Jesús Insausti Urkirizar (*)
LA historia ha demostrado que los problemas lingüísticos se pueden resolver sólo mediante la democracia, mediante la implantación de los principios del derecho internacional, incluida la autodeterminación de los pueblos que, en el caso de los Países Bálticos, significa un avance hacia estados independientes, hacia sociedades independientes, en las que se respeten los derechos lingüísticos de cada individuo y, especialmente, de las minorías».
Con estas palabras concluía hace unos días su conferencia en el foro de la «Fundación Sabino Arana» el profesor Mart Rannut, director del Consejo Nacional de la Lengua Estona e integrante del Congreso de Estonia. Una charla esperanzadora, pero al mismo tiempo trágica. Y es que los brutales métodos stalinistas y, después, las más refinadas técnicas de «asimilación voluntaria», «bilingüismo nacional ruso» y planificada rusificación, han llevado en la Unión Soviética a la irreparable muerte de unas setenta lenguas.
De los 195 grupos étnicos existentes en el extenso Imperio Soviético, según el censo del año 1926, se ha pasado en 1989 a 128 grupos étnicos. Todo ello en aras de los superiores ideales del comunismo y la igualdad, pero de repente todo aquel monolítico sistema se fue al garete. De nuevo, frente al caos y la crisis que se extendía por toda la URSS, resurgieron los sentimientos nacionalistas machacados durante décadas de régimen dictatorial.
«Los nacionalismos -aseguraba Mart Rannut- siempre han pervivido en la Unión Soviética. La URSS ha estado siempre inmersa en una profunda crisis moral, debido a la represión y al régimen totalitario. Existían disidentes, pero eran enviados a los campos de prisioneros. El lema era «si no está el hombre, no está el problema». Cuando se dieron los primeros pasos democráticos, y éstos han sido posibles no gracias a la perestroika sino al caos, se pudieron empezar a tomar decisiones sin tener miedo de acabar al día siguiente en la cárcel».
Dos décadas de independencia
Corría el ya lejano año de 1933. El Partido Nacionalista Vasco celebraba su segundo Aberri Eguna en San Sebastián bajo el precursor lema de «Euzkadi-Europa». Desde el nacionalismo vasco se comenzaban a hacer las primeras formulaciones en torno a la Europa de los Pueblos. Junto a los dirigentes abertzales, tomó la palabra en aquel mitin un político estoniano, el Doctor Ed-mon Amende, que por aquel entonces presidía una organización que agrupaba a las naciones minoritarias europeas.
Hoy, igual que entonces, para el nacionalismo vasco una Europa sin fronteras se presenta como la más factible posibilidad para alcanzar algún día la unificación y la soberanía plena para Euzkadi.
Y es que, al contrario que los vascos, Estonia disfrutó por aquellos ya lejanos días de más de dos décadas de independencia. Tras el colapso del Imperio Zarista, el 24 de febrero de 1918 Estonia se proclamó una República independiente y democrática. La naciente república pudo defenderse de la ofensiva de la Rusia roja y, tras el Tratado de Tartu, los soviéticos reconocían en 1920 su independencia.
Una Constitución democrática avanzada, junto al respecto a los derechos culturales y lingüísticos de sus minorías suecas, germanas y rusas, hicieron de Estonia un ejemplo más que envidiable para los jóvenes nacionalistas vascos de aquella época. A través de los artículos y libros de Luis Eleizalde, así como de las páginas de «Euzkadi», conocimos la realidad estoniana y del resto de países bálticos.
Pero los acontecimientos internacionales cortaron de cuajo aquella hermosa realidad. Los pactos secretos firmados por nazis y soviéticos situaron a Estonia en zona de influencia de la URSS. El 16 de julio de 1940 los soviéticos presentaron un definitivo ultimátum a Estonia y poco después todo el país era ocupado.
La URSS estableció un régimen de terror y decenas de miles de estonianos fueron repatriados a Siberia, al tiempo que se iniciaba un acelerado y constante plan de rusificación.
En nombre de la paz mundial
Actualmente Estonia es uno de los territorios más militarizados de Europa. Los efectivos del Ejército soviético alcanzan casi los
200.000 hombres entre una población de aproximadamente 1.600.000 personas, de las que sólo el 61% es de origen estoniano. Por eso, todavía hoy los estonianos se siguen considerando un pueblo militarmente ocupado y argumentan que la II Guerra Mundial no se podrá dar realmente por concluida hasta que se cierre esta injusta herida histórica.
«Hoy en día -recordaba el lingüista Mart Rannut- la población rusa se siente menos segura con respecto a su futuro. La pérdida de sus privilegios lingüísticos ha causado algunas sensaciones incómodas y el miedo de convertirse en una persona non grata en la Estonia liberada. Así, para ellos es más sencillo restaurar el viejo orden y sus privilegios por la fuerza, a través del Ejército soviético, que aprender lo que consideran un idioma extranjero como el estonio. Sin embargo, su argumentación no tiene ningún peso, pues desde nuestro gobierno se vela por restaurar los derechos culturales de las minorías».
