El “escenario teleológico” sería aquel en el que “la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión, pero tras el triunfo de Donald Trump en las Presidenciales de EE.UU, asistiremos a la irrupción de un “escenario teleonómico” en contraposición al llamado “escenario teleológico” vigente en la actual sociedad occidental y que vendrá marcado por dosis extremas de volatilidad.
Trump y el cambio cualitativo
El concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que trasladado a la esfera política de EEUU, se tradujo en la presencia de candidatos auspiciados por la dirección de los Partidos hegemónicos en EEUU (Demócrata y Republicano) para perpetuar el estatus quo dominante, . En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibrio interno y se crea una situación nueva, tesis representada por el iconoclasta Trump y que fue asociado por el aparato mediático del sistema dominante (mass media) con el advenimiento del caos. Por caos (Khaos o “vacío que ocupa un hueco en la nada”) entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se estaría gestando en EEUU.
Trump, la bestia negra del establishment
Wright Millsen su libro “The Power Elite” (1.956), indica que la clave para entender la inquietud norteamericana se encontraría en la sobre-organización de su sociedad. Así, establishment sería “el grupo élite formado por la unión de las sub-élites política, militar, económica, universitaria y mass media de EEUU”, lobbys de presión que estarían interconectadas mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses y dirigidas por la metafísica militar”, concepto que se apoya en una definición militar de la realidad y que habría transformado la economía en una guerra económica permanente y cuyo paradigma serían los Rockefeller al participar en los lobbys financiero, industria militar y judío y uno de cuyos miembros, David sería el impulsor de Trilateral Comission” (TC) o Trilateral(1973).
Sin embargo, el biólogo Lyan Watson en su obra “Lifetide” publicada en 1.979 afirma que “ si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad”, para lo que es necesario que un determinado número de personas (Masa Crítica), alcance una conciencia más elevada , momento en que el individuo es capaz ya de realizar un salto evolutivo y lograr un cambio de mentalidad , tesis conocida como “Teoría del Centésimo Mono” y que tuvo su plasmación en la sorpresa electoral de Donald Trump, candidato en principio totalmente refractario a la disciplina de partido y devenido en la “bestia negra” del establishment neocon.
¿Será Donald Trump el último Presidente electo de EE.UU.?
En una conferencia pronunciada por Trump en la sede de la influyente revista política “The National Interest”, Donald Trump expuso las líneas maestras de su política exterior que podrían sintetizarse en su lema “Estados Unidos lo primero”, lo que de facto supondría suponer un retorno a la Doctrina Monroe (América para los americanos) el retorno al proteccionismo económico tras cancelar el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México (TLCAN) y la intervención de EEUU en el llamado “patio trasero” (América Latina). Asimismo, Trump preconizó la entronización del G-2 (EEUU y Rusia) como “primus inter pares” en la gobernanza mundial lo que supondría un misil en la línea de flotación del complejo militar-industrial que tiene perfilado para la etapa post-Obama la recuperación del papel de EEUU como gendarme mundial mediante un incremento extraordinario de las intervenciones militares estadounidenses en el exterior (léase Nueva Guerra en Oriente Medio). En consecuencia, se estaría gestando una trama endógena para mediante métodos expeditivos (léase Magnicidio) truncar la carrera política de Trump, tras lo que asistiremos a escenarios de enfrentamiento civil que culminarán con la implementación de un Gobierno militar teledirigido por el verdadero Poder en la Sombra de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno) y que supondrá el finiquito de la sui generis democracia estadounidense.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ Analista
El imperio yanqui es un imperio muy decadente. De hecho está en decadencia desde principios de los 70 cuando se empezaron a quedar sin petróleo. Cuando los yanquis llegaron a su peak oil en diciembre de 1970 dejaron definitivamente de ser independientes energéticamente y tuvieron que meterse más y más en los conflictos de Oriente Medio. Consiguieron mantener la hegemonía mundial gracias a los saudíes pero ya nunca han vuelto a ser capaces de ser la potencia generosa que eran en los 60. Para más inri con Reagan las desigualdades en EUA aumentaron mucho y han vuelto a un reparto de la riqueza parecido al de los años 20. Total muchos yanquis ya tienen la sensación de que sus padres habían vivido mejor que ellos y la cosa irá a más porque cada vez el petróleo será menos rentable energéticamente.
Lo único que salva a los yanquis es que el mundo sigue confiando en el dólar y con el dólar pueden comprar materias primas que de otro modo serían prohibitivas para ellos. Pero ya se escucha el canto del cisne del imperio yanqui y Putin quiere que el dólar sea sustituído por otra moneda en el comercio mundial. Con esto Putin podría dar la puntilla al imperio americano, especialmente si los chinos le siguen y se apuntan a su nueva moneda. Si Moscú y Beijing juegan bien sus cartas el imperio yanqui, como tantos otros en el pasado, colapsará. ¿Entiende Trump la situación? No lo creo. ¿Volverán los saudíes a salvar a Washington? No creo que puedan.
Donald Trump es el Cómodo yanqui.
Publicado por: Señor Negro | 08/14/2018 en 05:51 p.m.
Por cierto, Donald Trump está consiguiendo otro gran éxito con Turquía. Turquía es miembro de la OTAN desde hace décadas (otra prueba de que en la OTAN se aceptaban dictaduras) y no hace falta ser geógrafo profesional para ver que ocupa una posición privilegiada en el mundo. A caballo de Asia y de Europa Turquía cierra el mar Negro y controla el Mediterráneo oriental. Además bordea países tan estratégicos como Siria, Irak o Irán. Así que con sus provocaciones Trump puede que haya perdido definitivamente Turquía. Para ser honestos hay que decir que Hillary Clinton ya la había empezado a perder y que Erdogan es un hueso duro de roer pero Trump no entiende la importancia de Turquía.
Total Turquía va cayendo poco a poco en la órbita rusa. ¿Será esto el principio del fin de la OTAN?
Publicado por: Señor Negro | 08/14/2018 en 06:19 p.m.
Parece política ficción.No creo que este pirado haya llegado ala casa Blanca sin el apoyo de los militares y de los fabricantes de armaS.
Además goza de las simpatías de la mayoría de los votantes yankis y no deja de ser un pelele fácimente manipulable, simepre y cuando tome su medicación.
Antes habrá un régimen militar en España que en USA.
Los ahora votantes de C`s, Partido Corrupto y bastantes del PSOE lo aceptarían de buen grado.
Publicado por: CAUSTICO | 08/14/2018 en 06:54 p.m.