Siete cuadros incautados durante la Guerra Civil pasaron a manos de los herederos de la familia
El 9 de julio de 1940, Ramón de la Sota y Llano, quien había fallecido cuatro años antes, fue condenado por el Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas a una multa de 100 millones de pesetas por subversión. El industrial bilbaíno fue acusado «de estar afilado al PNV y ser su mayor protector económico, pisotear la bandera española en el año 1893, ocupar el cargo de diputado a Cortes por Balmaseda con la significación de nacionalista, no jurar la Constitución española, suscribir un telegrama, junto con otras cincuenta personas, al presidente de los Estados Unidos, Sr. Wilson y dar dinero para las elecciones».
Al no alcanzar en efectivo el importe total de la sanción -en esos momentos sólo se pudo reunir 38 millones- el régimen franquista procedió a embargar todos los bienes, entre los que se incluía el palacio de Ibaigane, la naviera Sota y Aznar, Euskalduna, Altos Hornos de Mediterráneo, numerosas acciones del Banco Vizcaya, y un sinfín de inmuebles, un patrimonio que en la actualidad podría haber alcanzado, según estimaciones de la propia familia, un valor de 300.000 millones de pesetas.
La familia Sota tan sólo consiguió salvar de la «multa de guerra» algunos inmuebles como el edificio de la Gran Vía que la mujer del industrial vasco, doña Catalina Aburto Uribe, reclamó como bienes gananciales.
Más de cincuenta años tardaron los herederos de Ramón de la Sota en reunir prácticamente la totalidad de patrimonio perdido, y en 1994, les hicieron entrega efectiva de siete cuadros, situados en distintas dependencias del partido judicial de Bilbao. «No tienen un gran valor económico, pero sí un importante valor simbólico. Eran unos bienes que nos pertenecían y que tenían que volver a nuestra propiedad». José María de la Sota Guimón, biznieto del industrial vasco, representó a los 70 herederos de Ramón de la Sota y Llano y de su esposa Catalina Aburto.
Los descendientes del matrimonio, que tuvieron once hijos, no han hecho dejación de sus derechos ni un solo momento. Desde entonces han estado reclamando lo que siempre han considerado suyo.
La recuperación de la herencia no ha sido nada fácil. Algunos de los bienes embargados fueron vendidos a particulares por el Estado, por los que recibieron casi nueve millones de pesetas. Los restantes fueron adscritos a diversos departamentos oficiales, tanto civiles como militares.
Sesenta y dos millones
Al amparo de una ley promulgada en el 68, la comisión de herederos (integrada por 70 miembros descendientes de Ramón de la Sota) solicitó a la Hacienda Pública la cesión de las propiedades embargadas por el Estado, para las que finalmente se fijó un precio: sesenta y dos millones, aunque la Administración consideró que quedaban fuera de cesión los inmuebles de la Comandancia Militar de Marina de Bilbao por estar considerada una afectación expresa al Ministerio de la Marina.
A pesar de que se interpuso recurso contra la decisión, el Tribunal Constitucional confirmó, ya en el año 1982, en pleno estado democrático, que la familia Sota tenía que abonar en la delegación de Hacienda de Bilbao la multa por las responsabilidades políticas, más recargos y costas, por los «delitos» infringidos por Ramón de la Sota y Llano durante la contienda civil.
«Ahora nos falta por recuperar tres marinas, algunos cuadros y sobre todo, el edificio donde está ubicada la Comandancia de Marina, que esperamos que dentro de poco pueda volver a nuestras manos. Narcís Serra, por aquel entonces secretario de Estado de la Defensa, nos telefoneó en abril de 1986 comunicándonos que era intención de su Ministerio cambiar la ubicación de la Comandancia, por lo que no iba a haber ningún inconveniente en la devolución. Ahora, la situación ha cambiado porque ya no dependerá de la Marina, sino que el edificio ha quedado desafectado de este Ministerio y pasará al de transportes. Es el momento de pedir que se nos devuelva lo que es nuestro».
El abogado reconoce que «más difícil será conseguir encontrar las vajillas y los muebles de las casas que fueron embargadas. Por ejemplo, el Palacio de Ibaigane se nos devolvió vacío. Como nota anecdótica puedo contar que mi padre ha comido en vajillas que pertenecía a mi familia. Pero una cosa es saberlo y otra muy distinta demostrarla. Sabemos que nunca recuperaremos estos enseres».
Maite Redondo
También los nazis se llevaban a casa lo que robaban en las casas embargadas a los judíos.
¡Por Dios y por España!
Publicado por: CAUSTICO | 10/18/2018 en 07:22 a.m.
La familia Franco dicen que tienen unas estatutas de la catedral de Santiago, en ese pazo que también les discuten, a parte de otras cosas que pudieran tener....
Publicado por: Sony | 10/18/2018 en 10:00 a.m.
Ley de Presidencia catalana: El TSJC considera que Torrent no desobedeció por tramitar la ley para investir a Puigdemont - Público
https://www.google.es/amp/s/m.publico.es/espana/ley-presidencia-catalana-tsjc-considera-torrent-no-desobedecio-tramitar-ley-investir-puigdemont.html/amp
Se están empezando a hartar los tribunales de que los políticos no hagan su trabajo y se lo pasen a ellos?
Publicado por: Sony | 10/18/2018 en 06:48 p.m.
Ver "Entrevista exclusiva a Carles Puigdemont en Waterloo" de Xabier Lapitz en YouTube
https://youtu.be/VexclkFrn-0
Publicado por: Sony | 10/18/2018 en 07:56 p.m.
Como no tengo un correo electrónico suyo, me atrevo a escribir a través de este blog. Me llamo Sonia Santos. Trabajo como profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Dentro de la colección de arte de nuestra Universidad hay una obra, una pintura sobre tabla del siglo XV, que creo procede del Retablo de san Pedro del pueblo burgalés de Robredo de Valdezamanzas. En el Museo del Prado existe otra obra del mismo autor, el Maestro de Robredo y, según la información que aporta la página web del Museo, también se conservan otras dos tablas del mismo retablo, la Detención de san Pedro y San Pedro entronizado entre san Pablo y san Andrés, que pertenecerían a la antigua colección La Sota. Me gustaría saber, si es posible, si estas obras pertenecen a su familia y si podría obtener alguna fotografía de las mismas, a fin de documentar también la que tenemos en la Facultad y de la cual se desconoce todo, incluso su procedencia. La de la Facultad es el Juicio de San Pedro ante Nerón. Espero no incomodarle mucho con esta historia.
Estoy también tratando de documentar la de la Facultad haciendo reflectografía infrarroja para ver el dibujo subyacente y compararlo con el de otras obras del autor. No sé si podrían decirme algo sobre el paradero de las obras del retablo de San Pedro.
Publicado por: Sonia | 02/08/2021 en 01:28 p.m.