Fidel Rotaeche, expulsado como secretario general de la FVF por ser “desafecto al régimen franquista”.
Fidel Rotaeche es un veterano de la época dorada del fútbol vizcaíno. Primero como directivo de la Federación Vizcaína y luego como secretario general de dicho organismo, es un testimonio valioso de la historia del fútbol regional y también un protagonista de las actividades que, desde las altas esferas organizativas se operaron en beneficio del fútbol vasco. Las Memorias de fin de temporada, escritas por él antes de la Guerra Civil, constituyeron un tratado de enseñanzas y proyecciones de un deporte de minorías que más tarde se convertiría en el espectáculo más importante y popular del mundo.
Las tareas federativas de Fidel Rotaeche comenzaron en el año 24, en los comienzos de la dictadura de Primo de Rivera.
— ROTAECHE: En aquellas fechas entré a formar parte del Comité Directivo de la Federación Vizcaína, en representación del "Euzkotarra", de Baracaldo, hasta el año 1936 en que fueron suspendidas las labores federativas. Durante aquellos años fueron creándose las medidas que exigía la evolución del fútbol como deporte y como espectáculo: reglamento y estatutos; la famosa "tabla de castigos" que el secretario general de la Nacional incorporó después a la reglamentación general; el primer Comité de Competición, formado por los periodistas Jacinto Miquelarena y José María Mateos y el doctor Seve Achúcarro.
"Fin al amateurismo"
Por aquellos tiempos se empezaron a perfilar los primeros esbozos del profesionalismo que había de acabar con el "amateurismo marrón" empleado por los clubs y jugadores al terminar la guerra mundial. Por cierto, y como detalle anecdótico contaré que el primer jugador vizcaíno que firmó contrato y ficha profesional fue José Landazabal, llamado popularmente "Lakatos" por tener las piernas arqueadas como el famoso internacional checo que dejó un gran recuerdo a su paso por el campo de San Mames. "Lakatos" firmó por el Deportivo Español, de Barcelona, un contrato por tres años con un sueldo de quinientas pesetas al mes, recibiendo mil pesetas al estampar su firma. Y como contraste histórico recordaré también que la última ficha amateur que por aquellos tiempos se tramitó por nuestro organismo regional, correspondió a un jugador vizcaíno de talla internacional, que durante muchos años formó parte de la línea delantera de nuestro Athletic. Se trata de Carmelo Goyenechea. Al abandonar Carmelo sus actividades futbolísticas, el Athletic quiso premiar la pureza de su comportamiento dejando a su opción la elección del premio. Carmelo pedía como única recompensa, que el Athletic sostuviera con carácter permanente una cama a nombre suyo en el Hospital Civil de Basurto.
Expulsado violentamente
—DEIA-. ¿Cuando fue nombrado secretario general de la Federación Vizcaína?
—ROTAECHE: El año 1947. Yo había estado como refugiado político en Francia y en el campo de concentración de Merignac. Al llegar a Bilbao se me ofreció el cargo de secretario general de la FVF, creado por primera vez. Mi nombramiento, hecho por el entonces presidente Nicolás Celaya, fue aprobado por la Nacional sin ningún condicionamiento político ni adhesión al régimen franquista. De habérmelo exigido, no hubiese aceptado el puesto, por entender que el fútbol sólo puede responder en sus prácticas a la naturaleza del deporte, libre de toda contaminación política. Pero, por lo visto, los que entonces mandaban no pensaban así, ya que el año 1950 fui expulsado violentamente de la Federación sin darme tiempo a explicar el comportamiento y actividades durante el tiempo de mi actuación. Unos días después recibí la carta oficial firmada por el Presidente Lastagaray confirmándose la expulsión "por considerarme desafecto al Régimen".
La mutualidad y la escuela de preparadores
—D: ¿Como reaccionaron sus compañeros?
—R: En honor a la verdad y a la dignidad de los miembros del Comité Directivo de entonces, tengo que decir que hicieron llegar a Lastagaray su protesta. Y he de señalar el gesto de solidaridad de Endika Viguera, que en presencia del policía gubernativo de aquel acto, rompió el carnet federativo.
Durante la época de secretario general de la FVF, en Madrid se constituyó la Mutualidad de Jugadores y a su creación contribuyó el señor Rotaeche, sobre todo en sus instalaciones en Bilbao, junto al doctor Múgica. También se creó la Escuela de Preparadores.
Reconquistar el fútbol vasco
—D: ¿Qué piensa VD. del momento actual del fútbol llamado regional?
—R: Creo que se impone una revisión general de nuestras estructuras desde una perspectiva puramente regional. Potencialmente nuestra decadencia de valores es evidente. La cantera vizcaína, tan espléndida en otros tiempos, se va agotando en fuerza a la disminución de nuestros campos de juego. Este bravísimo problema de escasez de terrenos es un "handicap" que oscurece nuestro futuro, colocándonos en inferioridad de recursos con relación a otros equipos que no hace muchos años tenían que surtirse de nuestro caudal para mantener la dignidad de "su" fútbol, ahora reforzado por los extranjeros. Opino que la organización de nuestro fútbol, con una dimensión más amplia y unificada en sus peculiares funciones regionales, podría reconquistar la fuerza y prestigio del fútbol vasco.
