El 18 de noviembre de 1882, hace ciento treinta y cinco años, nació en París Jacques Maritain, hijo de Paul Maritain y de Geneviéve Favre, y nieto de Jules Favre, diputado de la oposición durante Napoleón III, miembro de la Academia, en la que sucedió a Víctor Cousin, y uno de los principales hombres de la III República.
“Esta es la espina que tengo clavada. .. Esta fe es rechazada y contrariada por el consentimiento de los cristianos a la injusticia y por el horror que su historia y su orientación me inspira... No rechazamos ninguna verdad, no separamos a Dios de su Iglesia, ni la caridad del culto, y conservamos todo en la fe. Pero, ¿cómo hacer para no entrar al mismo tiempo en la familia de los satisfechos, que en nombre de su salvación eterna han tomado partido contra la salvación temporal del mundo?" Superadas, sin embargo, esas dudas, su incorporación a la Iglesia se hará inicialmente en la perspectiva de un espiritualismo absentista que llevará a Maritain, con su proverbial ingenuidad, a posiciones políticas conservadoras e incluso a colaborar con La Revue Universelle, que era la revista de la Acción Francesa de Maurras. El mismo recordará en su Carnet de notas aquellos tiempos con una severa autocrítica.