Los versos del poeta dicen desde antiguo "Bizkaino es el hierro que os entrego, corto en palabras pero en obras largo". Y son estos versos los que vienen a mi mente cuando intento penetrar tan solo un poco, en el alma y los recuerdos de Yokin Intza. Aunque él nació en Bergara -en una casa torre que le confirió su tesón de resistir- es un hombre de pocas palabras pero que ha demostrado larga y profundamente su intenso amor por Euzkadi. Se mostró muy reacio a acceder a esta entrevista porque juzga sinceramente que todo lo que ha hecho por Euzkadi, su patria, no es bastante aun, y cree además que aún queda mucho por hacer y por trabajar. Y desde luego no acepta que ha hecho más que alguien, sino que simple y sencillamente ha cumplido con una pequeña parte de su obligación de abertzale.
Me honra que haya roto la barrera de su reserva y me honra ciertamente presentarlo aunque sea brevemente -como su palabra de hombre verdadero- a los lectores de Euzkadi. Él no es solamente un afiliado de nuestro partido o un buen amigo. Es ante todo y sobre todo, un gran patriota vasco.
Arantzazu Amezaga
E.- Jokin ¿cuál es tu patria chica?
J.- Bergara. Nací en una casa torre, un 24 de febrero de 1924. Es la casa torre Zuloaga que no era nuestra en propiedad, pero allí habían nacido mi madre, y la abuela y la bisabuela también... desde siempre era nuestra casa.
E.- ¿Recuerdas algo de la guerra?
J.- Algo no, mucho. Nuestra madre murió a causa de un obús y quedó la familia muy sola. Yo era el mayor de los hermanos y al padre le costó recuperarse de la pena. Para entonces, y aunque era un crio, yo ya estaba en Solidaridad. Ya tenía la clara conciencia de ser vasco y solo hablaba euzkera y quería la libertad social y política de mi país.
E.- ¿Cual fue tu actividad en Solidaridad en aquel tiempo de tanta represión?
J.- Era mucha porque había que hacer de todo. Voy a decirlo en orden de fecha. En el año 42 un grupo de amigos organizamos Euzko Gaztedi. En el año 43 fui presidente de Euzko Gaztedi lo cual era muy... inquietante. En el año 45 fui presidente de Solidaridad. Para entonces habíamos formado unos cuadros parecidos a los del ejército, porque nunca se sospechó que lo de Franco iba a ser tan largo y pensábamos que en cualquier momento podía haber una acción de guerra otra vez. Yo era capitán. En el año 46 Noel Baker, jr., hace una revista a la resistencia vasca. Nosotros, los de Bergara, fuimos a San Prudencio y allí tuvimos contacto con el inglés que se admiró de nuestra organización en tiempos de tanta represión.
E.- Por qué te exiliaste?
J.- Me exilié porque los Burukides del Partido así lo decidieron. Antes había pedido yo que me pasasen a Francia o que me mandasen a América, pero me contestaban que todos hacíamos falta en el Interior. Me escapé de casa porque tres policías de Donosti me vinieron a buscar para detenerme porque a Manu Robles Aranguiz le habían encontrado una carta-informe que yo le había entregado, y como ya me habían agarrado el 9 de Febrero del 47 y condenado a tres años en el consejo de Guerra el 2 de Febrero del 48 así como me detuvieron el 51 por lo de la huelga, que me salvé con pocos días de cárcel, no quería que me llevasen otra vez a Martutene.
E.- ¿En qué fecha saliste de Bergara?
J.- Salí de casa el 17 de Junio de 1953. Llegue a Euzkadi Continental el 23 de Febrero de 1956. Ocho meses estuve en Zaragoza; 14 meses en Barcelona, el resto entre Tudela Bilbao, Logroño y Donostia, y un par de meses en Iruña.
Estuve tres meses desterrado en Beauvois hasta que se arreglaron los papeles para ir a Venezuela. En Beauvois me dieron el carnet de refugiado y el pasaporte de los refugiados con el que llegué a Venezuela el 9 de Junio de 1956.
E.- ¿Qué se siente viviendo perseguido, fuera de casa?
J.- Cuando salí de casa, de Bergara, a Bilbao, me encontré con un amigo. Él me dijo "¡Pobre Jokin! Vale más un mes de cárcel que lo que vas a pasar". Yo le contesté "¡estás loco! ¿no ves que soy libre?". Pero luego me acordé de sus palabras muchas veces en todo el tiempo que andaba escondiéndome de la policía, y la verdad, me entraron muchas veces ganas de entregarme y lo hubiera hecho, si hubiera tenido la certeza de que al entregarme yo, no hubieran caído algunos compañeros.
E.- Una vez en Venezuela ¿cual fue tu misión allí?