Federación vasca de fútbol
—D: ¿Aboga por una autonomía futbolística?
—R: Como una proyección general, expuesta a estudio y consideración de los expertos de Gipuzkoa y de Bizkaia, —federativos, Clubs, etc.— opino que sería necesaria la constitución de la Federación Vasca de Fútbol, integrada por las cuatro regiones de Euzkadi. Los Clubs de categoría nacional sin perder su identidad originaria seguirían bajo la égida de la Real Federación Española, pero los equipos de categoría regionales marcharían bajo la tutela de la Federación Vasca, representada por sus delegaciones correspondientes instaladas en las ciudades donde no tendrían su sede central la Federación. Creo que la nueva estructuración, estimulada por la llamada tercera división de la Liga —que desaparecería como categoría nacional para ser incorporada a las nueve competiciones regionales— podría proporcionar una mayor vitalidad al fútbol vasco. Pienso que la analogía de los problemas e interesas del fútbol guipuzcoano y vizcaíno, facilitaría la ejecución de la idea. Y pienso igualmente que Nabarra y Araba, podrían recuperar la personalidad futbolística que antes tuvieron. Su topografía con amplias zonas de terrenos para su posible adquisición y construcción de campos de juego, reactivaría los valores positivos de la cantera vasca. No me corresponde a mí, enumerar y mucho menos dosificar los pros y los contras que en la práctica puede ofrecer el proyecto. Su análisis y valoración incumbe a los que hoy, desde sus puestos federativos, dirigen el fútbol de las cuatro regiones vascas unidos en su organización y desarrollo.
Economía, en “cuero”
—D: Brevemente, ¿qué opina de la última asamblea de la FEF de los extranjeros y de la eliminación del representante del Athletic de su Junta Directiva?
—R: De este tema se ha tratado ya en la prensa, como de los extranjeros, que han encarecido el fútbol español dejando en cueros la precaria economía de "sus" clubs, con resultados negativos en su rendimiento. Es un reparto demencial de millones de pesetas en los momentos en que España atraviesa la crisis de inflación más grave de su historia. Ya sé que para quienes todavía detentan puestos de responsabilidad en las altas esferas del fútbol español —que el franquismo adoptó como suyo, inscribiéndolo en sus anales institucionales de victorias— los antecedentes históricos no pasan de ser meros recuerdos anecdóticos. Sin embargo, cuando se trata de una injusticia siempre es interesante su evocación. Me refiero concretamente a la eliminación de nuestro Athletic de las funciones directivas de la Nacional. Jamás la representación del club bilbaíno estuvo ausente de las referidas actividades. Por el contrario, desde la época en que se iniciaron las primeras reuniones para la estructuración general del fútbol español, nuestros representantes siempre destacaron su presencia en los comités y ponencias designados al efecto.
Cuatro equipos vascos
—D: Bueno será recordarlo...
—R: Para organizar la competición de Liga, se creó la "Unión de Clubs de Fútbol" —llamada también de los históricos— formada por el "Barcelona" y el "Español"; el "Real Madrid" y el "Atlético" de Madrid; la "Real Sociedad" de San Sebastián y el "Real Unión" de Irún y el "Athletic" de Bilbao y el "Arenas Club" de Getxo. La presidencia de este importantísimo organismo le fue encargada a Manuel de la Sota, a la sazón Presidente de nuestro Athletic. He de recordar también que durante los años de la República, don Ricardo.de Irezabal —presidente honorario del Athletic— fue designado representante permanente del fútbol vasco en la Nacional, cuyos presidentes hasta el año 36, siempre reservaron para Bizkaia sus mejores atenciones y respetos en razón a nuestra colaboración en la marcha organizativa del fútbol español.
Unos derechos robados
—D: ¿Cual es ahora su situación con la FVF?
—R: He tratado de recuperar mis derechos como funcionamiento destituido -"por desafecto al Régimen", según consta en la documentación que conservo. A tal fin, y en mi deseo de buscar un cauce correcto para llegar a un arreglo amistoso que repare la injusticia cometida, he tenido conversaciones muy cordiales con los señores Ormazabal y Allende, presidente y directivo, quienes han reconocido la arbitrariedad y han tratado el problema con interés. Yo no deseo a estas alturas mi reposición del puesto de secretario general, y, además, porque en estos momentos cruciales para Euzkadi, me interesa prioritariamente la política, sin que ello reste pasión por el fútbol vasco y por el Athletic. Lo que pido es que se me pague el tiempo que estuve sin colocación y apestado por ciertos medios que obstaculizaban mi vida de trabajo. Y, en definitiva, lo que pretende es que el acta donde se registró mi "expulsión fulminante" quede sin efecto, suscribiéndose otra en la que se reconozcan mis servicios prestados a la Federación
DEIA (19 de Julio, 1977)
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