Por: Xabier Arzalluz
Me ha llegado hace tres días una nota manuscrita de una alta personalidad del Ministerio de Industria y Energía de Madrid. Tras asegurar que tienen muy presente la situación industrial de Euzkadi, afirma: «Con la tradición empresarial, capital humano, entorno industrial, infraestructura, etc., de Euzkadi, las bases para un despegue están dadas». Y con letra más menuda, como introducida tras concluir el texto, añade: «siempre que ETA desaparezca».
Es sinceramente de agradecer que una persona de tan altas responsabilidades esté atenta a la preocupación manifestada en un artículo de periódico «de provincias». Y que reaccione tan elegantemente con un comentario de puño y letra.
Nadie pone en duda el efecto disuasorio que la presencia de ETA ejerce sobre el inversor, muy especialmente si es extranjero.
Viene al caso la experiencia habida por Jon Gangoiti en su viaje de hace un año a los Estados Unidos.
En una entrevista con un alto ejecutivo de la multinacional Westinghouse, comentaba éste la razón de la retirada de Europa. Se debía básicamente a la actitud de los sindicatos comunistas y socialistas en materia de flexibilidad de plantillas, etc.
Le preguntó Gangoiti si la empresa caso de rectificar su política de implantación europea estaría dispuesta a volver a Euzkadi. La respuesta fue un «no, mientras subsista el terrorismo».
A pesar de que, de las diversas factorías de la Westinghouse en la península, la vizcaína de Erandio era la de más alta cualificación y productividad. Y le añadió: «y desde luego, de Madrid para abajo es la siesta continua».
Por último, le cuestionó Gangoiti: «¿Cree usted que, en la actual situación, una multinacional estaría dispuesta a instalarse en Euzkadi? Y el alto ejecutivo, que había estado seis meses en Madrid, y conocía perfectamente nuestra situación, Concierto incluido, fue concluyente: «Una gran multinacional no. Porque tiene un alto margen de beneficios y aprecia mucho la seguridad de su personal. Una multinacional menor tal vez sí, en la medida que pueda acogerse a incentivos fiscales y otras ayudas públicas».
Así pues, mi atento comunicante de Madrid no carece de razón cuando se refiere a la necesidad de la desaparición de ETA. Pero tampoco es toda la verdad.
Cuando el ex ministro Croissier, que en gloria está (políticamente se entiende), era interpelado sobre estos temas en el Congreso por el diputado nacionalista Eduardo Vallejo, y lo era con cierta asiduidad, la respuesta era siempre la misma: «mientras subsista ETA...». Y con la misma insistencia respondía Vallejo: «Sí, pero que la presencia de ETA no sirva de excusa para desviar a otros lugares inversiones realmente posibles».
Máxime cuando en el pacto de Ajuria-Enea hay un compromiso formal en este sentido, referido expresamente a una actuación en orden a la lucha contra el terrorismo y no para cuando éste desaparezca.
En este sentido, las acusaciones vertidas en el día de ayer en DEIA por Feo. Javier Gallarreta, compartidas por muchos en este país, son de la suficiente entidad como para que personas autorizadas de la Administración central, del Puerto, de Renfe o de Telefónica acudan a rebatirlas. Así como a las declaraciones del director del Gabinete Técnico de Relaciones del Gobierno Vasco con la CEE, Andoni Monforte, a Vasco Press.
La prensa local anunciaba ayer la noticia de la entrevista, el próximo miércoles, entre el consejero de Industria, González Orús y el ministro Claudio Aranzadi.
El objeto del encuentro es el de atraer hacia Euzkadi importantes inversiones industriales de Papelera Española, de fabricación de motores a reacción y una tercera de la General Electric destinada a la fabricación de plásticos y siliconas, dirigida en principio a Asturias.
Lo de la fábrica de motores a reacción es un proyecto que lleva ya años planteándose desde Sener, con apoyo de la Diputación de Vizcaya y del Gobierno Vasco y de las entidades de crédito vizcaínas, a las instancias centrales de Industria y Defensa. Para quienes hemos seguido su trayectoria desde el comienzo de la idea, constituye una autentica «historia para no dormir». Ligado al proyecto de construcción del avión de combate europeo y torpedeado por intereses franceses y americanos, amén de complicado por los esfuerzos de que se localice en los alrededores de Madrid y no en Euzkadi, hemos callado hasta ahora para que determinados comentarios, probablemente mordaces por más de un concepto, no resulten, como ha sucedido más de una vez, perjudiciales a este importante proyecto. Importante no sólo en lo que supone de inversión y puestos de trabajo, sino en orden, sobre todo, a la avanzada tecnología que trae consigo, con su complemento de laboratorios de investigación, mano de obra cualificada y producto de un alto valor añadido. Dice, según la prensa, González Orús, que «asistimos a los últimos momentos para que la decisión de instalar una fábrica de motores de aviación sea positiva al País Vasco».