J.- La misión que me encomendaron las autoridades del Partido fue recaudar fondos para Euzko Gaztedi del Interior. Organizamos un buen equipo y recaudamos muchos miles de bolívares. Enviamos aquí, a Euzkadi, miles de pesetas para presos y operaciones de resistencia, aunque también allí, en Venezuela, se gastaban miles de bolívares en propaganda.
E.- ¿En qué?
J.- Editábamos periódicos como "GUDARI" que era distribuido no solo en Caracas sino en toda Euzkadi, Askatasuna, y también folletos dirigidos a los jóvenes de la resistencia Editamos también libros como "El Árbol de Gernika", "Mugarra Begirari", "lltzalleak", y reeditamos "Siete meses y siete días en la España de Franco", y otros que no recuerdo ahora. También se imprimieron sellos con la efigie de Sabino Arana Goiri que se vendieron en gran cantidad, y monedas de Sabino Arana Goiri en plata y oro que también se vendieron muchísimo y no solo entre los vascos sino a los venezolanos.
E.- Fue el grupo Egi de Caracas el que hizo la película 'Los Hijos de Gernika" ¿verdad?.
J.- Sí. La idea nos la dio una película que se exhibió allí, "Morir en Madrid". Era una película sobrecogedora y pensamos que nosotros podíamos hacer una también porque podíamos disponer de todo el material gráfico y documental del archivo del Gobierno de Euzkadi. Al principio lo quisimos hacer entre nosotros, pero al fin recurrimos a una casa de Caracas especializada. Yo creo que la película es el mejor testimonio de nuestra guerra, de nuestro pueblo y de nuestro gran sufrimiento.
E.- La gran labor del grupo Egi fue Radio Euzkadi.
J.- Así es. Nos costó mucho encontrar un terreno adecuado y obtener una forma de permiso que no fuese oficial porque Venezuela no podía otorgarnos algo semejante. Sin embargo, tuvimos mucha ayuda de parte de gente venezolana que se ofreció incondicionalmente. Radio Euzkadi estaba a unos sesenta Kms. de Caracas, en plena selva tropical, y fue levantada con el esfuerzo y el trabajo de los chicos del grupo Egi y el asesor técnico de semejante obra fue J.J. Azurza. Creo que si conseguir dinero para eso fue tarea ardua, más todavía fue que tantas personas (unas veinte) consiguieran mantener en absoluto secreto el paradero de Radio Euzkadi por muchos años. Y también que todas estas obras costaban mucho dinero y los del Grupo EGI Caracas no solo no cobraban nada por sus trabajos sino que tenían que poner dinero de su bolsillo muchas veces. El que nos animó siempre mucho fue Joseba Rezola.
E.- ¿Se grababan allí mismo los programas de Radio Euzkadi?.
J.- No. Teníamos alquilado un apartamento en Caracas cuyo nombre en el que teníamos el estudio de grabación y los archivos. Nosotros para despistar lo llamábamos "El Paraíso". Cada uno de los chicos del grupo tenía su cometido. Unos grababan otros llevaban el talón, otros se ocupaban de las quinielas, de la locución etc. Los últimos años se le visitaba los sábados de Ixaka Atutxa, que ahora está en Galdakano, quien era el encargado de cuidar Macuto, es decir el lugar en la selva donde se emitía, donde estaban los transmisores. La cinta grabada tenía de nombre el de talo. De esta forma podíamos hablar de Radio Euzkadi entre nosotros sin que nadie se enterase de lo que hablábamos.
Funcionábamos gracias a la total desinformación que aquí existía, gracias a las noticias de agencias, a la diferencia horaria, a las colaboraciones que nos venían de Euzkadi. Te puedes imaginar el trabajo que supone todo esto. Y lo hicimos 13 años seguidos sin interrupción. Y además conseguir dinero para todo esto era muy difícil porque además no podíamos decir en que lo utilizábamos y además mandábamos dinero para el interior.... A veces me preguntaba ¿de dónde sacarlo?. Pero era como un milagro, porque siempre había dinero. Siempre. El gran Joseba Rezola (G.B.) solía decirnos que éramos la cuarta rueda de la Resistencia.
E.- ¿Alguna persona a recordar en especial?
J.- Muchas. Pero de ellas a dos fallecidas; Isaías Atxa y Rafael Mendizabal, "Mendi". Dos monumentos al abertzalismo. Dos amigos entrañables.
E.- ¿Qué relación había con las autoridades en el interior?
J.- Total. No he hecho nunca nada sin su aquiescencia. Sabían todo y lo animaban. Y en la resistencia y por Euzkadi se hace de todo. Desde muy joven. Recuerdo que aun estando en la Resistencia y por indicación expresa de Lino de Lazkano tuve que estar con otros en el Frente de Juventudes, mientras por otra parte organizábamos nuestras cosas. Y así todo, pero todo por Euzkadi.
