La prensa de Euzkadi hace 40 años.
La guerra civil fue el arranque de un gran silencio. Entre 1936 y 1939 se produjo el estallido, la trágica contienda, la muerte y la huida forzosa de miles de personas, con la esperanza hundida.
En la guerra civil se acallaron las voces de numerosos periódicos, que durante años habían mantenido posturas y criterios diferentes y combativos. Muchos periodistas –aquellos que salvaron su vida o no tuvieron que marchar al exilio- se vieron también forzados al silencio por la desaparición de sus órganos de expresión.
1936-37 son, concretamente, dos años clave para los periódicos de Euskal Herria, ya que bastantes de ellos mueren en este período de tiempo o se ven obligados a la clandestinidad, después de sufrir avatares de todo tipo.
Un autor bilbaíno, Alfonso Carlos Saiz Valdivielso —en su libro "Triunfo y tragedia del periodismo vasco. 1900-1939" —expone así la situación de estos años: "En julio de 1936 se inicia la cuenta atrás de una tragedia especialmente cruel para la prensa del País Vasco, abrasada ya, de tanto como se había apasionado". "En julio de 1936 la mordaza y la requisa irán agobiando el periodismo vasco hasta asfixiarlo".
Es difícil en estos momentos situarse en la angustia de aquellas fechas de guerra. Los periodistas, al igual que el resto de los ciudadanos pero con la responsabilidad permanente que el deber de la comunicación y las circunstancias externas les imponían, la padecieron en su propia carne.
José Albéniz, el último director del periódico bilbaíno "La Tarde", preguntado por DEIA sobre este diario y otros temas, nos señalaba:
"¿La ideología del periódico?. Bueno, nosotros éramos bilbainistas. Esa era nuestra ideología, por eso, cuando entraron "los nacionales" en Bilbao, nos fuimos. La Asociación de la Prensa decidió quitarme la titularidad, me expulsó. Y han pasado cuarenta años justos antes de que me dieran de alta otra vez. Creo que soy el único sobreviviente de los directores o la gente que trabajó en los periódicos que desaparecieron en la guerra, no sé de ningún otro que esté vivo".
La realidad es que, a lo largo de los primeros cuarenta años de este siglo —años decisivos en todos los terrenos— el periodismo vasco se fue consolidando y multiplicando. Era un periodismo lleno de grandes figuras y —según el documentado-libro de Alfonso C. Saiz Valdivielso— un periodismo "ardiente, vigoroso, combativo, cuantitativa y cualitativamente tan importante como el que más; un periodismo plural e irrepetible, teñido con la más amplia gama de colores políticos que se pueda imaginar-, un periodismo que perfila figuras de talla excepcional y enmarca situaciones de creación realmente insólitas" (...).
Sin embargo, la guerra terminó con buena parte de estos medios de expresión y es que "en la guerra mueren hombres y mueren periódicos".
Álava
En 1890 nacía en Vitoria en primer diario montado con criterios modernos: "La libertad", fundado por Herminio Madinabaeitia. Era un periódico no inscrito en un partido concreto, pero que abría sus columnas a toda ideología que, dentro de la moderación, se enfrentara con el enemigo común de dinásticos y republicanos" el carlismo.
"La libertad", anhelaba la devolución de los Fueros. Con el tiempo, el periódico pasó a ser propiedad de Luis Dorao, que lo mantuvo hasta 1936, en que tuvo que dejar de publicarse.
Desde 1901, Álava cuenta con otro periódico, "Heraldo Alavés", el cual, sin pertenecer a ningún partido, no ocultaba sus simpatías tradicionalistas. En 1932 desapareció, para dar paso al "Pensamiento Alavés", de línea política definida, bajo control del diputado tradicionalista José Luis de Oriol y Urigüen, periódico que siguió publicándose después de la guerra.
Guipúzcoa
Entre las numerosas publicaciones guipuzcoanas a lo largo de los años, hay dos antiguos periódicos que prolongan su vida desde finales del siglo XIX hasta 1936. El más antiguo fue "La Voz de Guipúzcoa", republicano, fundado en 1895 y consolidado en su segunda etapa de la mano de Ángel Castell. Cumplió con la política en el editorial, recogió la vida internacional, recreó el artículo de costumbres, e instauró la crónica y la entrevista.
