Con esto basta para que le reconozcan muchos de entre los nuestros. Se llamaba Andrés Irazola, pero él, con aquel aspecto de Cristo crucificado, su sonreír de zorro, sus contestaciones evasivas. Siempre fue Agonías.
En ese barrio de Rekalde todavía nadie ha comprendido cómo se hacían los hombres. Creo que era una mezcla de las piedras y el polvo de Arraiz, el agua de Iturrigorri (poca), aquella cervecera que regentaba Elorduy y, sobre todo, el vino de Garrote. El vino que no falte.
Nosotros, los bilbaínos, los bizkaitarras, nos hemos afanado con toda la razón de aquellas líneas delanteras que hemos tenido defendiendo al Athletic: Germán, Sesúmaga. Travieso, Carmelo y Txirri.
Lafuente, Iraragorri, Bata, Txirri y Gorostiza.
Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza.
Pues bien, delantera fuerte, valiente, mirando siempre al contrario, defendiendo nuestros colores, la ikurriña, el postulado de Sabino, "Euzkadi es la patria de los baskos", difícil será encontrar como esta de Rekalde: Agustín Egaña, Arturo Solaguren "El Cheko", Pedro Amondo, Ramón Lara y Andrés Irazola "Agonías".
Voy a relatar un poquito del largo historial de esta gloriosa "delantera".
Agustín Egaña y Arturo Solaguren "El Cheko", ya son conocidos porque en la revista "Euzkadi" relaté hace algún tiempo cómo fueron los que dinamitaron la estatua del general Mola del Arenal de Bilbao, el año 1947. ¡Lo que se jugaron estos hombres y... qué bien lo hicieron!
Pedro Amondo fue teniente de Euzko Gudarostea. Fue hecho prisionero en Limpias (Santander). Condenado a 30 años, pasó tres en el puerto de Santa María Al salir le hervía la sangre, pasó a Euzkadi Continental y se enroló en la Brigada Baska. Luchó hasta el fin. Partió para América y allí está enterrado para siempre.
Ramón Lara y Andrés Irazola "Agonías". ¡Vaya pareja! Entre los dos 80 kilos mal pesados, pero ¡qué uva les cantaba!
Un día del año 47 fue apresado Antón Zugadi, abogado bilbaíno que luego fue un elemento relevante en la política baska y republicana en México.
Este personaje tenía montada una oficina en el "rascacielos" de Bilbao (junto a la estación de Portugalete). En esta oficina se trabajaba mucho y bien para la causa que entonces se creía que estaba asegurada.
Por una vez, que yo sepa, la Policía española trabajó bastante bien, dio con el agujero, consiguió, no sé cómo, las llaves de la oficina y por las noches entraban cuidadosamente, abrían los cajones, tomaban fotos de los documentos y dejaban hacer.
Cuando lo consideraron oportuno, un día detuvieron a Antón Zugadi con las manos en la masa y se llevaron todos los documentos que eran interesantísimos para la resistencia baska y republicana.
Decepción entre nosotros. Había caído una fuerte base.
Sin embargo, no nos dormimos. Nuestro maravilloso servicio de contraespionaje sabía su trabajo. Consiguió conectar con Zugadi, el cual comunicó que "mañana, a las once de la mañana, iba a ser trasladado desde los calabozos de la calle María Muñoz, donde estaba, hasta la Dirección de Seguridad en la plaza de Indautxu".
Este Zugadi, menudito de cuerpo, muy atildado siempre, con sombrerito y con gafas gruesas, no dio que pensar a la Policía para su traslado. Con un agente secreto y la .cartera de la documentación salieron caminando como dos amigos.
Pero, pero...
En la calle esperaban nuestros "terroristas", Lara, Agonías, Txomo Gabilondo y Tomás Rodríguez. Les siguieron hasta la plaza Nueva de Bilbao y allí, detrás de una columna, nuestros dos "pesos pesados", pero cargados de nervio, con sendas porras de artesanía, le arrearon un par de castañazos al "poli", cogieron al preso, la importantísima cartera y... salieron arreando. ¡Hasta ahora!
