Es lo que contesta el líder del PSC cuando le preguntamos cuántas naciones hay en España. Una es Cataluña, la de su abuelo Octavi, un simpatizante de Esquerra que vendía máquinas de escribir. ¿Otra? El País Vasco de su abuelo Miguel, que trabajó en la maquinaria bélica del Gobierno nacionalista durante la guerra-. Y está incluso la nación de Plácida, su "tata" aragonesa Aquí la historia familiar, y 'plurinacional', de Miquel Iceta, el gran contorsionista que ahora empuja al PSOE a reconocer a Cataluña como "nación". Y su pasado en el partido, siempre entre bambalinas. Hasta fue ponente del polémico Estatut.
Esta historia podría empezar el 3 de octubre de 1959 en un salón del hotel Avenida Palace de Barcelona. Allí se celebra un banquete de bodas en cuyas mesas principales están sentadas dos familias. La de la novia, los Llorens Ulargui, catatanes, burgueses bien situados y simpatizantes de Esquerra Republicana; y la del novio, los Iceta Soto, vascos, burgueses venidos a menos y del PNV. Allí sonarán canciones vascas, catalanas y también castellanas. Y de aquel matrimonio, un año después, nacerá el hombre que acabará manejando los hilos del socialismo en el polvorín catalán. Se llama Miquel Iceta Llorens y, para, incomodidad de algunas federaciones socialistas, en plena negociación con ERC para que el partido independentista facilite la investidura de Pedro Sánchez, hoy empuja al PSOE hacia el reconocimiento de Cataluña como «nación» dentro de una España federal.
Esta semana, la palabra maldita ha colocado de nuevo en el foco al primer secretario del PSC. Es lo que dice la ponencia marco que el partido debatirá entre el 12 y el 15 de diciembre en su 14° congreso: Cataluña es una «nación» que debe ser reconocida y España, un Estado plurinacional. ¿Una nación? Sostiene Miquel Iceta que él no es nacionalista, y que no puede serlo, en buena medida, por sus orígenes.
—Yo lo decía en broma en casa: ¿pero cómo voy a ser nacionalista?
¿Qué soy?, ¿nacionalista vasco o catalán? —cuenta Iceta a Crónica.
Esta es la historia de los apellidos (catalanes, vascos y castellanos) de Miquel Iceta Llorens Soto Ullargui Zubiaur Corredor Olalde Aguiló Castelló... Y de cómo el político que lleva 40 años en la maquinaria del PSC —con todos sus bandazos—, el catalán que susurró a Narcís Serra, a Josep Borrell, a José Montilla, a José Luis Rodríguez Zapatero, a Alfredo Pérez Rubalcaba y ahora a Pedro Sánchez, pretende resolver «el encaje» de Cataluña en la España de las «nueve naciones». -
Año 1936, Bilbao. Golpe militar. El PNV forma junto a los socialistas y otros partidos un Gobierno Provisional liderado por el lehendakari Aguirre. Dentro de su Departamento de Defensa, crea la sección de Industrias Movilizadas: un conjunto de fábricas que prepararán material de guerra para los republicanos.
Entre ellas está Firestone, que produce neumáticos. Su consejo de administración, probablemente de ideas conservadoras, no se reúne, y su consejero delegado huye en barco a Estados Unidos. De modo que el Gobierno vasco se incauta de Firestone y en marzo de 1937 nombra a un ingeniero como delegado suyo en la empresa Se llama Miguel Iceta Zubiaur —el abuelo de Miquel Iceta—y estaré al menos tres meses al mando de la producción bélica encargada por el Ejecutivo, hasta la caída de Bilbao, según ha podido documentar el investigador de la Universidad del País Vasco Xabier Herrero.
EL CERTIFICADO DEL PNV
El Archivo del Nacionalismo Vasco que custodia la Fundación Sabino Arana posee dos documentos a nombre de Miguel Iceta Zubiaur. El más valioso es un certificado expedido por el Gobierno vasco durante la contienda y con el sello del Euzkadi Buru Batzar (la ejecutiva del PNV) corno «aval político», que detalla que el abuelo Iceta trabajaba como ingeniero industrial «al servicio de Industrias Movilizadas».
En el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, en un paquete de recibos referentes a los gastos del PNV de cara a los comicios de 1936, Crónica descubre otra pista: un pequeño recibo a nombre de «Miguel de Izeta», domiciliado en la alameda Recade (en el céntrico barrio de Indautxu) en eI que se indica que «contribuye con 5 pesetas para atender a los gastos electorales del PNV.
¿Y qué fue del Ingeniero nacionalista? Su nieto completa el relato: «Le aplicaron la Ley de Responsabilidades Políticas y fue encarcelado. Salió de la cárcel enfermo de tuberculosis y murió poco después, a finales de los años 40. Yo no le conocía. El equipo de investigadores del Instituto de Historia social Valentín de Foronda localiza a petición de este suplemento el expediente de un consejo de guerra que concuerda con el caso. La ficha dice «Miguel Iceta Julián», probablemente por error; el resto de los datos encajan.
