Francesc Maciá murió en Barcelona el día de Navidad de 1933.
En los libros de historia figura como el primer President de la Generalitat contemporánea. Hoy, muchos catalanes ignoran que el que en su día fuera líder carismático del catalanismo popular, también fué líder obrero, revolucionario, luchador independentista y gran admirador de Euzkadi
Por todo esto, los partidarios de la reforma hacen los imposibles para borrar la memoria de Maciá. Ven la posible propagación de la «leyenda Maciá» como una amenaza para el mito que han creado de una Catalunya que «nunca ha roto un plato». Y si en Catalunya el tema del espíritu Maciá ha vuelto a actualizarse a raíz de la importante renovación de ERC, el partido fundado por Maciá en 1931, el repaso de sus ideas y su lucha, vistas desde la perspectiva de la Euzkadi de hoy, son curiosamente coincidentes.