El otro periódico de mayor antigüedad fue "La Constancia", diario íntegro-fuerista, fundado por Juan Olazábal en 1897.
En 1903 ve la luz el primer número de "El Pueblo Vasco", obra periodística de Rafael Picavea, que se propuso hacer un periódico de derechas en su orientación y de izquierdas en cuanto a sus colaboradores y redacción. Su éxito fue grande, convirtiéndose, además, en uno de los seis periódicos más leídos en las tertulias literarias de Madrid. Lo dirigía Juan de la Cruz, quien posteriormente se trasladó con el mismo fin a Bilbao. Esto ocurrió cuando "El Pueblo Vasco" inició en 1910 su publicación en la Villa, al aceptar Picavea la propuesta de la familia Ybarra para editarlo.
Otro periódico donostiarra es "El Diario Vasco", nacido tras la revolución de octubre de 1934. Su carácter fue decididamente católico y derechista, sobreviviendo a la guerra civil.
El 1 de junio de 1930 había visto la luz un nuevo periódico, movido por una inquietud religiosa y por la ideología nacionalista vasca. Se trataba de "El Día", que dirigía José Lecaroz y animaba el sacerdote José de Ariztimuño ("Aitzol"). El diario se mantuvo hasta agosto de 1936.
Por citar otras publicaciones, hablaremos del semanario "El Bidasoa", que salió de modo intermitente en Irún y desapareció en septiembre de 1936 con el incendio de la ciudad, hasta diez años después. También de "Lan-Deya", órgano de Solidaridad de Trabajadores Vascos "Tierra Vasca", de ANV y "Euzkadi Roja", comunista, todos guipuzcoanos en origen, que siguieron tirándose en Bilbao durante la guerra. Asimismo, en San Sebastián, de julio a setiembre de 1936 se editó un periódico de guerra: "Frente Popular".
En definitiva, de todos ellos, una vez finalizada la guerra, a San Sebastián le quedaron "El Diario Vasco" y la Hoja del Lunes.
Navarra
Sobre la situación en Navarra, desde comienzos de siglo, ofrecemos, una serie de datos aportados por Juan María Lecea, y publicados en "Navarra ante el futuro".
Al proclamarse la República se publicaban cinco diarios en Pamplona. Pero uno de ellos, "El Pueblo Navarro", deja de existir al día siguiente. Nacido en 1916, lo dirigía desde 1923 Francisco Javier Arbizu. De tendencia liberal progresistas, aunque con matices conservadores, muere a una con la monarquía, a la que respetaba y aceptaba.
Cuatro diarios seguían publicándose-. "La Tradición navarra”, "El Pensamiento navarro", "Diario de Navarra" y "La voz de Navarra". Los cuatro antirrevolucionarios, católicos, aunque de tendencias políticas diversas.
"El Pensamiento navarro" había nacido en 1897 y, bajo el epígrafe de "Dios, patria, rey" defendió los ideales carlistas. Desde 1933, y por más de 30 años, será su director Francisco López Sanz. Se sigue publicando, si bien las disensiones internas del carlismo en estos últimos años han repercutido sobre sus orientaciones políticas.
"Diario de Navarra", aparecido en 1903 y dirigido durante muchos años — también en los de la República— por Raimundo García "Garciloso", era un dependiente, es decir, noliado a ningún partido político, pero de tendencia claramente derechista y conservadora. Su director mantuvo una posición abiertamente hostil contra el Estatuto. Junto con "El Pensamiento" realizó una intensa campaña a favor del bloque de derechas en las elecciones municipales de 1933 y en las habidas para la diputación en 1935.
"La Voz de Navarra" comenzó a vivir en 1923. De tendencias vasquistas, ligado al PNV, mantuvo durante la República una postura fluctuante. Se inclinaba al régimen republicano en cuanto veía en este un cauce más propicio para alcanzar sus objetivos políticos pero, al mismo tiempo, era netamente católico, y aún casi integrista en el aspecto religioso, por lo que mostró su disconformidad con el laicismo del gobierno republicano. Desapareció al comienzo de la guerra civil, y en sus talleres comenzó a editarse el primer diario falangista, "Arriba España", desaparecido a su vez en 1975.
