El próximo 25 de julio celebrarán los gallegos su gran día de fiesta nacional. Además de estas efemérides celebran cada año el «Día de Galicia en Euzkadi» que cuajó como una gran celebración gallega.
Por eso al leer las referencias sobre estas festividades ha venido a mi mente el recuerdo de un hecho que creo debe ser conocido, referido al gran gallego Castelao.
Pero en primer lugar hablemos un poco de este hombre representativo de Galicia: Castelao.
Este es el apellido y la firma que aparece en todas las obras gráficas de este personaje gallego. El nombre completo de este caricaturista, humorista gráfico, acuarelista y escritor es el de Alfonso Rodríguez Castelao. Humanista, político y dibujante que brillantemente presentaba este gallego insigne que tuvo una activa participación en la vida socio-política de su patria antes y después de la guerra civil. Esa vida terminó, en el exilio en Argentina, con su muerte en Buenos Aires en 1950, a los 64 años, once después de finalizada aquella lucha fratricida sin haber podido regresar a su patria. El Gobierno franquista no permitió nunca tampoco el reintegro a su tierra de origen de los restos de este muy querido personaje.
Desde el punto de vista de caricaturista personal que era, es interesante decir que formó parte de la corriente simplicista de la caricatura personal originada en Europa por los años 30 con una consistente representación de España encabezada por Bagaría y continuada por Rivera Gil, Del Arco, Robles, Cebrián y algunos otros más, en la cual los caricaturistas buscaban la expresión exterior y también interior de «la víctima» con la menor cantidad de líneas posible. Esta corriente se extendió también a América Latina y la integraban caricaturistas importantes como Rivero, Alfa, Medo, Niñón y Kit, entre otros.
Pero esta nota no debe terminar con la anterior reseña caricaturesca sino con la demostración de la rigidez y ridícula dureza con que actuaba la censura en la España de la postguerra franquista. Es según la reproducción de una orden emanada de la titulada «Dirección General de Prensa» a todos los periódicos de España el día de la muerte de Castelao en la lejana Buenos Aires (8-1-50), la cual resultaría humorística en su final, si no encubriese el peligro de cárcel o de asesinato para tantos que la vivieron, como fue el caso de otro caricaturista, «Bluf». La orden decía textualmente «Dirección General de Prensa. Circular 8-1-50. Habiendo fallecido en Buenos Aires el político republicano y separatista Alfonso Rodríguez Castelao, se advierte lo siguiente: La noticia de su muerte se dará en páginas interiores y a una columna. Se elogiarán sus características de humorista, literato y caricaturista, destacando su personalidad política siempre y cuando se mencione que aquella fue errada y que.se espera de la misericordia de Dios el perdón de sus pecados...».
Sin más comentarios.
Iñaki Anasagasti
También parece relevante recordar exactamente que es lo que no gustaba de Castelao. El representa un líder incontestado y reconocido y no solo eso, el representa todo lo relacionado con la aprobacion del estatuto y la legalidad republicana de la autonomia gallega. No por casualidad se convierte en el primer Presidente del Consello da Galiza, gobierno gallego en el exilio. Ejemplo de este liderazgo es la pompa con la que se realiza su entierro, " como un jefe de estado" tal y como lo refiere la prensa argentina de la época.
Eso es lo que, ademas de su ideologia, censura y teme el franquismo: legitimidad republicana, jefatura del gobierno gallego y liderazgo indiscutible de toda la comunidad antifranquista gallega en el exilio.
Publicado por: luiz | 05/30/2018 en 01:56 p.m.