Qué fácil ¿verdad? ¡Ahí quisiera ver a los valientes de ahora! No les hizo falta ni barbas, ni caretas, ni capuchas, ni ametralladoras. A la luz del día. Sólo con sus caras de esmirriaos.
Por desgracia, Agonías tuvo mala suerte. El "poli", no conmocionado del todo, pudo sacar la pistola y perseguir a Andrés. Le lanzó un par de tiros y no tuvo otro remedio que rendirse en el pórtico de la iglesia de San Nicolás.
Lo que ocurrió en la comisaría no lo sabe más que él. Supongo, supongo solamente, que no le darían demasiado por miedo a que quedara fiambre entre sus manos. Pero que le dieron y fuerte no tengo ninguna duda.
Sin embargo, hay un hecho significativo de lo que aquel hombre "cantó". Naturalmente hubo una fuerte redada y cayó preso uno de sus compañeros de hazaña, Tomás Rodríguez, eibarrés, otro larguirucho y sin carnes, valiente. ¡Agur Abaria, ya te saludaremos algún día!
Pues bien, este Tomás fue presentado junto con otros en una rueda de prensa ante Agonías. Una y doscientas veces negó que nadie de aquellos le había acompañado. Tomás salió a la calle. Aquel bravo no había cantado.
Fue condenado creo que ocho años y pasó cuatro o cinco en la prisión de Larrínaga. ¡Cuántas trampas hizo, a cuántos quitó el hambre y la sed física y de justicia desde su enchufe del economato de la cárcel!
He contado a grandes rasgos la semblanza de esta línea delantera. ¡Qué valor tendría ahora si tuvieran 25 años!
Tengo en el banquillo, en espera de salir al campo, a un par de docenas de Rekalde que no tienen desperdicio. Ellos están ya en la reserva contemplando estos tiempos.
Unos andan con cachaba, otros a base de mosto, ¡claro han consumido el cupo! No doy sus nombres porque me matan, pero ¡San Dios! qué guerra darían ahora frente a esa juventud, barbuda o afeitada, que les miran un poco desde arriba con sonrisa de suficiencia.
Frente a esa chavalería que les juzga de fascistas o de burgueses. ¡Fascistas y burgueses! Hombres que durante 40 años han luchado en las catacumbas para tener lo que ahora tenemos y ¡lo que vamos a tener! Trabajadores que durante 50 .años (cuando no estaban en la cárcel) han ganado el pan de su familia administrando el sábado los cinco duros para que no les falte la ración de chiquitos y el paquete de celtas o de "caldo".
Al salir del funeral de Agonías, uno de esos viejos que anda con cachaba (si te sobrevivo, algún día contaré quién eres tú) me decía:
—A esos les tenemos que dar, que se enteren que todavía vivimos.
A esos, se refería a los barbudos, a los que nos miran con sonrisa despectiva, blasfemos ¡eso sí, blasfemos, eso lo hacen muy bien! A esos blasfemos con pinta de perdonavidas que ocultan su timidez porque en el fondo es timidez, la barba, la blasfemia, las capuchas.
¿Verdad que vosotros, los de Rekalde, nunca habéis usado ni lo usaréis (aquí me refiero a los de la nueva hornada, que viene magnífica con ganas de dejaros chiquitos a los koskas ¡ojalá!) para defender Euzkadi? Con un apretón de dientes y mirar hacia adentro os basta.
Agur, Agonías, recuerdos a los que están allá y cuando estés delante del Padre, ruégale por tu familia, por Euzkadi, por lo* viejos amigos de Rekalde y si te acuerdas, por mí, tu amigo en Jel.
Por: Ramón de Galarza y Aguirre
El Tsunami Democràtic pone fecha a nuevas protestas (Y además de otras, anuncia una acción en todo el estado)
https://www.elnacional.cat/es/politica/tsunami-democratic-pone-fecha-nuevas-protestas_434514_102.html
Publicado por: Sony | 10/28/2019 en 09:40 a.m.
Los medios oficiales rusos critican la doble moral de la UE con España
https://www.elnacional.cat/es/politica/puigdemont-rusia-critica-union-europea-ue-espana_435288_102.html
Publicado por: Sony | 10/28/2019 en 09:49 a.m.