Le deseamos suerte al consejero, porque en caso negativo la frustración de muchos no podría menos de expresarse en amargos comentarios.
Más difícil parece atraer la tercera inversión. No sólo porque arrancársela, al menos en su totalidad, a Asturias, parecería poco solidario. Asturias, en su conjunto, está aun en peor situación y con peores perspectivas que nosotros, sino por la experiencia habida por General Electric anteriormente entre nosotros. A finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, en medio de la crisis mundial del sector, las factorías de Galindo y de Trápaga padecen no sólo un asalto de ETA con robo de nómina, sino un brutal acoso sindical. Las «culebras» masivas, las huelgas salvajes, las amenazas a los directores y ejecutivos, con fuga de más de uno de ellos. Los americanos desaparecen simplemente de Euzkadi. Y uno se pregunta si, con o sin ETA y aun con serios compromisos sindicales, estarán dispuestos a asentarse entre nosotros.
Pero con o sin capital americano General Electric (hoy CONELEC) y Westinghouse (hoy CENEMESA) junto con otras empresas productoras de grandes equipos eléctricos, están hoy a punto de saltar y provocar un nuevo caso Euskalduna.
La trama que durante años se va formando en torno a este problema, la aparición de ARBOBYL, con sede al parecer en las Seychelles, para unos una «Killer» o liquidadora de empresas y para otros una simple especuladora, la búsqueda de un socio tecnológico y sobre todo la demora en la solución del problema, lo está colocando, como digo, al borde de la putrefacción.
El problema afecta a Euzkadi, a Cataluña, a Castilla, a Cantabria, a Madrid y a Andalucía. Las angustias y los celos entre autonomías y la sospecha de que el Gobierno central pasa la pelota a los Gobiernos autónomos, hace especialmente agudo el problema.
A la Comunidad Vasca se le exige una inversión de 9.000 millones. Y si González Orús no parece poner mayores reparos a las directrices de Madrid, desde el PNV se exigen condiciones para realizar tal inversión. Especialmente en lo que respecta al mantenimiento de los puestos de trabajo, al planteamiento de un Plan Industrial viable y al apoyo de un socio tecnológico válido.
El peloteo constante, el «echar balones fuera» por parte del ex ministro Croissier ante las muchas interpelaciones hechas al respecto por los diputados del PNV, no augura una buena solución. Salvo que Claudio Aranzadi (y Solchaga, claro) cambien de rumbo en el tratamiento del problema.
Nunca se pierde la esperanza. Pero el que se intente cargar sobre el PNV la odiosidad de la no resolución del problema no será, al final, para bien de nadie.
(Deia, 11 de Setiembre, 1988)
Andalucía y Extremadura en cabeza del ranking de analfabetismo que lideran Ceuta y Melilla.
La industria y la constrcción en España han trasvasado 1.000.000 de trabajadores al sector servicios.
Excelente todo,sí señor.Esto lo arregla Sanchez en un pis pas.
Publicado por: CAUSTICO | 08/09/2019 en 08:36 a.m.
Un mando de la policía española en Bilbao acusa a las policías local y autonómica de falta de coordinación para expulsar del país a delincuentes en situación irregular.
Si eso fuera cierto alguno debería irse a escarbar cebollinos.
Publicado por: CAUSTICO | 08/09/2019 en 11:25 a.m.
Desde que se eligió al primer alcalde de Bilbao tras el fascismo la gestión local ha sido de matrícula de honor.
Y a veces se muere de éxito.
Durante el mandato del señor Aburto se está acelerando un proceso de despersonalización de la Villa.
Abuso de la edificación con el ejemplo de la rotonda de Ribera de Deusto como síntoma de que se ha perdido el Norte.
Contaminación en progresivo aumento.
Sensación de inseguridad.
Estar en los medios todos los días diciendo que Bilbao es la h...y va a ser la reh...nos aburre y nos preocupa.
Vamos a reordenar lo que tenemos y dejémonos de chuminadas.
Publicado por: CAUSTICO | 08/09/2019 en 11:38 a.m.
Y para más información, la zona del estado con menos analfabetismo es Euskadi.
¡Qué curioso!
Publicado por: CAUSTICO | 08/09/2019 en 12:50 p.m.