Los kosovares creen que su independencia les llevará a un futuro mejor
Kosovo afronta el X aniversario de su declaración de independencia en la encrucijada de su integración en la UE -que bloquean cinco países, entre ellos España- y con un creciente distanciamiento de las nuevas generaciones respecto al logro de sus mayores en la guerra, pues ya son solo adultos y niños quienes enarbolan las banderas.
El bulevar de la Madre Teresa ofreció ayer el sol a los viandantes, que, provistos de sus cámaras inmortalizaron la jornada con selfis y banderas y escudos de la joven nación como fondo.
Actividades lúdicas para los niños y el concierto de la cantante Rita Ora, estrella británica nacida en Kosovo, fueron el principal atractivo en la víspera de las celebraciones institucionales que tendrán lugar hoy en el Parlamento con su sesión solemne y en la recepción y discurso del presidente de Kosovo, Hashim Thaci.
Con las ofrendas florales de algunos veteranos comenzó una emotiva jornada para quienes perdieron a sus seres queridos y, muy especialmente, de quienes combatieron y dejaron parte de su vida y salud, como Hasan Castrani, combatiente y antes preso político. Este ya abuelo rememora lo terrible que fue su estancia en los años ochenta en la prisión de Goli Otok, en la desértica y deshabitada isla croata de Goli, en el norte del mar Adriatico.
Orgulloso con su atuendo y distintivos del UCK (Ejército de Liberación de Kosovo) Castrani se junta con sus camaradas, a los que sobrepasa en edad, y acuden a la estatua del héroe de la resistencia kosovar Zahir Pajaziti para depositar el ramo que honra a sus compañeros ya desaparecidos.
Aun así, confiesa que “el peor castigo lo sufrí en la peor cárcel, la de peor fama que existe y quizás no solo en los Balcanes, sino en todo el mundo en aquellos tiempos”. Considera que “las generaciones anteriores han sufrido bastante para ver este día y hoy los jóvenes por lo menos sienten la satisfacción y también tienen la oportunidad de desarrollarse más, y esperar un futuro mejor en albanés y respirando siempre nuestro idioma materno”.
Por el centro de la ciudad, donde los jóvenes capitalinos abarrotan las terrazas al caer la tarde, dos madres con sus seis hijos mostraron confianza en el porvenir y una de ellas explicó, al ser preguntada por sus estudios, que también cursan idiomas como inglés y alemán. Por su parte, la estudiante de 13 años Altina Bajralin, que regresó de Suecia donde vive para celebrar el aniversario, expresó -acompañada por su familia- su confianza en un futuro mejor para su país y destacó “los cambios en estos diez últimos años”. “Va a haber un futuro mejor para todos en Kosovo y para el país” proclamó sonriente la joven embutida en su hoodie azul como la bandera con estrellas de Kosovo.
Sabri Zylfiu, profesor de la Escuela Técnica 28 de Noviembre, opina sobre el futuro de sus alumnos nacidos en tiempos de guerra, que “se presenta, después de lo que hemos pasado, un futuro mejor para ellos”.
ALFONSO BAULUZ
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