DICE la líder de Ciudadanos (C’s), Inés Arrimadas, que ha ganado las elecciones al Parlamento de Cataluña del pasado 21 de diciembre (21-D). Extraña victoria que no sirve para gobernar. Más extraño todavía, el partido que disolvió el Parlamento y convocó las elecciones ha tenido menos de 200.000 votos, el 4,2% del total, y solo cuatro diputados que no dan ni para formar grupo parlamentario propio. Igualmente extraño, aquellos partidos y dirigentes que, según el Fiscal General del Estado, la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, han cometido presuntamente toda clase de fechorías hasta poner en riesgo la unidad de España -eterna, inmutable e indiscutible puesto que constituye una unidad de destino en lo universal como decían sin ambages los franquistas- y pueden ser acusados nada menos que de los delitos de rebelión y sedición, no solo han revalidado la mayoría absoluta sino que son los únicos que tienen opciones de gobernar de nuevo. “Qué raros son estos catalanes”, debe estar cavilando un melancólico Mariano Rajoy estos días navideños en La Moncloa?
Veamos, pues, qué es lo que ha sucedido. Tras el referéndum del 1 de octubre -ese que no se iba a celebrar según los portavoces gubernamentales de Madrid porque no habría urnas ni papeletas pero en el que, a pesar de la contundente acción policial, acabaron votando más de 2.000.000 de ciudadanos-, el Parlamento de Catalunya aprobó el pasado día 27 de octubre, por setenta votos a favor, diez en contra, dos abstenciones y 53 ausentes, una declaración de independencia y la ley de transitoriedad jurídica. Inmediatamente, Rajoy solicitó del Senado la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución. Con el aval del 155, Rajoy cesó al gobierno de Catalunya y convocó elecciones para el 21-D. Unas elecciones que, obviamente, no eran las idóneas para los partidos independentistas ya que tuvieron que acudir a las mismas con los cabezas de lista y parte de los candidatos, miembros del gobierno cesado, en la cárcel o en Bruselas. Es evidente que en estas condiciones la campaña electoral difícilmente podía desarrollarse en igualdad de condiciones para todas las fuerzas que competían. En suma, una campaña electoral atípica, con candidatos en prisión y en Bruselas, el autogobierno suspendido, la autonomía, las finanzas y los mossos d’Esquadra intervenidos, la libertad de expresión en los medios públicos amordazada... en unas elecciones convocadas por el gobierno español a través del artículo 155 y no por quien tiene facultad de hacerlo, con una ciudadanía amenazada, una deriva frentista alimentada con no disimulados apoyos mediáticos y legales de parte... Y, sin embargo, todo fue inútil. Ni con esas condiciones los partidos constitucionalistas fueron capaces de ganar las elecciones. Por el contrario, la participación (82%) superó todas las expectativas -el máximo histórico desde 1980- y las fuerzas independentistas revalidaron la mayoría parlamentaria absoluta: entre Junts per Catalunya (JxCat), ERC y la CUP obtuvieron 2.100.000 votos (unas decenas de miles más que los que votaron por la independencia en el referéndum del 1 de octubre), es decir, el 47,5% de los votos emitidos y setenta escaños sobre 135.
Los resultados del 21-D confirman lo que ya se sabía: hay una mayoría independentista muy sólida y persistente, pero con una base social todavía ampliable si se quiere implantar una República catalana; hay una minoría constitucionalista insuficiente para gobernar Catalunya puesto que solo cuenta con el 43,5% de los votos (suma de C’s, PSC y PP) y además con proyectos muy distantes entre sí: desde el catalanismo no rupturista del PSC hasta el españolismo a ultranza del PP o el populismo españolista de C’s. Por último, hay una tercera fuerza que pugna por no ser incluida en ninguno de los dos bloques, que es claramente contraria a la política frentista, que defiende la plurinacionalidad del Estado español y apuesta por un referéndum acordado, Catalunya en Comú Podem (CatECP) que, sin embargo, se encuentra en horas bajas, ya que, a pesar de la incorporación del movimiento de Ada Colau, ha perdido votos (del 8,9% al 7,4%) y escaños (de once a ocho) respecto a la anterior legislatura.