Y el discurso de Mart Rannut volvía a tomar un tono fatalista. De nuevo las superiores razones de Estado y los equilibrios de la política internacional acallaban las justas reivindicaciones de un pueblo pequeño como el de Estonia.
«Existen otros principios -concluía Mart Rannut- a la hora de elaborar la política occidental, y el principal es la política de paz mundial. Nada debe perturbar esta paz mundial y el equilibrio de poder en el mundo. Muchos tienen miedo de que algo pase en la vieja Unión Soviética y que, al día siguiente, existan quince nuevas potencias nucleares en lugar de una gran Unión Soviética. Resultaría mucho más difícil firmar un tratado con todas estas repúblicas. Por eso, Occidente prefiere mantener el actual status quo. A nosotros sólo nos queda la vía de llevar a cabo una política de paciencia y pequeños pasos».
Este viernes el Soviet Supremo aprobaba el nuevo Tratado de la Unión en un aparente triunfo de Gorbachov, pero que, tal vez, esconda la victoria de las tesis más conservadoras del aparato del PCUS. Hay quien ya ha afirmado que el Ejército ya tiene una coartada legal para sofocar las reivindicaciones independentistas de Estonia, Lituania, Letonia, Georgia, Moldavia o Armenia. Al tiempo, la explosiva situación del Estado yugoslavo es el espejo en el que se mira la Unión Soviética. El futuro es más que incierto.
Entre tanta desazón, uno recuerda con admiración las palabras de otra estoniana, la inolvidable Karin Jaani, quien hace ya más de un año disertó en la «Fundación Sabino Arana». «En Estonia -señaló la dirigente de la Unión Democristiana- no se correrá el riesgo de la utilización de métodos violentos o terroristas en defensa de nuestras reivindicaciones nacionales. No, la gente de Estonia somos nórdicos, nos falta temperamento, nuestro único camino hacia la independencia es un camino parlamentario, paso a paso, muy despacio y sin enfadarnos».
(*) Presidente de la «Fundación Sabino Arana»
Deia (14.07.1991)
Como despedida de 2018 cito a modo de ejemplo un hecho que define muy bien la situación española:
Los miembros de la famosa manada siguen en la calle y la ciudadanía está más atenta a los cotillones que a cosas así.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2018 en 07:14 a.m.
La bocazas andaluza Susana Díaz dice defender la autonomía andaluza "en contra de populismos y nacionalismos egoistas".
No entiendo la razón por la que los nacionalistas egoistas españoles como esta tipa, para defender algo tiene que criticar a los demás.
Como anécdota,la Junta de Andalucía está subvencionando un experimento para que los motores de los coches funcionen con biogas procedente de residuos fecales.
Igual ahí está su futuro y recuperan los cientos de millones de los ERE.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2018 en 07:28 a.m.
En el 2018 la iglesia católica ha perdido 20 millones de Euros por la cadena de televisión 13TV, que por cierto se dedica a extender el odio y provocar radicalismo.
Si Vd. en la declaración de la renta ha puesto la X en la casilla de la iglesia, es posible que su dinero haya ido a parar a esa cadena (de retrete).
En totallos obispos han perdido ya 84 millones de Euros.
O son muy burros o esas pérdidas camuflan otra cosa.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2018 en 07:35 a.m.
Por cotillear un poquito y mofarnos otro poquito, según la prensa del hígado la extrema derecha la tiene tomada con la ex locutora Letizia.
La última andanada de críticas en la venenosa corte imperial madrileña ha venido a causa de una salida de la Leti con amigos, entre los cuales habia algún periodista próximo a Podemos.
¡Lo que les faltaba a los ultras casposos!
Lo que sí está caro es que el núcleo duro de los Borbones, incluyendo al preparao, está quitando protagonismo a la ex periodista y dándoselo a la niña Leonor.
Igualmente se arropa ya sin tapujos a Cristina en contra de la opinión de Letizia, ya que es bien sabido que ambas damas se odian con saña.
Una familia encantadora.Seguiremos mirando por la mirilla.
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2018 en 07:42 a.m.
https://www.elespanol.com/cultura/20181230/martes-trece-carcel-bromas-no-podrian-hacer/364463790_0.html
Las bromas que hoy llevarían a prisión a los "Martes y 13".
Publicado por: Sony | 12/31/2018 en 09:35 a.m.
La pepera Levy y la Ciudadana Histérica Arrimadas salen en EL CONFIDENCIAL en sendas fotos en la misma posición y el mismo grado de apertura de la boca (muy amplio) para insultar al President Torra.
¡Qué aburrimiento y qué asco!
Publicado por: CAUSTICO | 12/31/2018 en 04:51 p.m.