Señora presidenta, señoras y señores diputados, ministro de Economía y Hacienda, egun on, buenos días
Quiero dar la bienvenida a la representación del Gobierno Vasco y Diputaciones Forales que hoy nos acompañan aquí con el consejero de hacienda a la cabeza a quienes ustedes señorías conocen bien el Sr. Azpiazu, en un día tan importante para nosotros. Ongi etorriak.
Hoy es un día clave porque aprobaremos la modificación de la Ley por la que se aprueba el Concierto Económico, y la Ley Quinquenal de Cupo para el periodo 2017-2021 ratificando de esta forma lo acordado por la Comisión Mixta del Concierto; dos proyectos de ley, consecuencia por tanto de un acuerdo bilateral entre la representación del Gobierno del Estado y el Gobierno Vasco.
Un acuerdo que, por un lado, adapta el Concierto a diversos cambios legislativos producidos en el ordenamiento jurídico tributario del Estado (medidas con respecto a IRPF, sociedades e IVA, concertación del impuesto sobre el valor de la extracción de gas petróleo y condensados, mejoras en la gestión tributaria y coordinación entre administraciones…y otras), y, por otro, normaliza y regulariza las relaciones financieras Euskadi-Estado, acabando con las discrepancias de los últimos 10 años y permitiendo certidumbre económica, estabilidad financiera y seguridad jurídica a todas las instituciones.
Por lo tanto, un Concierto que se adapta a las nuevas realidades y a las situaciones económicas.
Me gustaría aclarar determinadas manifestaciones que se vienen realizando, erróneas a veces, y otras, dichas de manera interesada acerca del Concierto y del Cupo. Hay muchas voces hablando de sobrefinanciación, privilegios… y tengo que decirles que el Concierto no es nada de eso. Ni la panacea que todo lo soluciona porque, para que funcione, se necesita de una gran capacidad de gestión política e institucional tanto en la recaudación de impuestos como en la gestión del gasto.
El Concierto está legitimado no sólo históricamente sino también por la Constitución que lo reconoce (Disposición Adicional 1ª) y por el Estatuto de Gernika, que lo recoge, y también por vía judicial europea, que lo reconoce como a cualquier otro sistema fiscal y que establece como condición para que los sistemas concertados sean legales, el contar con autonomía institucional, normativa, económica y fiscal. Un encaje, por lo tanto, plenamente Europeo y moderno y como tal sistema autónomo implica que los efectos de su normativa fiscal no pueden ser compensados por el Estado en el que se está integrado, de forma que, si se tiene déficit, el Estado no te puede rescatar.
El sistema de financiación vasco es un modelo de riesgo unilateral para Euskadi. Asumimos los vascos el riesgo de recaudación, porque el Cupo base se establece en función de los gastos del Estado y no de la recaudación, y en los siguientes años se actualiza el Cupo líquido del año base en función de los ingresos concertados del Estado.
Por lo tanto, el pago del Cupo es obligatorio independientemente de la situación financiera del País Vasco. Así, si el País Vasco no recauda lo suficiente tendría que ajustar el gasto ya que no puede acudir a mecanismos como el FLA u otros instrumentos como lo hace el resto de CCAA de régimen común, lo cual nos obliga a recaudar y gestionar bien y a gastar cuidadosamente. Porque me gustaría recordarles que, según el Concierto Económico, la presión fiscal media debe ser igual o superior a la de régimen común.
Resulta pues malintencionado y con falta absoluta de realismo afirmar que exista nada parecido a un paraíso fiscal. El dato objetivo y cierto es, y así lo corroboran los números, que la presión fiscal en Euskadi es más alta que en territorio común, con tipos marginales de renta mayores, un tipo nominal de sociedades mayor (3 puntos) e incluso con tributos que gravan la riqueza (allí se paga el impuesto de patrimonio).
Y Euzkadi es solidaria, contribuye a los gastos comunes no asumidos por el Estado en proporción a su riqueza. Pagamos el 6,24% del gasto estatal en toda España, cuando la economía de Euskadi es el 6,19% del PIB Estado, y cuando Euskadi sólo representa el 4,66% de la población. Por lo tanto, con el 6,24% por ejemplo pagamos el Ave Madrid- Valencia y también con el 6,24% las autovías del Estado.
También aportamos 6,24 %, al Fondo de Solidaridad Interterritorial, que es el instrumento que el Estado utiliza para contribuir a la solidaridad entre regiones. Un fondo cuyo monto lo establece y lo fija el Gobierno estatal en los presupuestos generales. Un fondo del que lógicamente Euskadi no es la beneficiada.
