Casi con toda seguridad, muchos de los lectores de estas líneas estamos viviendo por primera vez en nuestras vidas una sensación de estado de guerra. Tenemos la inmensa suerte de encontrarnos bajo el paraguas del proyecto de integración europea. Esta Unión Europea (UE), demasiadas veces denostada por los nacionales de los Estados miembros, el chivo expiatorio de todos los males que nos aquejan cuando las cosas no se han hecho bien en cada uno de los países, es precisamente la que ha salvaguardado en nuestras sociedades la paz, el bienestar y el desarrollo. Los que hemos tenido la suerte de vivir intensamente la vida comunitaria podemos afirmar que si el proyecto de integración no ha avanzado más ha sido por el egoísmo de los estados-nación recelosos de ceder soberanía a una Europa federal. En otras palabras, los Estados miembros no quieren pasar a ser actores secundarios a pesar de vivir en un mundo global donde los problemas gtobales (en estos momentos la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus) requieren de soluciones globales para que puedan ser desarrolladas en los ámbitos locales.
Los que hemos seguido con atención muchos consejos de ministros europeos podemos aseverar que son los grandes partidos nacionales de cada Estado miembro los que ridiculizan la supuesta cortedad de miras de los partidos de Naciones sin estado, a los que acusan (fallando a la verdad) a vascos como nosotros de querer crear fronteras, cuando ha sido el nacionalismo estatalista quien ha cerrado las fronteras, como sí la pandemia se pudiera cortar entre Oiartzun y Baiona y no fuese problema el control entre Madrid y Vitoria o entre Bilbao y Santander, despreciando el Espacio Schengen. creando más problemas y, seguramente," añorando sus viejas fronteras.
Como ciudadanos europeos y habida cuenta los momentos terriblemente delicados que nos están tocando vivir, luchando contra un enemigo común y global (el Covid-19) que, por cierto, no entiende de fronteras, abogamos porque sean las instituciones europeas quienes de manera unida gestionen y coordinen una investigación seria y conjunta para combatir al 'monstruo' que nos acecha. A nuestro modo de ver no debería ser el señor Fernando Simón (director del centro de coordinación de alertas y emergencias sanitarias del ministerio de sanidad español) quién nos diera cuenta diariamente de los pormenores del día sino Bruselas, a través de su representante comunitario responsable, quien liderara la gestión y la coordinación de una verdadera sanidad europea con una política común europea en esta materia.
Recuerdan todos ustedes cuando antes de la entrada del euro en vigor, 1 de enero de 2002, se nos ponía como ejemplo qué pasaba si salíamos de Irún con un billete de mil pesetas y viajábamos por los entonces doce miembros de la UE que adoptaron el euro como moneda común. Íbamos de país en país, de oficina de cambio en oficina de cambio, pagando comisiones por el cambio de divisa y volvíamos a nuestro punto de salida. Irún, tan solo con un billete de 500 pesetas. Esto mismo nos pasa ahora en una materia tan importante como es la salud pública. Las instituciones comuitarias deben ellas mismas resindeciar y aunar todas las fuerzas investigadoras de los diferentes Estados miembros para no descuidar o malgastar nuestras fuerzas cuando “hacemos la guerra” cada uno (cada Estado miembro) por su cuenta. Debemos implementar medidas para adelantarnos a los ataques ya que en ello van nuestras vidas.
La Europa sin fronteras, la que permite la libre circulación de personas, capitales, servicios, mercancías y... virus. Quien no caiga en esto y no sepa que cualquier ataque infeccioso es un enemigo común, favorecerá el combate contra él a través del 'ejército de Pancho Villa' (cada Estado miembro a su guerra). En verdad, hay que abordar este episodio de la vida tan terrible con los criterios de dirección de una división Panzer. jTodos a una!
Nos permitimos finalizar estas líneas con las palabras empleadas por uno de los fundadores del proyecto europeo, Roben Schuman, que dijo lo siguiente al inicia de este proceso extraordinario llamado Europa: «Europa no se hará de golpe, ni en una obra de conjunto, se hará por medio de realizaciones concretas, que creen, en primer lugar una solidaridad de hecho». Estas palabras que significan el arranque de la UE, determinan también cuál iba a ser la fórmula empleada para llevar a cabo esa unidad. Europa se construirá a fuego lento. El coronavirus nos ayudará a dar otro paso al frente por una Europa Unida y Federal.
IÑAKI RICA/ IÑAKI ANASAGASTI/ JUAN MANUEL LEGARRETA
- Aceptémoslo, el estilo de vida que conocíamos no va a volver nunca | MIT Technology Review en español.
https://www.technologyreview.es/s/12034/aceptemoslo-el-estilo-de-vida-que-conociamos-no-va-volver-nunca
- Eudald Carbonell, el científico de Atapuerca que avisa de la extinción del homo sapiens por la pandemia.
https://www.larazon.es/sociedad/20200329/raahbv5mwvh65nzz7zfx2peiwu.html
Publicado por: Sony | 03/29/2020 en 11:08 p.m.
Ha muerto Antonio Álvarez Solis, no se dé qué..., pero tenía 90 años.
Publicado por: Sony | 03/30/2020 en 01:17 p.m.
Para el que se sienta español y monárquico, se podría decir que..., tras la reinstauración monárquica borbónica por parte del franquismo..., los Borbones (Juan Carlos I, Felipe VI y parte de la casa real...) no han vuelto a estar a la altura..., como siempre en la historia..., mujeriegos, totalitarios, corruptos, impunes, lo de siempre....
Publicado por: Sony | 03/30/2020 en 09:51 p.m.