para relacionarse con personas e instituciones que siguen y apoyan con interés nuestro movimiento de libertad nacional y cuyas vinculaciones en el terreno de las realidades, nos son tan necesarias en estos momentos en que Euzkadi trata con todas sus fuerzas de recuperar su personalidad en el concierto de los pueblos libres.
Basaldua, que ya en tiempos pasados supo responder a la confianza otorgada por el Lendakari a través del puesto de secretario particular del Sr. Aguirre, por otra parte, bien conocido todos aquellos medios donde el cristianismo suena a entereza, de principios, a caridad y amor y no a exhibicionismos perniciosos e hipócritas, a oportunismo e intolerancia.
Por eso que su grata visita, tuvo otras proyecciones que las meramente patriotas y alcanzó el valor moral de poder convivir con excelentes cristianos, cuyas inquietudes sociales no son fruto de un snobismo y sí de un arraigado convencimiento que únicamente lo puede proporcionar la verdadera fe enmarcada en magníficas conductas.
Entre las varias entrevistas que se anotó queremos hacer resaltar la efectuada con los máximos dirigentes y, personeros más calificados de la Falange Nacional Chilena, cuyo norte y esperanzas son tan similares y compartidos por muchos de los patriotas que nos encontramos en Chile.
Una magnífica comida en el Club de la Unión dispuesta por estos buenos amigos en su honor y en el del Sr. José Vicente Zhiarino, diputado uruguayo, Presidente de la Unión Cívica del Uruguay que responde asimismo a normas y políticas afines y a la que asistieron en calidad de invitado D. Pedro de Aretxabala. Delegado del Gobierno Vasco en Chile y D. Carlos de Lasa, fue la culminación de una serie de conversaciones provechosas en la antesala de un mundo que entre inmensas dudas y desengaños, marcha zigzagueando unas veces a gusto y otras a la fuerza, en busca de un rayo de luz que mitigue tanto infortunio.
Basaldua, luego de recorrer y visitar a los patriotas de Valparaíso, Viña, etc., en su brevísima estadía, regresó a Buenos Aires, a laborar infatigable no únicamente por una patria libre, sino por una patria mejor. Esta es la impresión que nosotros obtuvimos de este compatriota que ha venido a reforzar nuestra tesis de que cuando un pueblo puede permitirse el lujo de escarbar entre sus anónimos cimientos y encontrar estos valores morales, ese pueblo jamás puede morir. Y no olvidemos nunca, nunca, que ese pueblo es Euzkadi, nuestra única patria.
01 Febrero 1947
Y mientras tanto el general Perón se convertía en el mejor aliado de Francisco Franco y acogía a todo tipo de fascistas huídos de Europa. ¡Qué vergüenza! La verdad es que no entiendo por qué en Argentina le tienen tanta devoción a Perón y a su esposa Evita. ¿Triunfó la propaganda?
Publicado por: Señor Negro | 07/22/2017 en 10:34 a.m.