Sábado 24 de noviembre de 2018
En la Iglesia San Vicente, este viernes, con la iglesia llena, despedimos a Unai Artetxe, persona de bien. Este año había fallecido su esposa Juli Panera. Previamente el sacerdote leyó un escrito de la familia precioso que hizo llorar a todos por su cuidada redacción, sencillez, respeto y enunciados positivos. Y allí estaban hermanos, hijos y nietos en este año duro para la familia Artetxe. Pertenecía a una de esas sagas nacionalistas del PNV represaliadas por la guerra pero que habían rehecho su visa gracias a su trabajo y espíritu emprendedor.