Vizcaya
De las publicaciones que se editaban en Bilbao al comienzo de la guerra, no llegaron a conocer el año 1938 "El Liberal1', "El noticiero bilbaíno", "Euzkadi", "El Nervión, "Excelsius" "Tierra Vasca, "La lucha de clases" y "La Tarde". Sobrevivieron "La Gaceta del Norte". "La Hoja del Lunes" y la mitad de "El Pueblo Vasco", que dirigirá hasta 1938 Juan de la Cruz. Poco después de nacer en Bilbao "El Correo Español" en julio de 1938 "El Pueblo Vasco" se fusionaría con él posponiendo su nombre.
En resumen, con la guerra, —en palabras de Saiz Valdivielso— "Bilbao, villa liberal, pierde el diario concertante ocho voces distintas".
"El Noticiero bilbaíno" era el periódico decano de la prensa bilbaína, en la calle desde 1875, con un carácter de periódico independiente, de empresa, eminentemente informativo. Fue el primer día que se vendió por las calles de Bilbao y él escribió su primer artículo, a los años, Miguel de Unamuno. En cuanto "El Nervión" era un diario vespertino fundado en 1891 por Santiago Goicoechea, ingeniero, que haría celebre el seudónimo de "Argos".
En 1901 nace "El Liberal", calificado por muchos como uno de los periódicos mejores de la época. En principio fue a la línea monárquica y democrática, rivando después hacia un republicanismo socializante para convertirse entre 1937 en el órgano de la conjunción republicano-socialista. El periódico estuvo primero en la calle Sendeja, después en E xxxa y finalmente en Orueta, 2 (donde se encuentra el diario "Hierro"). En “El Liberal" inicia su fulgurante carrera periodística y política Indalecio Prieto, fue el último propietario del diario, después de Echevarrieta.
"Euzkadi" surge corno periódico diario y órgano de expresión del Partido Nacionalista Vasco el 1 de febrero de 1913 estando situada su redacción en la Plaza Nueva de Bilbao. Engracio de Aranzadi "Kiskitza" orienta la línea editorial del periódico, que pronto se convertirá er tente diario de empresa.
En 1914 se publica por primera vez "La Tarde", periódico en principio independiente, pero reñido de nacionalismo a partir de 1927.
En 1924, en un Bilbao con 130.00o habitantes, surgió un nuevo diario vespertino "La Noche", periódico monárquico liberal, aristocratizado, barroco, un volteriano y de singular calidad, según opinión de Sain Valdivielso.
Contemporáneo de "La Noche" aparece "Excelsior", el primer diario especializado en deporte y, sin duda, el mejor estaba integrado en el grupo editorial "Euzkadi" y "La Tarde". A la muerte de este diario en pleno éxito, sale en otro similar, "Excelsius" que desapareció con la guerra.
Igualmente hay que destacar la colocación de "Eguna", el único diario totalmente en euskera, afecto al Gobierno Vasco, que se editó ininterrumpidamente desde el 1 de enero de 1937 hasta el junio del mismo año.
Como al principio de este apartábamos, tampoco sobrevinieron "Vasca" ni el semanario "La lucha d ses" que, después de "El Socialista Madrid, órgano del Partido Socialista ha sido considerado como el periódico serio y batallador que ha existido, publicación, en la que hizo sus propias armas como escritor Tomás Meabe de publicarse, como tantas otras, en junio de 1937.
DEIA (10 Junio, 1977)
Con muchos menos habitantes Bilbao tenía un montón de diarios de buena calidad.
Luego quedó el desierto con EL CORREO ESPAÑOL, LA GACETA DEL NORTE y la auténtica birria que era HIERRO.
Hasta que se publicaron DEIA y EGIN, la travesía para la semiliberatd de expresión fue dura.
EL CORREO ESPAÑOL jamás pidió perdón por su posicionamiento franquista, antivasco y pronazi.
LA GACETA se murió solita sin que nadie la llorara.
Publicado por: CAUSTICO | 12/27/2018 en 07:29 a.m.