E.- El Gordo te llamaban y el famoso "precio Inza" les suponía a los vascos el que no te cobrasen nada en cuestiones patrióticas. Nadie te discutía nada y eras un poco la personificación de la resistencia allí. Pero sobre todo tú siempre te has enorgullecido del equipo que formaste, de la fraternidad y de la camaradería.
J.- Efectivamente. Si por algo estoy satisfecho es por la gente con la que trabajé. Desde que en moto y cuando llegué anduvimos sableando para montar aquellos tinglados hasta hoy. Imagínate yo en moto. Todos dieron lo mejor que tenían, día a día, porque lo pedía EUZKADI. Durante 13 años funcionó ininterrumpidamente RADIO EUZKADI. Incluso cuando el terremoto de Caracas. Eso obligaba a trabajar también como socios en el Centro Vasco de Caracas y además todas las semanas teníamos una o varias reuniones. Date cuenta lo que significa reunirse en una ciudad trepidante y de enormes distancias como la capital de Venezuela. Pues todos lo hacíamos y todavía lo siguen haciendo, porque entre otras cosas había que preparar las quinielas, sustancial fuente de ingresos para la Resistencia y planificar todo. Aquello fue muy hermoso. La Delegación de París, como lo dijo el Lendakari Aguirre se adquirió con dinero de Venezuela recolectado en 24 horas, el sostenimiento del Gobierno Vasco, el mismo Beyris y tantas acciones. Falta por escribirse esta historia y si efectivamente el mérito reside en los que sufrieron en el interior y de eso no hay duda, es prueba de vitalidad lo que hicieron unos vascos a 7.000 Kms. de distancia, montando una Radio clandestina y funcionando durante 13 años sin interrupción. Eso no es mérito nuestro. Eso es mérito del pueblo vasco. Y esta historia algún día tiene que escribirse.
E.- ¿Qué es lo que recuerdas con más intensidad de Caracas, Jokin?
J.- Al equipo Egi que organizamos y cuya sede estaba y sigue estando en La Candelaria, ese barrio de Caracas que tiene algo parecido con la parte vieja de nuestras ciudades. Fue un grupo unido, que sabía trabajar en equipo. Eso no es fácil siempre, pero por eso mismo nos resultaba todo bien.
E.- Y cuando estabas en Caracas ¿qué recordabas de Euzkadi?
J.- A mis amigos y compañeros de la Resistencia que seguían en la brecha luchando por Euzkadi, y a otros compatriotas que cuando salí yo de mi país eran muy jóvenes y algunos ni habían nacido, pero que estaban dándonos un ejemplo de valor y patriotismo formidables... pensaba en ellos siempre, y hasta tenía vergüenza a veces de todo el sol y la libertad de Venezuela. Por eso, había que trabajar duro, duro.
E.- ¿Cuando regresaste a Bergara?
J.- El 31 de diciembre de 1971. Fue una fecha grande, un momento muy feliz cuando me encontré con mis hermanos y los viejos amigos de antes.
E.- ¿Cómo ves ahora a Euzkadi?
J.- Veo a los abertzales divididos pero tengo esperanza con que llegaremos a entendernos para conseguir entre todos una Euzkadi libre con hombres libres.
E.- Cuando miras tu vida hacia atrás -en la que ha habido tanta renuncia por Euzkadi- ¿sientes pena?
J.- Creo que ningún sacrificio es demasiado grande si se consigue la independencia de la patria con hombres y mujeres libres, con una sociedad justa tanto en lo político como en lo social.
E.- ¿Qué políticos admiras más?
J.- El político y patriota que más admiro con mucho es Sabino Arana Goiri. Él es clase aparte. De los que he conocido, tengo afecto y admiración especial por Joseba Rezola (G.B.) y de los que viven, por Juan Ajuriaguerra.
E.- ¿Qué ha sido en tu vida tu mujer, Jokin?
J.- Feli es una fiel compañera que ha comprendido y participado en mi lucha. Me ha animado siempre y nunca se ha quejado de tener que renunciar. No hemos tenido hijos, pero nuestros amigos nos han dado nueve ahijados.
E.- ¿Qué puedes decirnos como experiencia de tu exilio, Jokin?
J.- Puedo decir que por Euzkadi se puede trabajar siempre en todas partes. Que aquí hay mucho que hacer, pero que en Venezuela hicimos también mucho y aun hoy se puede hacer más. Yo creo que, no di a mi patria más de mí que a los años de exilio. Hoy, a veces, parezco un exiliado aquí porque siento que no hago todo lo que podría o tengo ganas de hacer.
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