Se nos achaca que la capacidad de gasto por habitante en Euskadi es más alta, sí, porque el nivel de renta de Euskadi es un 30% superior al de la media del Estado, y también tenemos más competencias. Que dispongamos de más recursos para financiar dichos gastos es consecuencia de lo anteriormente dicho, pero también de la mayor presión fiscal. Además, somos más efectivos a la hora de recaudar porque la política fiscal está en nuestras manos y a la vez el peso de la economía sumergida es menor, del entorno de 5 puntos. En definitiva, porque renta más elevada, más competencias y eficacia más alta explican que el gasto público per cápita sea más alto.
¿Por qué no vamos a tener más capacidad de gasto y destinarlo a sanidad, políticas sociales etc… si éste se financia con nuestro esfuerzo fiscal, una vez satisfechas las obligaciones para con el estado y sin subvenciones de éste?
Entre los distintos sistemas de financiación del Estado, las 15 comunidades de régimen común y las Comunidades Forales, no existen vasos comunicantes. A las comunidades de régimen común no les afecta en absoluto el hecho de que el País Vasco pague más o menos Cupo, ya que la relación es absolutamente bilateral con el Estado. El Estado financia las Comunidades de Régimen Común con independencia de lo que se pague por Cupo, por lo que no se puede hacer responsables a las Comunidades Forales de la situación de las 15 CCAA de régimen común. Simplemente son sistemas diferentes. Aunque el País vasco diese el 100% de su recaudación, esta, primero, no iría a las CCAA sino al Estado, y, segundo, esa cantidad no arreglaría el problema de la financiación de régimen común.
La nueva Ley Quinquenal de Cupo contempla como base o punto de partida la de 1.300 millones de euros, cantidad superior a la establecida hasta ahora, que era de 1.100 millones. Decir que hay un Cupo negativo es una solemne tontería porque por concepto no puede existir.
El acuerdo es, sí, complejo. ¿Acaso es fácilmente comprensible la liquidación en el régimen común? Pero en absoluto opaco. Está fijado con una base técnica en la que participan técnicos de la Administración Estado y de la Administración vasca. ¿Acaso insinúan que dichos funcionarios/as están prevaricando?
Los técnicos de ambas Administraciones han trabajado de forma profesional y atendiendo a criterios técnicos, poniendo encima de la mesa los números y datos objetivos del presupuesto. Legalidad, transparencia y conocimiento.
Quienes lo critican o rechazan con tanta ligereza lo hacen con absoluto desconocimiento o, lo que es peor, por intereses populistas y cortoplacistas, en busca de un voto fácil, tratando de desunir y enfrentar unos y de buscar chivos expiatorios, otros.
Y esto, señores de Ciudadanos, no solo se lo digo yo: el que fue su candidato a la alcaldía de Bilbao ayer dimitió por el voto de su formación en contra de estas dos leyes, porque según sus palabras arremeter “contra el vínculo de la foralidad es romper un pacto constitucional innecesariamente”.
En definitiva, señores de Ciudadanos, ustedes No lo entienden y, lo que es peor, No lo quieren entender.
Pretender una comparación homogénea de regímenes de financiación común y foral, basados en estudios económicos de parte, que se enfrentan a importantes dificultades conceptuales, metodológicas y que exigen asumir condiciones e hipótesis más que discutibles, erróneas, para comparar regímenes profundamente distintos y justificar a través de las críticas al Concierto la deficiente financiación de los territorios de régimen común, es una irresponsabilidad política. Repetir una falsedad muchas veces, no la convierte en realidad.
En definitiva, ni privilegios, ni paraísos, ni insolidaridad. Los que hablan así deberían hacer un ejercicio de autocrítica y mirar al futuro, dejando de demonizar el éxito o bien ajeno para comenzar a aprender para mejorar y no lanzarse a la búsqueda de cualquier atisbo de desventaja o discriminación en la que normalmente hay poco que ganar y mucho que perder. ¿Por qué creen que intentando perjudicar al País Vasco en este sentido se beneficiaría al resto de CCAA de régimen común?
Un hecho diferencial no equivale a privilegio alguno, y tampoco el reconocimiento de una diferencia equivale a desigualdad.
Termino. Quiero agradecer a los grupos políticos que van a apoyar estas dos leyes, son ustedes la mayoría en esta Cámara. Se lo agradezco enormemente.
