Por: Cristina Sagarzazu, viuda de Montxo Doral
Hace 60 años decidisteis por vuestra cuenta (no eran tiempos para consultas) luchar por liberar a Euskadi del yugo franquista y de la opresión del Estado español, llevando a cabo acciones simbólicas no sangrientas y explicándolas en ruedas de prensa a cara descubierta, en Iparralde.
En esa época contabais con muchas simpatías que, evidentemente, no podíamos expresar. Pero poco a poco me perdí. Aquellos comunicados sobre vuestras distintas asambleas, las diferencias entre ETAm, ETApm, berezis, etc. Vuestras justificaciones para secuestrar, asesinar, extorsionar, eran inaceptables y además nos decíais que lo hacíais por nosotros, por el pueblo vasco y en nuestro nombre.
Durante años participé en manifestaciones en las que os decíamos que pararais. Era la mayoría de vuestro pueblo la que os lo pedía en manifestaciones y a través de las urnas, pero no servía de nada. En 2011, dejasteis la lucha armada y ahora decidís disolver ETA. Vale, pero tenéis las manos manchadas de sangre, no os disolváis en este Pueblo. Bastante lo habéis manchado ya.
La forma en que lleváis a cabo este proceso es de todo menos valiente. Si tan justificables eran vuestros actos, deberíais detallar cuáles fueron y los autores de los mismos. A eso llamo yo responsabilidad y honestidad.
Por cierto, el asesinato de mi marido ha prescrito, así que creo que sus autores no tienen nada que temer de los tribunales. Quizás echéis en falta algún comentario sobre la tortura, los asesinatos y el menosprecio a los derechos humanos por parte de otras organizaciones contra las que también me he declarado, pero esta carta es solo para vosotros.
Nada es más horroroso que perder a un ser querido porque unas personas decidan eliminarle.
No por una enfermedad o un accidente,muy cruel también,sino por un acto voluntario de otro.
Creo que es una lección suficientemente asumida por la sociedad vasca.
Publicado por: CAUSTICO | 07/31/2018 en 05:13 p.m.
Besarkada bat Cristina
Publicado por: -- | 08/02/2018 en 04:33 p.m.