Hace 20 años, miembros del Partido Carlista izaron por primera vez la enseña vasca.
Los tejados y balcones del Palacio de la Diputación de Pamplona se han hecho famosos en los últimos años por las veces que, hasta ellos, han ascendido de muy diversas maneras miembros de! colectivo «Solidarios con Itotz». Estas vistosas acciones podrían pasar por originales si no fuera porque hace ahora 20 años un numeroso grupo, formado por unas 150 personas, logró entrar por vez primera en Diputación.
Estas mismas personas, miembros del Partido Carlista de Euskal Herria (PCE-EKA), consiguieron además algo nunca visto: junto a la bandera de Navarra, la de los carlistas y una pancarta, ondeó la ikurriña. Fue la primera y única vez que se ha dado este hecho.
Algunos de quienes, participaron en aquella toma, junto a otros compañeros de partido, elaboraron un manifiesto por la paz, con propuestas que quieren hacer llegar a la Sociedad, con el objetivo de «contribuir que desaparezcan las tensiones que enfrentan a pueblos y familias y a distintos sectores sociales, y con la autoridad moral que nos confiere ser el partido político más antiguo del Estado español-, según el texto elaborado por esta formación extra parlamentaria.
Volviendo al pasado. Acaban de cumplirse 20 años de un acontecimiento, cuanto menos, espectacular. Todos los partidos habían sido legalizados aquel marzo de 1977, excepto el carlista e Izquierda Republicana.
Faltaban sólo tres meses para las elecciones y el Partido Carlista buscaba poder participar en los primeros comicios tras el franquismo.
La acción fue planificada por la dirección carlista y, hasta 15 minutos antes de la hora prevista, quienes iban a participar en esta ocupación desconocían qué edificio era el elegido. Una vez dada la orden, 150 militantes entraron en el Palacio de Diputación, ante un número de policías forales y medidas de seguridad muy inferior a las actuales.
Una vez dentro, marcharon por pasillos y salones hasta darse de bruces con el presidente de la Diputación, Amadeo Marco, que, pistola en mano, intentó frenar la marcha. Las cosas no fueron a mayores y los ocupantes llegaron a los halcones del Salón de Plenos. Ocho horas después, el grupo abandonaría el edificio sin problemas.
Pese a la acción, el Partido Carlista no logró su deseo de conseguir su legalización. Esto, junto a los sucesos de Montejurra del año anterior y a la persecución policial en sus actos políticos, hace aún pensar a los actuales dirigentes carlistas que «no había democracia para nosotros”. Así lo señala el miembro del Consejo Regional del partido en Navarra, Lázaro Ibáñez.
Dentro de sus posibilidades, la formación ha continuado trabajando durante todos estos años y ahora está haciendo llegar su propuesta de pacificación para Euskal Herria.
Para Ios carlistas, que condenan «todos Ios asesinatos, secuestros y actos violentos, sea cual sea su finalidad”, es necesario respetar todos los pensamientos y no convertir las calles en un «muestrario de opciones contrarías» para no agravar el estado de crispación.
Desde estas bases, el manifiesto propone una serie de medidas: el cese inmediato de actividades violentas, la anulación de las medidas no ajustadas a la Constitución respecto a los condenados por “delitos de intencionalidad política” y el establecimiento de indemnizaciones compensatorias para todas las familias y víctimas de estos delitos.
A medio plazo, la formación estima necesario que se otorguen indultos individuales a Ios condenados por estos delitos y se juzgue de forma rápida y sin mengua de sus derechos a quienes aún no lo hayan sido para darles, tras la sentencia, un indulto individual. Además proponen crear comisiones con representación del Estado y de las provincias del sur de Euskal Herria, en las que, representantes de distintos sectores, estudien las medidas que hagan posible el reconocimiento de los derechos que permitan una “convivencia fructífera de cuantos pueblos y nacionalidades configuran hoy el Estado español”.
Por: Ana Belasko
(El Mundo, 21 de Abril, 1997)
A los txotxolos de la caverna nacionalista española les ha dado por llamar al pacto de gobierno de Navarra "la vergüenza de España".
En primer lugar y a destacar lo chocante que resulta que el partido más desvergonzado en términos de corrupción absoluta sea el que más utilice el término, en boca de esa clon de Arrimadas que es Levy.
Siempre han dicho que la mejor defensa es un buen ataque. Para el partido corrupto lo de echar el balón "palante" es una vieja táctica que además apoyan casi 9.000.000 de españoles.
En segundo lugar, cuando la caverna nacionalista española se pega otra vez de morros contra la pared por no conocer los mínimos conceptos de negociación en una democracia dando preferencia absoluta a la amenaza y al insulto, echan mano de la recurrente ETA.
Dicen que el mercenario sin patria al que llamaban el CID CAMPEADOR peleó contra los moros ya muerto.
Pues aquí pasa lo mismo. Funcionarios de centros de la desmemoria, asociaciones de odiadores, periodistas a los que la serpiente del Lago Ness ya no les sirve para llenar páginas, todos ellos quieren mantener a ETA muerta galopando en su caballo.
Y quienes han hecho el mayor de los ridículos en su cobarde y teatral intento de sacar al genocida de su tumba se hacen ahora los valientes con el tema de los recibimientos populares a presos de ETA.
Las víctimas de ETA se sienten lógicamente ofendidas (de víctimas ultrajadas sabemos ya mucho) pero cada vez esos actos son más multitudinarios.Eso sí que hace pensar.
Quizás la absoluta permisividad con actuaciones y escritos de ensalzamiento del franquismo y del terrorismo franquista han hecho pensar a algunos que todo el monte es orégano.
Agotado el tema de las banderas, el de los homenajes es el nuevo trending topic explosivo.
A unos se les puede pedir cordura, a los otros no se les puede pedir nada porque nada son capaces de hacer.
Publicado por: CAUSTICO | 07/29/2019 en 08:47 a.m.