Lo que es incomprensible es la posición política de aquellos que vayan a votar en contra o se abstengan, de manera más importante si cabe aquellos que son representantes vascos que, conociendo perfectamente la naturaleza y el significado del Concierto Económico y del Cupo, adopten una posición contraria a los intereses de la ciudadanía vasca.
Gracias a todos lo/as técnico/as y funcionario/as que han trabajado para lograr este acuerdo y salvar las diferencias, y al consejero de Hacienda del Gobierno Vasco, el sr. Azpiazu, y al Ministro de Hacienda, el sr, Montoro.
Eskerrik asko
Creo que esta semana muchos vascos habrán descubierto la verdadera cara de este demagogo sin escrúpulos llamado Albert Rivera. En Cataluña ya lo conocíamos pero como se presentaba como un liberal regenerador es posible que engañara alguien. Pero cada vez va enseñando más su patita de españolista furibundo capaz de hacer demagogia con cualquier tema. Este martes atacaba el sistema educativo catalán y ayer cargaba contra los privilegios (sic) de los vascos. ¡Compadezco el pueblo que acabe siendo gobernado por los Ciutadans!
Este martes Joseba Agirretxea retrató bien a Rivera cuando citó a Alcalá Galiano, después de siglo y medio los nacionalistas españoles como Rivera siguen intentando construir una nación que pase por encima de las naciones catalana y vasca. Estos de Ciutadans practican un nacionalismo decimonónico y después van de modernos.
Las tendencias políticas más peligrosas son aquéllas que se dedican a buscar chivos expiatorios entre los débiles. El sr. Rivera podría cargar contra el fraude fiscal de las grandes fortunas pero esto sería demasiado osado para un cobarde como él. Mejor dar la culpa de todo a catalanes y vascos que al fin y al cabo son minorías nacionales. ¡Qué caradura!
La intervención de Candela por Compromís fue patética. ¿Realmente cree este hombre que los problemas de Valencia vienen de Euskal Herria? ¿Es este el discurso del nacionalismo valenciano? Si es así entonces los de Compromís no pasan de ser regionalistas al estilo de UPN o de Coalición Canaria. Supongo que querrán seguir ofrendando glorias a España...
Publicado por: Señor Negro | 11/24/2017 en 10:37 a.m.
Muy bueno el discurso de Sagastizábal. Suena a
realista, sincero y honrado. Todo lo contrario de lo que representa el falangista Rivera y sus secuaces,
Así que señores valencianos,castellanos, gallegos, anadaluces.
El secreto está en trabajar mejor, cotizar bien y administrar con inteligencia y honestidad los ingresos.
Y como Vds. al parecer no saben hacerlo, harían mejor en devolver sus autonomías de juguete al gobierno central.
Publicado por: CAUSTICO | 11/24/2017 en 12:36 p.m.
Leo con pasmo en el diario nacionalista español EL PAIS que el patrimonio de la Seguridad Social ha pasado de más de 70.000 millones de Euros en 2010 a 175 millones de Euros negativos a día de hoy.
¡Qué buena gestión de la banda de Rajoy!
¿Cuado llegue Falangito a La Moncloa de dónde va a sacar para sus vicios?
Se apunta con el dedo a Euskadi o a Catalunya y se vacían las cajas y las huchas.
¡Hala sacar banderas rojigualdas para celebrarlo!
Publicado por: CAUSTICO | 11/24/2017 en 06:08 p.m.
Lo de las pensiones es uno de los temas que me hacen pensar que al euro le quedan 4 días. Cuando los estadistas hispanos se den cuenta de que ya no pueden pagar las pensiones su primer reflejo instintivo será el de imprimir más billetes. Pero como la máquina de imprimir billetes la controla Mr. Draghi supongo que intentarán endeudarse para pagarlas, lo cual no hará ninguna gracia a Frau Merkel y a monsieur Macron. Si Frau Merkel pide a Rajoy & Company recortar las pensiones esto lo verán como una imposibilidad política. Con lo cual a medio y largo plazo yo pienso que en Madrid querrán volver a tener la imprenta de billetes y suspirarán por volver a la peseta.
Lo del euro fue como se ha visto un gran error.
Publicado por: Señor Negro | 11/24/2017 en 06:42 p.m.
Es curioso que presuman de crear puestos de trabajo y la seguridad social quiebre.
Son tiempos de mimar al ejército, a la policía y a todo lo que suene a represión y eso cuesta pasta.
A los jubilados que LES den. Incluso alos jubildos que son tan lerdos como para votar al partido corrupto durante toda su vida.
Publicado por: CAUSTICO | 11/25/2017 en 07:51 a.m.