El entusiasmo europeísta de hoy no es una cosa reciente. Es sabido que nuestro ingreso en la Comunidad Europea se vio retrasado largamente por no tener unas instituciones políticas democráticas homologables. Hasta no tener vigente la Constitución de 1.978 no se tomó en serio nuestra solicitud.
Pero ello no quiere decir que no se nos quisiera o que se nos marginase. Desde el primer momento los demócratas hispánicos, en sus múltiples ideologías se definieron por la Europa unida. Y así en el Congreso de La Haya, en mayo de 1948 en el que ejerció la presidencia honoraria Winston Churchill los exiliados españoles -del interior no pudo asistir nadie por razones obvias- tuvieron un papel relevante destacando la intervención de Salvador de Madariaga como presidente de la comisión cultural. Inmediatamente se organizó el Movimiento Europeo internacional que ha estado presidido por destacadas personalidades de las tres grandes familias ideológicas predominantes en Europa: demócrata-cristianos con Maurice Schumann o Walter Hallstein, socialistas como Paul-Henry Spaak o Enrique Barón y liberales como Jean Rey o Gastón Thorn. Consecuentemente también se organizo una sección española del movimiento internacional que se constituyó en París en los locales del Gobierno vasco en el exilio y que se denominó Consejo Federal Español. Este hecho de la ubicación de las sesiones iniciales del Consejo Federal Español en la delegación vasca tiene sin duda una gran importancia, como puede suponerse, porque los vascos, en concreto el Lendakari Aguirre, terciaron en favor de la introducción de la palabra federal e invitaron de inmediato a los catalanes exiliados y así, ya en las conversaciones preliminares asistieron Carles Pi Sunyer, Josep Tarradellas, Nogués y Sauret. Y antes éstos se reunieron con los dirigentes vascos José Mª Aguirre y F. Javier de Landaburu para conseguir que la personalidad de Euzkadi y la de Cataluña fuesen debidamente tenidas en cuenta.
Finalmente los días 7 y 8 de febrero de 1948, se constituyó formalmente el Consejo. Desde entonces se han ido sucediendo varios presidentes: Rodolfo Llopis, Manuel de Irujo, Miquel Coll i Alentorn, Fernando Álvarez de Miranda y actualmente Carlos Mª Bru. En la reunión fundacional se planteó de inmediato la conexión con el interior.
Hay que tener presente que en Cataluña el tema europeísta ha sido y es muy vivo e incluso en las difíciles circunstancias en las que se hallaban los grupos democráticos del interior consiguieron hacer llegar su voz. Así el historiador Ferran Soldevilla y el jurista Maspons y Anglasell redactaron un manifiesto que firmaron una serie de intelectuales y personalidades políticas. Solo citaré uno de cada sector de los más de veinte firmantes: Carles Riba Miquel Coll Alentorn. Este documento fue trasladado hacia París por un socialista llamado Bellsoleil y parece que no se encuentran copias porque lógicamente en el interior –por prudencia- no se quedaban duplicados.
Poco después se constituía “el Consell Catalá del Moviment Europeu" y el mismo fue un constante ir y venir entre Barcelona y París. El ”Consell” ayudó a muchos jóvenes catalanes a viajar para asistir a cursos sobre europeísmo. Habrá que rehacer muchas páginas de nuestra historia contemporánea, y ésta es una de ellas.
Pero lo que ya no es historia es que el "Consell Catalá del Moviment Europeo" constituido hace setenta años sigue vivo y sobre todo muy activo y en estos momentos ya celebra en Barcelona un congreso internacional sobre la Europa de los ciudadanos. Aunque no se trate de un Congreso conmemorativo, será bueno que cuando establezcamos las bases de lo que será la Europa unida que deseamos con plenos derechos para sus ciudadanos en el ya próximo 1992, no olvidemos a quienes pusieron sus fundamentos en el invierno de 1949.
FERRAN CAMPS
La Comisión Europea recomienda que se pegue un recorte brutal a las pensiones essspañolas n los próximos años de f orma que el tope esté en el 50% del salario en activo.
Desde este punto de vista las instituciones europeas van a ser los nobles modernos con ingresos obscenos y disciplina calvinista para lso súbditos de baja estofa, o sea casi todos.
Pues vaya,como en el siglo XVII.
Publicado por: CAUSTICO | 05/29/2018 en 05:02 p.m.