La República española en el exilio.
Con ocasión de haber desaparecido hace muy pocos días la República Española en el exilio, que fue anunciada poco después de conocerse los resultados de las votaciones democráticas celebradas el pasado día 15, tras cuarenta años de régimen totalitario, la redacción de DEIA ha preparado este reportaje sobre la misma como un homenaje a su labor, muchas veces desprestigiada por los representantes del Gobierno de Franco, y que, por muy diversas razones, permanece absolutamente desconocida para la mayoría de los españoles.
El largo camino del Gobierno de la República por recuperar su legalidad tiene su base en el manifiesto de abdicación de Alfonso XIII, firmado el 14 de abril de 1931, en el que el monarca se apartaba de España "reconociéndola así como única señora de sus destinos".
El último Gobierno de la República se prolonga hasta 1945 y, después de la desorganización posterior al fin de la guerra, con el apartamiento de Azaña, y la distancia geográfica que dispersó la emigración, es en agosto de 1945, cuando comienza la ilusión republicana, hinchada con el respaldo internacional a la jura de Martínez Barrio como nuevo presidente de la República y con el espíritu democrático de los vencedores de la guerra mundial. El "Gobierno de la esperanza", presidido por Giral, se constituye en septiembre de 1945, orientándose a la recuperación de los diseminados bienes de la República y a una política internacional, en busca del apoyo suficiente para ahogar la naciente dictadura franquista. Será la ONU, y los congresos del PSOE , en Toulouse, los principales animadores de la oposición franquista en el exilio.
Con un amplio respaldo internacional y el reconocimiento oficial del Gobierno republicano por parte de varios países, la principal labor se orienta hacia la recuperación de los bienes, para mejorar la esquilmada caja del Gobierno. Negrín, anterior presidente del Consejo, declara la imposibilidad de efectuar un balance hasta que personas y organismos republicanos le entreguen la necesaria documentación. La promesa de Giral —"fuimos arrastrados los primeros al combate y estamos llamados a representar el último acto-de la tragedia"— finalizará en un cambio de Gobierno, ante la crítica de Prieto, socialista y anarcosindicalistas, que desean un gobierno de amplia representación.
Llopis en 1947, es el encargado de formar gobierno, y lo hace prescindiendo de la legalidad republicana, aunque mantiene sus instituciones, concentrando en él a representantes de todas las corrientes democráticas españolas comienza los contactos con los monárquicos. El gobierno franquista queda excluido del Plan Mashall y de la Conferencia de Estados Europeos. Prieto critica a Llopis, acusando al gobierno de la poca ayuda proporcionada a los emigrados —750.000 de los 1 2.000.000 de francos de presupuestos—.
Álvaro de Albornoz formará gobierno, en agosto de 1947, dedicándose a la preparación de la siguiente asamblea de la ONU pero, hay tres hechos, que acercan al Gobierno republicano a la idea del futuro aislamiento internacional: se trata de la apertura de la frontera francesa, el escaso interés demostrado por Inglaterra a la cuestión española y la ayuda norteamericana a Franco, mientras que la Carta del Atlántico y las libertades prometidas se hunden en el fondo de las carteras de los diplomáticos. Mientras que socialistas y republicanos siguen sin ponerse de acuerdo, y los comunistas siguen con su idea de frente nacional, republicano y democrático, el Gobierno en el exilio comienza a sentirse sólo, falto del apoyo internacional que produjo el fin de la guerra y la derrota parcial del fascismo. Ahora, el enemigo era el antiguo aliado del Este y, en una político de contención de bloques, se necesitaba la estratégica posición española, prescindiendo de su legalidad y su anterior colaboración con Hitler y Mussolini.
En el congreso de La Haya, en 1948 sin embargo, celebrado en pro de la Unión Europea, todavía la representación oficial española está en manos de Prieto y Gil Robles, dato que, aunque moral, no deja de ser importante en el bloqueo de la España fascista.
La entrevista Franco-Don Juan, en agosto de 1948, fortaleció la postura de los exiliados partidarios de no pactar con los monárquicos. En 1950, aún con la oposición de Truman y el Departamento de Estado, USA presta 62,5 millones de dólares a España."
Con la entrada de España en la ONU, 14 de diciembre de 1955, dimite Albornoz, ocupando su puesto Gordón Ordás a quien sólo le queda Sudaméica, a la hora de peregrinar a la búsqueda de apoyos para la República. Su último acto oficial sería, antes de la designación del general Herrera como presidente del Consejo, asistir al entierro de José Antonio Aguirre, en San Juan de Luz.
El nuevo Gobierno se encuentra famélico en cuanto a carteras, pero repleto de delegados en diferentes países, en un desesperado intento de reencontrar la solidaridad internacional. En 1962 fallece el presidente de la República, Martínez Barrio, sucediéndole Jiménez de Asua. El coloquio de Munich, "contubernio" en la presa española, abrió la esperanza al europeísmo como salvador de la legalidad republicana. Perdida la solidaridad y apoyo internacionales, por la división en bloques del mundo, los republicanos vieron el auge de la Comunidad Europea como una tabla de salvación, en su negativa al reconocimiento de la España franquista. El último presidente republicano en el exilio sería Maldonado, tras la muerte de Jiménez de Asúa, pero los acontecimientos acaecidos en el interior de España iban a imponer, por primera vez, su dinámica y, con la muerte de Franco y el establecimiento de relaciones diplomáticas con Méjico, residencia del Gobierno republicano, además del fuerte impulso de los partidos de la oposición española y el regreso de los principales líderes, varios republicanos entre ellos, el Gobierno republicano en el exilio quedó como una sombra fantasmal cuya única función era la conservación de la legalidad.