Según la causa número 251/37 el consejo de guerra se celebró en Bilbao el 23 de julio de 1937 (cuatro días después de la entrada de los franquistas en la ciudad). Miguel, de 39 años, consta como “afiliado al PNV” y le condenan por un delito consumado de “aceptación de empleo de los rebeldes”. “Durante el dominio rojo-separatista fue gestor de la casa Firestone como representante de Industrias Movilizadas”. La pena: inhabilitación de cargos públicos por seis años y un día.
Cuando murió antes de cumplir los 50, el ingeniero Iceta dejó viuda (Elisa Soto Olalde) y ocho hijos. La situación económica de la familia, buen antes de la guerra, empeoró. El líder del PSC relata que, con la muerte del cabeza de familia, su primogénito –el padre de Miquel Iceta, también llamado Miguel, entonces con 18 años, y su hermano gemelo, tuvieron que ponerse a trabajar. Así pasó el tiempo hasta que a los 28 años el hijo del ingeniero conoció a la mujer con la que iba a casarse: una catalana llamada Montserrat Llorens.
¿Y quién era aquella joven?
OCTAVI, EL ABUELO CATALÁN
La rama materna da Miquel Iceta procede de Palamós, Gerona. Allí nació el abuelo Octavi Llorens Corredor. El socialista sí que guarda muchos recuerdos suyos. Octavi era «republicano, simpatizante de ERC», dice Iceta. «Aunque moderador no creo que estuviera afiliado».
En el Archivo Municipal de Palamós rastrean para Crónica los orígenes de los Llorens. Octavi nació allí en 1907. Su padre y su tío eran dueños de una imprenta a la que llamaron La Gutenberg –después, con sus apellidos, Llorens Castelló- y que estuvo activa hasta 1937. En aquellas fechas Octavi ya tenía edad para combatir pero Iceta asegura desconocer si fue o no al frente. “Si sé que lo detienen después de la guerra y lo envían a un campo o a una prisión. De allí sale en unos meses, gracias a que un capellán envía una carta a las autoridades diciendo que era de fiar. El religioso dio su palabra de que Octavi no se había significado en contra del denominado Glorioso Movimiento.
Así que el abuelo catalán regresó a casa. Y prosperó. Empezó vendiendo máquinas de coser, pero después se mudó a Barcelona, donde acabaría abriendo una tienda de máquinas de escribir y de cálculo frente a la Universidad.
De su matrimonio con Enrica Ulargui Aguiló nació en 1935 su primera hija, Montserrat. Ella es la chica bien que, con 22 años, viaja a Bilbao. Un vasco con el que su padre hace negocios ha invitado a Octavi a la boda de su hijo, pero como él no puede acudir al enlace, manda a la joven. ¿Y cómo se llama su anfitrión en aquel Bilbao de 1958? Miguel Iceta Sota, el lujo del ingeniero.
Así llegó el flechazo. Y también la suerte, porque Montserrat se quedó tan prendada de Miguel que aplazó unos días su regreso y no subió al avión previsto, que acabó estrellándose frente a la costa de Sitges (sus 18 ocupantes murieron) Después llegó la boda. Y, en 1960, el nacimiento de su primogénito.
Miquel Octavi —por Sus dos abuelos— nació en Barcelona, donde sus padres se instalaron porque la familia materna tenía más dinero que la paterna y Octavi le ofreció a su yerno un puesto en Llorens Maquinaria Comercial. La tienda acabó siendo distribuidora de la alemana OIympia, y el dinero nunca les faltó ni a Miquel ni a su hermana Nuria. Tampoco les faltó la influencia de esas dos familias —la vasca y, más presente, la catalana, ambas muy católicas—, ni el cariño diario de una mujer que cocinaba, limpiaba y cuidaba a los niños: una campesina aragonesa llamada Plácida Ibañez, su «tata».
“NACIÓN DE NACIONES"
El hecho de tener unos orígenes familiares tan diversos me ha hecho entender las cosas de una determinada manera, asegura Miquel Iceta. Habla de pluralidad, de sentimientos de pertenencia distintos. «Hay quien se sorprende de que hablemos de Cataluña como nación, cuando el PSC lo dice desde que se fundó en 1978. [Y es cierto, lo ha asumido hasta el PSOE en la Declaración de Barcelona, firmada por Sánchez e Iceta en 2017). Entendemos a Cataluña como nación sin que eso sea contradictorio con formar parte de España».
—¿Y qué es una nación?
—El problema que tenemos en España es que los nacionalistas utilizan nación y Estado como sinónimos. El concepto de nación tiene que ver con los sentimientos, y genera resistencias porque los nacionalistas consideran que las naciones son hegemónicas, cuando son plurales. En Cataluña tenemos sentimientos de identidad distintos.
—¿Y qué es España?
—Yo entiendo España como una nación de naciones en la que España también es una nación. Y como mejor puede articularse es con una organización de tipo federal.
—¿Cuántas naciones hay en España, entonces?
