DICE JOSE IGNACIO LIZASO EN SU CARTA DEL 30 DE OCTUBRE DE 1937:
“Las gestiones que he hecho aquí a favor de nuestros compatriotas prisionero en Santoña, han sido de dos clases. La oficial cerca del Gobierno Británico, que, naturalmente la hizo con mucho interés el Embajador cerca de Mr. Eden, y las particulares cerca de los diputados de todas las minorías, prensa y Embajador de Chile, que las he hecho directamente.
El Sr. Azkarate, al que puse al corriente de la existencia del pacto de Santoña en todos sus detalles, tuvo una larga entrevista con Mr. Eden y éste le prometió, con toda formalidad, que iba a ponerse en comunicación inmediata con el Embajador de Inglaterra en Hendaya, Mr. Chilton. Así lo hizo (Eden llamó a Azkarate para comunicarle que la gestión había sido hecha con el máximo interés).
Por lo visto en esta clase de gestiones el Gobierno Inglés ordena a su Embajador en Hendaya se ponga en contacto con las autoridades rebeldes. En esta ocasión la orden fue en el sentido de rogar a Franco tuviera a bien disponer que no se llevaran a efecto más ejecuciones.
Debo, sin embargo, añadirte que el propio Eden manifestó a Azkarate que no tenía mucha confianza respecto a la gestión y su eficacia, pues hasta el momento, cuantas peticiones se han hecho a favor de prisioneros no han sido atendidas por las autoridades rebeldes.
Me pareció oportuno y conveniente no limitarme a la gestión oficial y, en tal sentido, dirigí una detallada carta a todos los jefes de minorías del Parlamento, exponiéndoles las tres cláusulas del pacto y resaltando la falta de cumplimiento del mismo y de nuestros temores de que las ejecuciones continuaran. Les pedía encarecidamente que reforzaran la petición oficial del Embajador al Secretario de Estado y les indicaba la conveniencia de formar una comisión de diputados que visitaran a Mr. Chamberlain. Yo mismo, fui personalmente al Parlamento y entregué las cartas en mano. Hablé con muchos diputados. Les amplié el contenido de la carta de palabra. Les hice comprender que nuestro interés principal estaba en salvar la vida de nuestros compatriotas y que todo interés político debía ser supeditado al primordial de salvar esas vidas preciosas para nosotros. Me lo prometieron así. Alguien propuso plantear un Debate parlamentario, pero todos coincidieron en que quizás lo más práctico sería acercarse al Presidente del Consejo.
Sé que una comisión de diputados, en efecto, visitó al Presidente. Así me lo dijo la Duquesa de Atholl a la que saludé más tarde en el Congreso aprovechando una reunión que se celebró en una de las Secciones del mismo para tratar de la repatriación de nuestros niños. El Presidente les aseguró que se ocupaba del asunto con el máximo cariño, y que Mr. Eden se había puesto ya en contacto con Mr. Chilton.
Además de esta gestión amistosa cerca del Gobierno, aprovechando el debate especial que sobre política extranjera se planteó en el Parlamento el 21 del actual, el jefe de la minoría liberal de oposición, Sir Archivald Sinclair al hacer una exposición de la intervención italiana, expuso a la Cámara el caso patente de intervención que supone la existencia del Pacto de Santoña y sus tres cláusulas, ninguna de las cuales ha sido cumplida. Hizo un llamamiento al primer Ministro para que el Gobierno Inglés se interesara por los prisioneros de Santoña. Mr. Chamberlain en su discurso de contestación prometió a Sir Archivald ocuparse de la suerte de los prisioneros.
Siguiendo tus instrucciones, visité como sabes al Embajador de la República de Chile. El tono de la entrevista lo conoces, pues te comuniqué mis impresiones por teléfono. Repito que no pudo ser más cordial. Se mostró extrañado de que las promesas reiteradas que se le hicieron de que no se ejecutaría a nadie, no hubieran sido cumplidas. Inmediatamente prometió visitar personalmente al Duque de Alba a quien le une gran amistad, según me dijo por ser ambos presidentes de la Universidad de Estudios Históricos; el Duque en Madrid y el Embajador en Santiago.
Con fecha 26, tuvo la deferencia de mandarme la carta que transcribo:
“Estimado Sr.: En respuesta a su att. Carta de fecha 23 del cte., me es grato decirle, que sin perder tiempo me he puesto en comunicación con el representante del General Franco en Londres, a fin de averiguar lo que haya sobre las ejecuciones a que Ud. se refiere.
Al propio tiempo me he permitido recordar la gestión que hice a nombre de S.E. el Presidente de la República de Chile, para pedir clemencia para todos los detenidos en las provincias vascongadas y procurar el canje de estas personas por algunos de los asilados que tenemos en la Embajada de chile en Madrid.
Apenas reciba respuesta a mi gestión, que según entiendo debe ser transmitida por telégrafo a España, tendré mucho gusto en comunicarle a Ud. el resultado.
Atentamente le saluda s.s. (firma) Martin Edwards”.
Estoy esperando por lo tanto, a una carta posterior del Embajador para conocer el resultado de la gestión. Inútil decirte que te tendré enterado del contenido de ella.
Pero no han parado ahí mis gestiones. Creí interesante dar una nota amplia a la prensa para que la opinión inglesa conozca en toda su cruel realidad la persecución sin precedentes que los rebeldes están intensificando en estos momentos en nuestra patria. Magnífica oportunidad se me brindaba para ello con el asesinato de las 27 infelices mujeres asesinadas el día 28 del actual en Donosti. Preparé una nota oficial haciendo mención de todos los hechos la persecución despiadada contra nuestro digno clero, los miles de encarcelamientos, los juicios sin garantías procesales, las ejecuciones sin número, etc. etc. Al final de la nota hacía resaltar la falta de honor de los rebeldes al incumplir el pacto de Santoña cuyas tres cláusulas detallaba.
Esta nota, que ha causado verdadera impresión ha aparecido íntegra en el “News Chronicle” de esta mañana en sitio destacado y con una alusión a ella en el artículo de fondo de la primera plana. La nota ha sido también recogida en otros diarios y transmitida a todas las agencias de Europa y América.
Por indicaciones de Leizaola, he pedido una entrevista con el Presidente de la Cruz Roja Británica, al que pienso poner al corriente de todo e indicarle cuanto agradeceríamos que se tuviese en cuenta a nuestros prisioneros de Santoña en cualquier gestión de canje. En efecto parece que la Cruz Roja Internacional de Ginebra, preparar uno muy amplio. Te tendré al corriente del resultado de mi entrevista, que espero conseguirla en los primeros días de la semana próxima.
Georges Sterr, el periodista que conoces, por su parte, se ha movido en los círculos donde según parece (y yo lo dudo) tiene gran influencia.
Éstas son las gestiones que hasta el momento llevo hechas. Espero no serán las únicas. Yo no descansaré y como siempre pondré toda mi actividad y entusiasmo en esta empresa tan querida por todos, de salvar la vida de tantos valientes y queridos compatriotas”.
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