Martes 27 de agosto de 2019
Todo fue por una máquina de fotos. Resulta que el inquieto Iñaki García Uribe me comentó que estaba coleccionando máquinas antiguas de todo tipo. Le dije que tenía en casa una vieja máquina de las de cajón que me regalaron mis aitas cuando cumplí seis años así como una Polaroid que compré en 1977 y con las que saqué fotos del recuento electoral de las primeras elecciones democráticas en junio de 1977, en la tienda de Zubiri y que ya estaba muy tocada. Le dije que se las regalaba.
Un buen día me llamó para decirme que tenía un amigo, al que le había facilitado una fotografía de la Cruz del Gorbea con la que éste encargó un mosaico para un bajo en un centro comercial en Brasil, y que tenía un refugio en Pagomakurre, Gorbea diciéndome que nos organizaba en su refugio un marmitako y que ese era un buen encuentro para que le diera las máquinas. Mi aita estuvo de Comisario del batallón Larrazabal en el Gorbea y le dije que sí.
Llegó el jueves y me fui con María Esther a esa maravilla que es el Parque Natural de un Gorbea que parece el patio trasero de la casa de Iñaki Garcia Uribe quien con su Cruz del Gorbea y sus piedras molares conoce cada haya, cada oveja, cada musgo del macizo, como la palma de su mano.
Pero la sorpresa fue encontrarnos con un elenco de invitados de lujo que Iñaki llamó ya que había hablado con Gontzal Mendibil que conocía a familiares de Iparraguirre y que estaban en Euzkadi como la bisnieta y tataranieta del bardo estaban también Gontzal Mendibil y su hermana con una joven una joven rusa que pasa los veranos en su casa, Luis, el tío de Gontzal que es todo un personaje con sus 82 años y que ha hecho el camino de Santiago en 27 oportunidades y que se hizo el recorrido desde Pforzheim en Alemania a Gernika para llegar al aniversario de la Villa destruida, su amigo Félix y un joven japonés de 24 años, Hidenao que sabe 12 lenguas y habla el euskera como un académico. Un joven que se apareció un buen día por el batzoki de Orozko queriendo oír hablar euskera y aprender su música y que hizo pronto buenas migas con Iñaki.
Tras la foto en un hayedo de cuatrocientos años y de quitar el hipo, un maravilloso marmitako y unas peras al vino condimentadas con miel y Oporto deliciosas. Jose Miguel Santamaria estuvo a cargo de todo y fue un magnífico anfitrión.
Además de conversar sobre lo divino y humano, como por ejemplo que el año que viene se cumplen doscientos años del nacimiento de Iparrraguirre y del éxito que habían tenido esta semana Gontzal Mendibil con canciones del de Urretxua y la presentación de Iñaki en Mutriku, Gontzal nos deleitó con canciones e historias de aquel maravilloso bardo que luchaba en tiempos de la abolición foral para que el euskera no se perdiera. Y todo junto a dos familiares de aquel hombre tan singular que dejó estirpe en Uruguay. Asímismo cantamos el Txoria txori en japonés que Gontzal lo había aprendido en el musical que había promovido el año pasado.
El 3 de noviembre Gontzal Mendibil presenta su nuevo disco en el Arriaga y allí estaremos.
Fue un día excepcional, de esos que marcan, por todo lo vivido en aquel maravilloso hayedo de Pagomakurre. Fue como he comentado todo un lujo.
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