Es importante señalar que las elecciones del 21-D han contribuido también a desmontar algunos tópicos. En primer lugar, ya no se puede hablar de una minoría silenciosa -o silenciada como les gusta decir a los dirigentes de C’s- en Catalunya. Esta vez ha votado prácticamente todo el mundo y, contrariamente a lo que a menudo se afirma, la participación no ha penalizado al independentismo que es capaz de ganar las elecciones con una participación del 82% (2017), del 77% (2015), del 68% (2012) o del 59% (2010). Algo parecido pasó en Euskadi en las elecciones de 2001 y también en este caso confirmaron que era falso que la participación penaliza a los partidos nacionalistas.
En segundo lugar, Catalunya no está dividida o, al menos, no lo está en el sentido que señalan C’s y PP, entre familias, vecinos… Sí lo está en términos territoriales, es decir, C’s obtiene su 1.100.000 votos fundamentalmente en Barcelona y su conurbación urbana y en Tarragona y su entorno. En otras palabras, su implantación territorial es todavía débil y mientras JxCat era el partido más votado en 667 municipios y ERC en 142;C’s lo era en 135, eso sí, de mucho mayor tamaño, ya que la media de población de los municipios donde cada una de esas tres fuerzas políticas fue la más votada es, respectivamente, de 1.928 habitantes para JxCat, de 2.504 para ERC y de 27.260 para C’s. Lisa y llanamente, C’s obtiene el 78% del total de sus votos en la provincia de Barcelona y el 11% en la de Tarragona. En esas dos provincias es la fuerza más votada, pero en Lleida y Girona solo es la tercera.
Por último, hay una tendencia a creer que todo sigue igual que tras las elecciones de 2015 salvo una mejora insuficiente de los partidos que apoyaron la aplicación del artículo 155. En números es cierto que solo ha habido trasvase de votos en el interior de cada uno de los bloques. En 2015, JxSí y la CUP obtenían el 47,6% de los votos (en 2017, el 47,5%) y 72 escaños (setenta en 2017);los partidos que apoyaron el 155 sumaban en 2015 el 41,5% de los votos (43,5% en 2017) y 52 escaños (57);y los comunes-podemos empeoran resultados. Sin embargo, más allá de los números globales, algunas cosas han cambiado: hoy, con la aplicación del 155, gobierna en Catalunya un partido, el PP, que solo representa al 4% de los ciudadanos, tiene tan solo cuatro diputados en el nuevo Parlamento y es el partido con peores resultados electorales habiendo sido superado incluso por la CUP, en suma todo un ejemplo de claridad democrática y gobierna a pesar de no tener apenas representación;los partidos independentistas no pueden ignorar el crecimiento de C’s, que prácticamente ha fagocitado al PP y a buena parte del PSC, y que es una realidad que representa a una parte importante de catalanes; el independentismo ha demostrado que, con todas las dificultades y obstáculos impuestos por el gobierno de España que le han impedido llevar a cabo una campaña electoral en condiciones de igualdad con los partidos constitucionalistas, es capaz de renovar la mayoría parlamentaria. No se trata, pues, de ningún suflé y habrá que establecer vías de diálogo y pacto si realmente se quiere solucionar el conflicto político que se da en Catalunya.
POR ANTONI. SEGURA I MAS *
*Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona
Los resultados se explican mucho por el carisma de Puigdemont. Sólo su figura ha salvado al PDECat de un hundimiento mayor. Por eso el PDECat se aferra a su figura como antaño se aferraron a la de Pujol.
Por otro lado pese a la ayuda mediática Ciutadans nunca ha podido gobernar Cataluña. Para eso hubieran necesitado la ayuda de CeC y su relación con los de Colau es muy mala.
No se ha hablado mucho de ello pero el Psc se dio una torta en estas elecciones. La campaña mediática había sido muy fuerte para ayudar a Iceta y solo han ganado un escaño. Su alianza con los restos del naufragio de UDC no ha funcionado y Duran i Lleida no ha podido consumar su venganza contra el PDECat. Yo creo que un partido tan endeudado como el Psc va camino de la quiebra. Para esto Espadaler puede serles muy útil pues ya tiene experiencia en lo de los concursos de acreedores.
Publicado por: Señor Negro | 12/30/2017 en 12:40 p.m.
Las Islas Feroe convocan un referéndum de autodeterminación para 2018.
http://www.lavanguardia.com/internacional/20170213/414290688220/islas-feroe-referendum-autodeterminacion-2018.html
1º Recordemos que las Islas Feroe no son ninguna colonia danesa y ya tienen desde hace tiempo una amplia autonomía.