-Es muy fácil: tantas como dicen los estatutos de autonomía. Hay ocho comunidades en cuyos estatutos se hace referencia al concepto de “nacionalidad” o “nacionalidad histórica. (¿Puede enumerarlas?). Son: Galicia, País Vasco, Cataluña, Aragón, Valencia, Baleares, Canarias y Andalucía. Y yo añadiría a Navarra, aunque no lo ponga en su Estatuto, por sus derechos forales.
—Así que nueve naciones...
—Nueve. Y yo creo que está bien que sea cada comunidad la que se autodefina como crea correspondiente.
40 AÑOS ENTRE BAMBALINAS
La vocación de Miquel Iceta empezó pronto. Tanto que nunca ha llegado a trabajar fuera de la política tras dejar la carrera de Químicas. Desde que en 2014 tomó las riendas del partido hermano del PSOE —hermano, pero independiente— en medio de una severa crisis, con el ala soberanista del PSC en pie de guerra, su nombre empezó a conocerse en toda España. Especialmente cuando en la campaña de 2015 se soltó bailando el “Don't stop me now” de Queen, junto a Pedro Sánchez. Pero lo cierto es que lleva toda la vida entre bambalinas. Casi 40 años como fontanero del PSC: negociando, elaborando documentos, trazando estrategias, apagando fuegos, gestionando los secretos del partido.
Que no engañen su sonrisa inocente, su humor irónico ni sus 1,73 metros de altura. Miquel Iceta LLorens no es ningún recién llegado.
Con 17 años, Iceta se afilió al Partido Socialista Popular Catalá. Ya en 19823 participó en el segundo congreso del PSC y en la campaña que convertiría a Pasqual Maragall en alcalde de Barcelona. Dos años más tarde entró en la ejecutiva del partido. Y en 1987 se convirtió en concejal de Cornellá con Montilla como alcalde. Fue su salto al cinturón rojo, también a una cultura obrera y sindical que desconocía.
En 1991, Iceta se mudó a Madrid para trabajar en La Moncloa. El puesto director de Análisis del Gabinete de la Presidencia del Gobierno; en definitiva, hombre de confianza del entonces vicepresidente de Felipe González, Narcís Serra. Fueron años agitados: los GAL, el caso Filesa. En 1993 Iceta seguía allí cuando arrancó el último mandato de González. Y cuando aquella experiencia terminó, continuaría estando ahí, siempre ahí, en todos los momentos claves del PSC. En 1998, en la comida que dio el último empujón a Borrell para que se presentara a las primarias del PSOE. En las negociaciones y el desarrollo de los dos cuestionados tripartitos del PSC con ERC e lCV (2003-2010). En los preparativos del Pacto del Tinell, él se ocupó personalmente de negociar con ERC, que exigía un referéndum si no salía adelante un Estatut. Montilla cuenta que fue también Iceta quien se acercó a Zapatero en aquel mitin de 2003 en el Palau San Jordi y le susurró que hiciera alguna alusión al Estatut. Y el presidente prometió; «Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán...
Y sí, Iceta fue ponente de ese Estatuto del cual el Tribunal Constitucional anuló 14 artículos, además de subrayar que la referencia a Cataluña como «nación» en su preámbulo carecía de efectos jurídicos. Y sí, estuvo hasta cuando Maragall soltó aquello de que Convergencia tenía «un problema que se llama 3%. Aquel día el nieto de Miguel y de Octavi preguntó alarmado al presidente, ¿Tienes pruebas de lo que has dicho?, a lo que éste respondió: “Todo el mundo lo sabe”. Más recientemente, Iceta ha estado también en el no es no de Sánchez a Rajoy. Y, hace dos años, en la defensa de la aplicación del artículo 155.
Los suyos le han ubicado en el sector más españolista del PSC. Pero Iceta también estuvo en los años en los que el partido adoptó denominado «derecho a decidir», para después rechazarlo. Defendió la vía canadiense para Cataluña, una ley de la claridad. Defendió un referéndum «pactado». Su pluma se nota ahora en el proyecto de ponencia que marcará la línea política de los socialistas catalanes en los próximos años. La flexibilidad —o el contorsionismo— es marca de la casa. También la vía federal o «la tercera vía», como la llama. En España, que «es una nación», hay al menos otras «nueve naciones», sostiene. Entre ellas, las de sus abuelos.
Por: Leyre Iglesias
Dos de los jóvenes detenidos de Alsasua reciben el tercer grado.
https://www.lavanguardia.com/politica/20191217/472309754474/alsasua-jovenes-tercer-grado-carcel-detenidos.html
Publicado por: Sony | 12/29/2019 en 08:54 p.m.
La Fiscalía abre el camino a la liberación de todos los CDR detenidos.
https://www.lavanguardia.com/politica/20191228/472556946046/cdr-investigacion-libertad-carcel-fianza-fiscalia-judas.html
Publicado por: Sony | 12/29/2019 en 08:56 p.m.
Iceta es el más grouchomarxista de los sociolistos catalanes. Su máxima parece ser aquélla de cualquier cosa antes que tener que buscar trabajo fuera de la política. Tengo que reconocer que es un personaje que solo me inspira menosprecio.
Publicado por: Señor Negro | 12/30/2019 en 12:10 p.m.