Uno cree que en los últimos tiempos ya ha proporcionado suficientes datos como para pensar que, inconscientemente, Sabino Arana hizo una variación de la bandera de Navarra al diseñar la ikurriña. Por más que el fundador del PNV especificase que el color rojo era tal y cual, y las cruces tales y cuales, no hace falta ser psicoanalista para sospechar que eran los símbolos navarros los que estaba manejando.
¿A qué, si no, se fue a dibujarla a Pamplona? Por cierto que si los del Café Iruña tuvieran más sentido comercial y de la Historia, recordarían en uno de sus veladores que allí se sentó don Sabino a pergeñar su bandera. En París, una plaquita señala en una de las mesas de «La Closerie des Lilas», en el Boulevard Montparnasse, que en ella se sentaba a escribir Vladimir Llich «Lenin», durante su exilio parisiense. Y no creo que los dueños tengan nada de bolcheviques. Y también en la Ciudad Luz, en la «Brasserie Lipo» del Boulevard Saint-Germain, otra chapita rememora que la frecuentaba Hemingway para escribir sus crónicas, cuando «París era una fiesta».
Para entender mejor la relación ikurriña-bandera de Navarra, al margen de los colores, viene bien leer lo que dice la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco acerca de que a esta última («roja, sin ningún otro detalle») a veces se le incluye el escudo de Navarra, «cuya forma más antigua es de cuatro barras o si se quiere de cruz y aspas superpuestos”. Más claro, agua. No entiende uno como no ha organizado todavía la Fundación Arana una mesa redonda sobre «la ikurriña en el inconsciente aranista».
No quisiera uno terminar sin recoger una sabrosa anécdota que relata José Mari Esparza en su libro "Jotas heréticas de Navarra". En 1894, en el acto final de «La Gamazada” en Castejón, un joven tafallés —Teodoro Galarza— acudió con una bandera republicana, que se perdía entre un mar de enseñas rojas y carlista. Y a lo lejos divisó otra, también distinta, roja, blanca y verde. Se fueron acercando ambos «disidentes». El segundo dijo: -Es la bandera de un partido vasco nuevo que estoy formando. Soy de Bilbao. Me llamo Sabino Arana y Goiri”.
Montxo López de Goikoetxea
EGIN, 18 Diciembre 1995
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