Por: Xabier Arzalluz
Me parece poco inteligente políticamente entrar en polémica con quienes lo que buscan precisamente es la polémica. Me refiero a UCD de Guipúzcoa que, glosando y manipulando un texto periodístico sobre mi intervención en el batzoki de Gros ha hablado de mis "equilibrios" de mi "doble lenguaje" y de "burdos engaños" justificando todo ello en su "lealtad con nuestro pueblo". Pero tal vez convenga una vez más, dejar de lado el interés político y aclarar las cosas para evitar la perplejidad de personas bien intencionadas pero poco informadas.
Mi buen amigo José Antonio Zabala Unzurrunzaga les ha respondido con la erudición, la honestidad y el calor que pone en todas sus cosas. Pero ahora resulta que "UCD de Gipuzkoa no negaba, ni niega -ni entra siquiera en el tema- de que el Fuero Vasco incluyera o no el derecho de secesión". Ahora resulta que lo único que preocupa a UCD de Guipúzcoa es la "utilización por mí de dos lenguajes distintos en Madrid y en el País Vasco".
Me siento agradablemente sorprendido por esta repentina defensa de la moralidad política por parte de UCD ¿O no son ustedes de la misma UCD que rompió cuatro veces el compromiso contraído? Inmoralidad ante la que ustedes callaron "respetuosamente" en su día y ahora intentan justificar.
Repito aquí que asumo todo lo que dije en el Congreso en Comisión y en Pleno y lo dicho por mí en Gros que no está en contradicción con lo anterior. Y en Madrid dije, entre otras cosas lo que sigue:
Yo decía recientemente en la Cámara que los vascos habíamos vivido durante siglos en el marco del pacto foral con la Corona. Mientras el pacto se mantuvo no hubo perturbación de la convivencia, cuando se rompió unilateralmente surgió el llamado separatismo. Pero no se trata de un fenómeno doctrinario y moderno procedente, repito de la aplicación del principio de las nacionalidades. Remontándonos y me van a permitir sus señorías esta excursión histórica al siglo de oro exactamente al 12 de marzo de 1601" "las Juntas Generales de Vizcaya escribían al Rey con ocasión de un contrafuero: Visto por Nos esta antigua Señoría de Vizcaya lo mal que V.M. está informado por orden del Consejo de Castilla en querernos agraviar y tratar mal, hicimos Junta General de esta Señoría en nuestra villa de Gernika y hallamos que debía suplicar y pedir a Vuestra Majestad sea servido mandar que se borre, tache y tilde de sus reales pragmáticas lo que a nosotros toca, pues es de justicia que pedimos y suplicamos a V.M. que si no hubiere lugar a hacernos nosotros quedamos obligados a defender nuestra muy querida y amada patria hasta ver quemada y asolada esta Señoría y muerto mujeres, hijos y familia y buscar quien nos ampare y trate bien" "Y buscar quien nos ampare y trate bien", es exactamente una fórmula secesionista. No tiene nada que ver ni con el concepto de nación ni con el principio de nacionalidades, ni con ningún acontecimiento político envuelto en ideologías modernas. Somos conscientes de que para algunos los términos de fueros, conciertos, etc. son reliquias históricas. Pero para nosotros no. Porque ni hemos perdido memoria histórica, ni hemos perdido la continuidad de nuestra raíz y nuestra propia personalidad. Constituye la raíz de nuestra historia y exponente de nuestra cultura y de nuestros criterios de convivencia.
Termino la cita textual (diario de sesiones de Congreso, número 59, 5-5-78 pág. 2.065) aunque me gustaría completarla más, y conste que me referí al siglo de oro por ser el siglo de la Gran España. Podía haber sacado otros más antiguos o bien recientes, pero José Antonio Zabala me ha descargado de ese trabajo.
Yo dije estas palabras nada menos que en el debate constitucional. Pero UCD de Guipúzcoa ni se enteró. El que se enteró fue el señor Fraga quien me contestó refiriéndose a los cantones suizos que "el general Dufour les sometió por la fuerza y les negó el derecho de secesión" "Y el derecho de secesión fue negado también a los Estados del Sur en los Estados Unidos, en una famosa e importante guerra de secesión y eso hizo que los pactos federales no fueran idílicos, sino efectivos" (Diario de sesiones número 61, del 9-5-78 página 2.111)
Pero una cosa es que Madrid haya roto el pacto foral y niegue el derecho de secesión "convirtiendo los pactos federales de idílicos en efectivos" como decía el señor Fraga o considerando que "la fuerza es el derecho" como decía el señor Cánovas y otra que el fuerismo vasco haya entendido siempre que roto el pacto se vuelve a la situación primigenia. Dice José Antonio Zabala que "de la argumentación histórica se desprende que si una de las partes incumple sus compromisos, también la contraparte queda relevada de sus obligaciones. Y así es. Pero ello se desprende no solo de la argumentación histórica, sino de la lógica misma del pacto.