2º ¿Votará toda Dinamarca el futuro de las Feroe o como siempre se hace solo las Feroe?.
3º ¿Si sale el "SI" claro y en alguna isla sale el "NO", esa isla seguirá con Dinamarca o será independiente de Dinamarca y de las Feroe, llamándose "Feroarnia", o como suele ocurrir siempre en estas cuestiones decidirá todo el territorio?.
4º ¿El REFERENDO será consultivo (como siempre solo ocurre en España) o vinculante (como ocurre en todas las democracias y en el resto del mundo)?.
5º ¿Si sale el "SI" por un solo voto mas allá del "NO", se aceptará, como se proponía en otros Referendos como Quebec, Escocia, etc.?.
6º ¿En la Constitución Danesa, está expresamente recogido el Derecho de Autodeterminación o el Derecho a Decidir o tampoco es necesario que esté "recogido", ni va a haber ningún cambio constitucional, aunque también podría haberlo, pues en una democracia es necesario que cualquier idea pueda expresarse y MATERIALIZARSE..., que para eso es una DEMOCRACIA y con eso basta y sobra, siempre que lo que se proponga se haga de forma no violenta, democrática, no sea algo racista, etc., como es el caso de Las Feroe (también el catalán)?.
7º ¿Mandará Dinamarca policía y ejército para impedir el referendo?.
8º ¿Terminará o Suspenderá Dinamarca con la autonomía de las Islas Feroe? (Recordemos que España ha vuelto a amenazar a Cataluña y resto de comunidades que como las cosas no vayan como ella diga, pues mas 155 para todos).
9º ¿Meterá Dinamarca a los políticos de la Feroe en prisión?.
10º ¿Habrá exiliados de las islas Feroe en otros países?.
11º ¿El jefe del estado danés (el rey..., si no me equivoco además pariente del actual Felipe VI de España), amenazará a los de las Islas Feroe?.
12º ¿Está la población de las Feroe y la danesa "DIVIDIDA" por esta cuestión o mas bien mas allá de alguna inquietud (como en cualquier cita electoral en donde SIEMPRE las hay...), lo ven como algo normal en una democracia?.
12º Ya sabemos que este caso es diferente al español, todos lo son, de hecho todos son diferentes entre si, pero al final su solución parecer ser siempre similar, excepto en España que es donde no se soluciona nunca nada..., al final..., ¿no será que la que es diferente y una anomalía democrática es España...?.
13º Si alguien dice que las Feroe son unas islas, entonces en Baleares y Canarias, ¿España permitiría el derecho a decidir?.
14º ¿Ha comprado billete para las Feroe, Vargas Llosa o "mirará para otro lado"?.
Publicado por: Sony | 12/30/2017 en 02:56 p.m.
15º ¿Impulsará el gobierno danés que las empresas de Feroe se marchen a Dinamarca? ¿Y si lo hace cambiando leyes expresamente ad hoc, o presionando, o amenazando, o chantajeando? ¿Y si solo lo hace como medida propagandística sin efecto práctico real inmediato, como figurita propagandística? ¿No sería un escandalazo?
16º ¿Apalizarán viejas feronianas? ¿Lo veremos en la tele? ¿Negará el gobierno danés lo que veremos en la tele?
Publicado por: -- | 12/30/2017 en 08:23 p.m.
SI CATALUÑA SE INDEPENDIZA, PODRÍA DAR UNA AUTONOMÍA A TABARNIA..., ES LO QUE ESPAÑA HACE.
Publicado por: Sony | 12/31/2017 en 02:29 a.m.
Hombre, comparar la dmocracia danesa con la dictadura española no es lógico.
Allí harán las cosas con democracia y elegancia, no como en la plaza de toros española donde domina el odio.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2017 en 07:57 a.m.
Rajoy después de un acto al que ha asistido ha deseado a los presentes un feliz 2016.
Esto confirma la deriva hacia el pasado de la banda.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2017 en 02:15 p.m.
El efecto Catalunya: así afecta en el País Vasco, Andalucía y Galicia. Nada será igual tras el 21-D cuyos efectos no se notarán sólo en Madrid sino que se extienden también al resto de comunidades autónomas.
http://www.lavanguardia.com/politica/20171231/433984009162/el-efecto-catalunya-asi-afecta-en-el-pais-vasco-andalucia-y-galicia.html
Publicado por: Sony | 01/02/2018 en 01:48 p.m.