Por: Xabier Arzalluz
Los franceses han cerrado la frontera. No para cortar el paso a una división acorazada. Simplemente para evitar que unos miles de vascos acudieran a visitar el lugar donde está enterrado, desde hace 25 años, su primer presidente. A gentes que iban a recordar y a rezar. A gentes que han demostrado siempre ser hombres de paz. A gentes que han sabido salir a la calle por decenas de millares sin causar nunca un desorden público, aguantando sin pestañear cualquier provocación.
Nunca pensé que Goliat temblara ante David. Pero esta medida contra todo derecho no se explica por el temor a desórdenes públicos. Se teme al efecto propagandístico que supone el que una multitud de vascos que reviven el símbolo de Aguirre pueden causar en los vascos del otro lado de la muga de los Estados.
Cuando De Gaulle se hallaba huido y solo en Londres, en plena guerra*, pactó con los vascos. Se formó el batallón «Gernika». Muchos murieron por la causa de la democracia y por la causa de Francia. Nuestros servicios pasaron material para la resistencia francesa. Nuestros hombres enviaron a Londres, a través del consulado inglés de Bilbao, las muestras de arena de las playas del Atlántico para estudiar sus características en preparación del desembarco aliado. Cientos de aviadores caídos cruzaron el Pirineo a través de nuestra red, camino de Portugal. Y el hombre que dirigió todo aquello y que llamó a todos los vascos para que contribuyeran a la causa aliada en Europa, en América o en Filipinas, murió hace 25 años al ver consumada la traición de quienes consideraba aliados y amigos. Le despojaron de su sede. Se convirtió en un huésped incómodo.
Fue Mitterrand quien, siendo ministro del Interior en el Gobierno de Mendes-France en la IV República, nos clausuró Radio Euzkadi por complacer a Franco.
Fue Mitterrand quien, tras haber prometido a los vascos del norte la formación de un Departamento Vasco, se olvidó de la palabra dada en cuanto ganó las elecciones.
Y, es Mitterrand quien nos impide visitar la tumba de aquel hombre que hizo por la causa de Francia mucho más que muchos Mitterrand.
Hace 25 años, la Policía de Franco impidió a nuestra gente el paso de la frontera para asistir a los funerales de Aguirre. Hoy, ha sido la Policía de Mitterrand quien nos ha cerrado el paso a los que sólo queríamos rezar un responso y poner unas flores en la tumba de José Antonio.
Extradiciones y deportaciones a los violentos. Cierre de frontera a los pacíficos.
Allí estaba el EBB con Jesús Insausti al frente. El mismo que pasó clandestinamente esa frontera tras fugarse de un campo de concentración franquista. Allí estaba el viejo lehendakari, el mismo que en un Aberri Eguna pasó esa misma frontera con el carnet de identidad francés de un difunto. Allí estaba el lehendakari Ardanza con su Gobierno y, entre ellos, Retolaza, el mismo que, muchacho aún, se alistó en el Ejército francés para luchar contra los alemanes.
Tres filas de CRS con todo su equipo antidisturbios, nerviosos, delante de las cabinas de las aduanas españolas, encima de! Bidasoa. Hombro con hombro, estupefactos cuando, a indicación de Uzturre, la multitud comienza a cantar solemnemente el Padrenuestro en euskera. Sin saber qué hacer cuando Txomin San Martin y sus ondarrutarras despliegan ante ellos la ikurriña y depositan una gran corona de flores destinada a la tumba de José Antonio.
Algunos, Eukeni y sus hombres de la margen izquierda, con los puños apretados y brillo en los ojos pedían permiso para «hacer algo», aunque sean unos empujones a los CRS. Pero no. Cantaron el «Gora ta gora», el «Eusko gudariak», el «Geuria da». En la frontera de vergüenza, de la prepotencia.
Cuando en Bruselas es punto de ultimarse el regreso de España. En los umbrales de la Europa comunitaria, de los países «libres», de la civilización occidental», tres filas CRS haciendo alarde de prepotencia y de intolerancia.
Ayer fue una fecha histórica primer acto de resistencia pacto de los nacionalistas vascos anti Estado de la Comunidad Europea.
Ayer, el viento llevó a la tumba de Aguirre, hasta Donibane, la lodía del «Gure Aita». A la tumba que encierra sus restos pero no su espíritu. Sobre el Bidasoa estuvo el espíritu limpio y sereno de David Frente a Goliat. "
(DEIA, 24 de Marzo, 1985)
Gabriel Otalora nos volvió a alegrar ayer el día con su artículo en DEIA sobre el "relato".
El analista decía con excelente criterio que la Historia reciente de Euskadi no comienza con ETA. Que ETA nació como reacción violenta ante una opresión violenta.
No se analiza más esta línea en el artículo, sino que se llama la atención sobre la actitud del nacionalismo español de no hablar sobre los crímenes del franquismo.
Nadie se ha arrepentido de ellos ni ha pedido perdón a Otalora por el sufrimiento infligido
a sus aitas por el terrorimo franquista.
Sí señor!
Abundan los que miran para otro lado y los mingafrías que no tienen la ética ni el valor suficientes para exigir que se desentierre a las 100.00O0 personas que siguen en cunetas y fosas.
Gracias Sr.Otalora por desenmascarar la podredumbre moral de los que nos dan lecciones.
Publicado por: CAUSTICO | 08/01/2019 en 07:18 a.m.
Es curioso que los intelectuales oficiales del régimen como Savater, cuando hablan de ética solo se refieren sectariamente a unos pasando de otros, vamos que de ética poco... .
Publicado por: Sony | 08/02/2019 en 12:41 p.m.