BIZKAITARRA, el mítico primer periódico nacionalista vasco vio, la luz tan sólo cinco días después del discurso de Larrazabal, el jueves 8 de junio de 1893.
Su fundador, propietario, director y principal redactor no es otro que el fundador del nacionalismo vasco: Sabino Arana.
Así, la reacción fría a su discurso del día 3 de junio no afectó a Sabino; es cierto que en este discurso se notaban su determinación y su entusiasmo; en él también había anunciado su deseo de fundar un periódico para instruir a sus compatriotas «en la historia y la política patrias».
Sebastián de Amorrortu, en su pequeña imprenta de Bilbao (Jardines, 3) fue el hombre que permitirá la difusión de los primeros trabajos de Sabino y la aparición pública de 'Bizkaitarra'.
Pero el único responsable de todos los artículos publicados (firmados con seudónimos) era Sabino:
«Sépanlo, pues, todos: el único responsable ante las autoridades, el público y los individuos, de cuantos escritos aparezcan en este periódico, es su director Arana eta Goiri' tar Sabin, nombre que vertido al castellano viene a ser Sabino de Arana y Goiri». (n.° 5, 29 de enero de 1894).
La periodicidad de la publicación siguió siendo muy irregular: (cuatro números en 1893, catorce números y dos suplementos en 1894, catorce números y dos suplementos hasta setiembre de 1895) y la tirada muy modesta (1.500 ejemplares), limitada a Bizkaia con algunas suscripciones en Gipuzkoa. 'Bizkaitarra' se afirmaba como un periódico totalmente desinteresado; quería ser digno del lema elegido que aparecía en la cabecera «Jaungoikua eta Lagi-Zarra»:
«Hay actualmente en Euskeria un periódico, pobre sí, más que ninguno, pero que no está inspirado por el deseo de lucro ni por el afán de gloria; que no comercia con el honor de la Patria, ni con sus enemigos hará jamás infames tratos...». (n.° 18, 31 de diciembre de 1894).
Este periódico no quería entrar en la ilegalidad; cumplió al pie de la letra con lo legislado sobre prensa; lejos de llamar a la subversión, se daba por misión enseñar a los vascos las doctrinas tradicionales derivadas de la historia del pueblo vasco.
Sin embargo, su viveza de lenguaje y su dureza de tono no podían dejar de atraer las ¡ras de las autoridades. 'Bizkaitarra' y Sabino fueron procesados no menos de siete veces.
El 10 de agosto de 1895, el Tribunal de Derecho condenó a Sabino por «autor de injurias leves inferidas por escrito» a la pena de un mes y once días de prisión, al pago de una multa de 125 pesetas y de las costas; Sabino rechazó recurrir contra la pena y comenzó a purgarla en la cárcel de Larrínaga el 28 de agosto de 1895; por fin, los dos procesos que se le incoaron por el número 32 del 5 de setiembre de 1895, motivaron la suspensión de 'Bizkaitarra', el cierre de Euskeldun Batzokija y prolongaron la pena preventiva de Sabino que no salió de la cárcel antes del 13 de enero de 1896. Escribió Kizkitza: «Fue la persecución esa, la de 'Bizkaitarra', la más dura y terrible que padeció Sabino, y con él, el nacionalismo». (Engracio de Arantzadi, Ereintza: Siembra de nacionalismo vasco, 1894-1912, Zarauz, 1935, p. 38-39).
La tirada de 'Bizkaitarra' era reducida pero sin embargo este periódico causó mucho impacto; la novedad y la intransigencia de sus artículos fomentaron ardientes polémicas; el nombre de 'Bizkaitarra', que había sido el de un modesto periódico que había vivido apenas dos años, se aplicó a todos los nacionalistas vascos que, hasta la época de la República, fueron llamados bizkaitarras como lo recuerda Kizkitza: «'Bizkaitarra' ha sido el hecho más trascendental que ha conocido la Historia del pueblo vasco... Cuánto hay de fuerza vital, de valor creador, de calor de renovación y de poder arrollador en el nacionalismo vasco, todo le viene de 'Bizkaitarra'. Tan grande fue que en largos años, hasta ayer mismo, éramos llamados todos los nacionalistas bizkaitarras». (Ereintza, p. 42). (La Historia se repetirá mucho más tarde en el País Vasco continental, cuando los partidarios de la primera agrupación nacionalista, el movimiento eskualerrista, fueron llamados por el nombre de su mensual, 'Aintzina', publicado a partir del mes de octubre de 1934).
El último artículo que apareció en el último número de 'Bizkaitarra' era particularmente patético:
«...vivirá 'Bizkaitarra'... Podrá morir su nombre; podremos morir los que lo escribimos. Pero el eco de su voz seguirá repercutiendo en estas montañas e imprimiendo en los corazones de sus legítimos dueños una enérgica vibración, que, mantenida por el recuerdo de la pasada felicidad y por la contemplación de la desgracia presente, produzca en todos el fuego del amor patrio y transmita a las inteligencias la luz del sacrosanto lema». (Suplemento V.24 de setiembre de 1895).
Con sus insuficiencias y sus exageraciones, pero también con su asombrosa libertad y franqueza de tono, 'Bizkaitarra' había cumplido con su deber: revelar a los vascos la incipiente doctrina nacionalista.
Por: Jean Claude Larronde
*Abogado e Historiador
Si Sabino no hubiera tenido la mala h.. que tenía y la lengua tan suelta, su legado hubiera quedado en el olvido.
Para defender una nación diferenciada de España hay que echarle mucho valor.
Lo contrario es vegetar.
Publicado por: CAUSTICO | 10/30/2019 en 05:13 p.m.