No recogió la prensa bilbaína la noticia -no había periódicos nacionalistas, tras la represión gubernamental-, pero el domingo 23 de abril de 1899, se produjo un acontecimiento importante en la historia del nacionalismo vasco: se inauguró el «Centro Vasco» de Bilbao. Era la segunda sociedad que promovía Sabino Arana, tras el Euskeldun Batzokija, clausurado dos años antes, como consecuencia de la política antiseparatista del Gobierno durante la guerra de Cuba. Ceferino de Xemein relata la apertura del Centro Vasco. «Con grandes fiestas en Begoña se celebró la inauguración del 'Centro Vasco'[...], entidad católica vasca, con carácter recreativo a la que los hermanos Arana-Goiri prestaron todo su calor, interviniendo en la confección del reglamento y siendo socios fundadores».
La nueva asociación vasquista, que tendría larga vida -sobrevivió hasta la Guerra Civil, e incluso estuvo abierta durante la Dictadura de Primo de Rivera-, se instaló en el n° 1 de la calle Jardines, en los locales que durante años había ocupado la sociedad liberal El Sitio, antes de construir su sede de Bidebarrieta. ¿Era el Centro Vasco una agrupación nacionalista? Sí y no. «La Sociedad es católica y vasca, prohibiéndose toda cuestión política», afirmaba Luis Arana, que precisaba: «Nadie en este punto más interesado que el nacionalismo pues así está por encima de todo y tiene ancho campo para hacer prosélitos». En otras palabras: el Centro Vasco estaba promovido por nacionalistas, pero no se confesaba explícitamente como tal, aunque su propósito era atraer gente al PNV «No tiene el Centro carácter político pero la tajada se la llevará el nacionalismo», resumía Kizkitza recogiendo palabras de Luis Arana.
Apertura ideológica
La formación y configuración del Centro Vasco reflejan la situación que desde el otoño de 1898 vivía el nacionalismo y su decisión de optar por nuevas alternativas. En septiembre del 98 el PNV había alcanzado su primer éxito electoral, al ser elegido Sabino Arana diputado provincial. Además, Sota y miembros de la sociedad liberal-fuerista Euskalerría se habían aproximado al nacionalismo, ampliando las bases sociales e ideológicas del movimiento. Pero el partido de Arana carecía, tras el cierre del Euskeldun Batzokija, de sedes sociales. En plena euforia postelectoral, el nacionalismo proyectó, cuenta Javier Corcuera, «consolidar de modo estable su presencia ciudadana». ¿El medio? Crear una sociedad donde contactar con posibles simpatizantes y atraerlos al nacionalismo.
De ahí la idea de formar el «Centro Vasco», cuyas definiciones y criterios de admisión se alejarían de la ortodoxia del Euskeldun Batzokija. Estaría dirigido por nacionalistas, pero abierto a «vascongados», perteneciesen o no al PNV «El verdadero propósito que animó a los fundadores de esta sociedad no es otro que la unión del mayor número posible de vascongados para cultivar y fomentar el entusiasmo por nuestras cosas», escribía el periódico Euskalduna. El nacionalismo, en el que habían ingresado euskalerriacos que no compartían la radicalidad sabiniana, optaba por abrirse a la sociedad. El Centro Vasco hasta admitiría como socios a «no pertenecientes a la gran familia vascongada». Quedaba lejos el exclusivismo apellidista del primer batzoki.
1.144 socios
Tras el cierre del Euskeldun los nacionalistas bilbaínos venían reuniéndose en el café que regentaba Manu de Endaya en la Calle Nueva. Quizás en esta tertulia se difundió la idea de los hermanos Arana de constituir el nuevo centro. El 4 de noviembre de 1898 hubo una reunión de casi 100 nacionalistas que aceptaron el Reglamento y nombraron la Junta Directiva de la proyectada sociedad. Al principio se pensó en llamarla «Euzkadi», pero el nombre se sustituyó luego por «Centro Vasco», más aséptico y acorde con el nuevo aperturismo nacionalista. Las gestiones para constituir la sociedad tropezaron con problemas políticos. A fines de diciembre del 98 el general Aguilera, en entrevista con la Junta Directiva del Centro Vasco, «aconsejaba que no se abriera», alegando que «ese Centro es una provocación a los maketos». Se salvaron las trabas y, al inaugurarse el 23 de abril de 1899, el Centro Vasco tenía la espectacular cifra de mil socios. En agosto llegaban al 1.144. Era ya la segunda sociedad político-recreativa de Bilbao, tras El Sitio, que tenía 1.500 afiliados. El nacionalismo comenzaba a tener fuerza en Bilbao.
El primer presidente del «Centro Vasco» fue Emiliano de Arriaga, que había sido socio del Euskeldun Batzokija, era corredor marítimo y escribió artículos y libros fundamentales para entender el Bilbao del cambio de siglo. El secretario fue Nicolás de Viar, que procedía de la sociedad Euskalerria: los dos ámbitos ideológicos que confluían desde 1898 en el nacionalismo quedaban así reflejados en la dirección del Centro Vasco. Esta sociedad constituyó la reorganización bilbaína del nacionalismo, tras la primera oleada represora. No fue el único paso que en aquellas fechas dio el PNV en su intento de dotarse de un nuevo entramado. El 7 de mayo de 1899 se inauguró en Bermeo el Batzoki Bermiotarra, la primera organización nacionalista creada fuera de Bilbao. Hace un siglo, pues, el PNV impulsaba organizaciones estables, para consolidar su presencia social y propagar el ideario de Sabino Arana.
Por: MANUEL MONTERO
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