Un gobierno que, no existía como tal y sólo esperaba el establecimiento de la democracia en España y la celebración de elecciones libres para entregar una legalidad conservada durante, casi cuarenta años, con gallardía y esperanza.
UNA DÉCADA DE LUCHA INCOMPRENDIDA
Diez años, desde Febrero de 1945, primera asamblea general de las Naciones Unidas, hasta diciembre de 1955, fecha de entrada de la España franquista en éste organismo, fueron suficientes para hundir las esperanzas republicanas de ver reconocida su legalidad y para observar cómo las críticas al gobierno de Franco no pasaban de amonestaciones y amenazas.
La resolución con el deseo de la ONU "de que la facción que ha sido llevada al poder en España por las armas fascistas no sea jamás representada" es aceptada por 42 votos a favor, ninguno en contra y las abstenciones de El Salvador y Nicaragua. La nota tripartita, —USA, Francia e Inglaterra— exige "la amnistía política, la vuelta de los españoles exiliados, la libertad de reunión y asociación política, así como unas medidas apropiadas para asegurar las elecciones libres", y el gobierno de la República comienza a cosechar adhesiones y reconocimientos oficiales, con la esperanza puesta en la aplicación efectiva de la democracia surgida del hundimiento del fascismo ítalo-germano.
En 1946, la ONU recomienda la retirada de embajadores y, un año ornas tarde, las medidas previstas por este organismo alcanzan al boicot económico y la interrupción de comunicaciones con la dictadura española, pero, como el hecho de incumplir las recomendaciones no suponía falta alguna, Argentina envió embajador a Madrid lo que será el síntoma del resultado de las futuras conclusiones de la ONU sobre el caso español: grandes teorías que esperanzaban a los republicanos españoles, pero que no alcanzaban la práctica. Dos años más tarde, en la tercera asamblea de las Naciones Unidas, hay asistencia franquista y logran atraer hacia su causa a varios países suramericanos indecisos. 1949 supone un nuevo fracaso para la diplomacia española, al no conseguir ingresar en la OTAN, pese a la insistencia portuguesa.
Los años cincuenta suponen el hundimiento del gobierno republicano, en sus aspiraciones de reconquista de sus atribuciones oficiales-, en 1952 la España franquista ingresa en la UNESCO y el Vaticano firma, con Martín-Artajo, el concordato de 1953. El tratado del mismo año firmado entre España y USA es el golpe definitivo que irá mermando votos, en las sucesivas resoluciones de la ONU, a la causa republicana. El problema de España se ha implicado, hábilmente, con la universidad de la Asamblea, y los Estados Unidos llegan a prometer a Rusia que no forzarán a los países aliados la oposición a la entrada de Mongolia, a condición de que Rusia facilite su postura en la votación sobre el caso español.
El 14 de diciembre de 1955, España, con 55 votos a favor, ninguno en contra y la abstención de Bélgica y Méjico, entraba en la ONU: el máximo organismo internacional había pasado, en diez años, de la oposición al régimen franquista, a su aceptación como miembro o con todos los derechos. La República sólo contaba con apoyos morales y la tradicional hospitalidad mejicana.
A lo largo de todas las votaciones sobre el caso español, podemos dividir, en tres bloques, las opiniones, y votos, de todos los países miembros de este organismo.
Argentina, El Salvador, Santo Domingo, Costa Rica y Perú votaron a favor de la España "oficial”, las dos primeras por amistad al franquismo y las otras tres amparadas en el principio de no intervención. Los Estados Unidos condenaron el régimen franquista pero, sin reconocer al gobierno republicano siguiendo, alrededor de su eje Canadá, Holanda, Brasil y Turquía mientras que, en tercer lugar, los países árabes se abstuvieron en las votaciones aunque, al final, votaron favorablemente a la dictadura, ante la perspectiva de atraer a Argentina a su lado para el problema de Palestina. Los países del Este no abandonaron a la República.
26, Junio, 1977
J. C. RAMÍREZ - ESCUDERO
Por cierto, para el día en el que se plantéen qué hacer con los restos de Jose Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange y enterrado en el Valle de los Caídos (mientras esté ahí es lugar de peregrinación de fascistas...).
Yo propongo que se le lleve a enterrar junto a su padre el dictador militar Miguel Primo de Rivera, que se encuentra enterrado en la Basílica de la Merced, en Jeréz de la Frontera.
https://es.wikipedia.org/wiki/Basílica_de_la_Merced_(Jerez_de_la_Frontera)
Publicado por: Sony | 12/30/2018 en 10:52 a.m.
Abascal le ha llamado al pobre Falangito "petit Macron" y cosmopaleto".
Están sustituyendo los recios insultos españoles por epítetos de diseño tipo hipster.
Los fachas ya no son tan machos como antes.
Publicado por: CAUSTICO | 12/30/2018 en 01:30 p.m.
En España la monarquía es un cadáver y un lastre.
Publicado por: Sony | 12/30/2018 en 09:29 p.m.
Torra llama a "rebelerarse" y recuperará las leyes sociales tumbadas por el TC
https://www.larazon.es/espana/torra-llama-a-rebelerarse-y-recuperara-las-leyes-sociales-tumbadas-por-el-tc-PK21185569
Publicado por: Sony | 12/30/2018 en 09:32 p.m.