En febrero de 1998, la última semana el nacionalismo vasco perdió una parte importante de su historia. Haydée de Agirre y "Julitxo" Laskibar, dos de las "emakumes" más significativas de los primeros años del nacionalismo, que fallecieron los días 16 y 23 de febrero de 1998. Ambas representaban los extremos de la acción política. Una, Haydée, era la cara fuerte de la mujer nacionalista: la mitinera, la propagandista. La otra, "Julitxo", la labor sorda, la ayuda a los necesitados.
«”Julitxo" Laskibar fue el ejemplo permanente de anonimato, de trabajo persistente por un ideal. Ha sido una de las mujeres más buenas y trabajadoras que ha tenido este país. Euskadi le debe mucho. Haydée Agirre fue una hábil propagandista que despertó conciencias nacionales en unos años muy difíciles», apuntó Antón Aurre, presidente de la Fundación Sabino Arana.
Haydée Agirre nació en Santurtzi el 26 de febrero de 1907. De familia nacionalista, a los 15 años ingresó en la organización femenina del PNV "Emakume Abertzale Batza". Junto a otras mitineras como María Teresa Zabala, Julene Urcelay o Polixene de Trabudua lanzó a los cuatro vientos la ideología de Sabino Arana en plena época republicana.
Al estallar la Guerra Civil, ingresó como enfermera en el hospital de Basurto; después trabajó en el dispensario del cuartel de la Ertzaina Igelatua, desde donde huyó hacia Santander. La contienda bélica le empujó más allá de tierras cántabras y tuvo que exiliarse en Francia. Allí conoció el fusilamiento de su padre por las tropas franquistas. Hasta el pasado 16 de febrero, vivió en la residencia Reina de la Paz de Deusto.
"Julitxo" Laskibar, por el contrario, se decantó por la ayuda a los necesitados en lugar de la labor propagandística. Nació en Tolosa en 1897, en el seno de una familia abertzale. Perteneció a "Emakume Abertzale Batza" de Tolosa. Al estallar la guerra emigró a Iparralde, donde fijó definitivamente su residencia. Hasta que cumplió 80 años se ocupó de cuidar las tumbas de los gudaris enterrados en Bidart, así como de atender a los refugiados vascos.-
(Deia, 26/Febrero/1998)
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