José Ramón Scheifler: Profesor de la Universidad de Deusto y Jesuita
El próximo julio, José Ramón Scheifler (Bilbao, 1920) cumplirá cien años. Una larga e intensa vida entregada a Dios, la docencia y el pensamiento. Y a Euzkadi
POR: ENRIQUE SANTARÉN
Usted conoció al lehendakari Aguirre y conoce al lehendakari Urkullu. ¿Qué diferencias y similitudes percibe, más allá de la distinta época en la que han ejercido?
-Conocer a las personas es siempre difícil. Entrevisté, visité, muchas veces en el destierro, a José Antonio Aguirre. Siempre salí más animado, porque su carisma se te pegaba como el perfume de las personas bien. Reconozco que tenía carisma, pero la realidad es tozuda y acaba imponiéndose. Era realmente simpático y de pensamiento y expresión muy claros. Era muy fácil conversar con él; aún a mí, tímido por naturaleza e ignorante total de la política. Debió de ser una de las primeras veces, si no la primera. Me presenté como “jesuita”, sabiendo que había sido él alumno de Orduña. “Entre los jesuitas -me contestó-, tengo alguno de mis mejores amigos y peores enemigos”. “Muy propio”, le respondí. “Aquí tiene un amigo”. Y se nos fue el tiempo sin sentirlo. A pesar de lo dicho, no puedo afirmar que conocí a José Antonio Aguirre, aunque le traté personalmente en ocasiones. A Urkullu creo que ni siquiera le he saludado, mano a mano. No hemos cruzado una palabra, que recuerde. Por supuesto, sigo con atención sus palabras y medidas al frente del Gobierno vasco, y estoy agradecido a su labor muy positiva, a mi juicio, pero no tengo relación alguna personal con él. No soy una persona pública.
¿En qué ha cambiado el nacionalismo vasco? ¿Cómo ve su capacidad de integración y de influencia incluso en el Estado?
-El nacionalismo vasco, en sí, no ha cambiado. Ha pasado de no ser más que un ideal para algunos o muchos, a ser de hecho un Gobierno vasco autónomo, con más o menos competencias, pero siempre aumentándolas. De 1931 o 1936 a hoy es casi como de la noche al día. Hoy tenemos unas instituciones propias que abarcan toda nuestra existencia, del nacimiento hasta la tumba. Su capacidad de integración es un hecho día a día;de un grupito de idealistas a una mayoría de la población vasca. Su influencia en el Estado depende del número de diputados nacionalistas vascos que obtenga en las elecciones. La tendencia es, por ahora, a más.
¿Cree que hemos derrotado a ETA o que sólo ha cambiado tácticamente su modo de lucha?
-Pienso que ETA ha sido derrotada una vez que la policía francesa dejó de hacer la vista gorda y tomó cartas en el asunto;ahí se acabó todo. El terrorismo está llamado al fracaso a plazo largo. Los medios policiales han mejorado mucho.
Con el Papa Francisco, la Iglesia parece haber iniciado una época de cambios. ¿Cómo lo ve?
-Puedo no estar bien informado, pero no tengo noticia de ningún cambio que se haya dado con este Papa.
Comentarios