Está claro que el pacto lo rompió Madrid ostentosamente el 21 de julio de 1876 y desde entonces ha habido tres posturas entre los vascos. La de quienes aprobaron la nueva situación. La de quienes intentaron por todos los medios restaurar la anterior. Y la de quienes viendo roto el pacto y apoyándose en los postulados políticos introducidos por el nuevo régimen como el "principio de las nacionalidades", han propugnado una estatalidad propia.
El Partido Nacionalista Vasco se ha presentado ante la nueva Constitución en la segunda postura. Ha dicho sí a la integración, sí a la unidad del Estado, pero sobre la base del reconocimiento de la soberanía originaria de los territorios forales y de la renovación del pacto foral y de sus contenidos en todo lo que el interés mutuo, y de mutuo acuerdo así lo aconseje.
La falacia de UCD de Gipuzkoa y de "ABC" y otros que se han rasgado las vestiduras ante la formulación del derecho de secesión, está en presentar mis palabras como una intencionalidad separatista cuando lo que en realidad demuestran con su escándalo es su voluntad de no aceptar el planteamiento foral en su plenitud o su intención de no guardar el pacto una vez realizado. Porque sólo en estos dos supuestos cabría el reclamar el derecho de secesión. El suyo es un caso de escándalo farisaico.
No hay duda, históricamente, que la "unidad" la rompieron los "centralistas" y no los "separatistas" y como decía Azaola recientemente "Al revés de lo que muchos creen, lo que va contra la unidad de España no es que las Cortes acepten la tesis de la autonomía originaria, ni que la Constitución recoja, garantizándolo, el viejo principio foral del pacto…" "… lo que presta a la unidad de España uno de los más flacos servicios que cabe imaginar es el dejar sin resolver el problema foral" Y como ustedes saben. Azaola no es precisamente simpatizante del PNV.
Pasando a otros temas es increíble lo que dice UCD de Guipúzcoa de que "tal vez por esta debilidad de prestarse a distintas y aún opuestas interpretaciones es por lo que el PNV abandonando de momento su clásica posición Pro-Estatuto, pasa a la defensa a ultranza de los Fueros", cuando está claro que nuestra gente, y no sólo del PNV, ha exigido siempre la plena reintegración foral, y hasta que está se realice, la autonomía más amplia posible. El Estatuto de la República no fue para nosotros más que un "recibo a cuenta de la deuda" en espera de extender "el finiquito de liquidación definitiva" como muy bien dice José Antonio Zabala. Y fíjense bien que habla de "deuda" porque nunca descansaremos con un Estatuto "otorgado" porque se trata de "devolver" y no de "regular".
Otra cuestión que merecerá largo comentario es la mal citada y peor intencionada alusión al tema: secesión-autodeterminación. Nosotros no exigíamos como EIA la constitucionalización del derecho de autodeterminación como mínimo para aprobar la Constitución. Exigíamos la posibilidad de la plena restauración foral. Pero votamos SÍ a la enmienda de Letamendia en Comisión. SÍ en el Pleno votamos No fue precisamente para dejar al descubierto el chantaje de UCD. Fue una de sus exigencias para admitir nuestra enmienda. Y sucedió lo que ya sabíamos. Que UCD no pasaba por la autodeterminación, pero tampoco por la reintegración foral. Y ahí anda estos días Rafael Arias predicando la doctrina de su maestro Abril de que la restauración foral es incompatible con la soberanía del Estado y por tanto con la unidad lo sea que España es una desde 1876!... ¡y por la fuerza!. De todo esto hablamos mucho y en público en Madrid pero está visto que UCD de Gipuzkoa no escucha lo que nosotros decimos en Madrid sino solamente lo que les dicen desde Madrid.
En cuanto a la opinión de UCD-Gipuzkoa sobre mi persona y sobre mi partido al que, como siempre, considera ambiguo y de dobles intenciones tengo que decir que aquí nos conocemos todos. Que el Pueblo nos juzgue a todos. Pero no puedo menos de expresar que para mí la mayoría de los "guipuzcoanos de UCD" son los sucesores de aquella casta mercantil donostiarra, egoísta y minúscula, que vendió Guipúzcoa al centralismo liberal por un problema de aranceles.
Son lo que hoy se llama un partido de intereses para quienes lo primero no es la defensa del Fuero, que no conocen, o de su Pueblo, al que ignoran, sino la defensa de su plato de lentejas.
Yo no sé si soy un "equilibrista" como ellos dicen. Pero sería, en todo caso, un modestísimo aprendiz ante tanto "prestidigitados" que lleva un año sacando conejos de su brillante sombrero de copa con el nombre de Conciertos Económicos, Consejos Generales, Bilingüismos, etc, etc, que luego van resultando nuevos intentos de sugestión. Y nuestro Pueblo no está para sugestiones.
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