DOS PREGUNTAS A ANTÓN ORMAZA

EUZKADI inicia su serie de entrevistas con ésta al Presidente del Bizkai Buru Batzar. Y la verdad es que el título habla de dos. Y eran 24.Lo que ocurre es que Antón, como le conocemos todos,   tiene demasiada, historia tras de sí, tiene tantas vivencias de Partido que con sus respuestas podría hacerse un libro. Hoy en este número van dos. En el siguiente y abrevia­das irá el resto.

Con estas entrevistas EUZKADI pretende dar a conocer la vida y el pensamiento de sus burukides y de la gente que con su actividad expresa lo que es el Partido. Antón rompe el fuego. La próxima semana entrevistaremos a Jesús M. Alkain Presidente del Gipuzko Buru Batzar. Con ustedes ahora, Antón Ormaza, la expresión viva de un nacionalismo arraigado, la personificación de un Partido Popular y los cimientos de un Partido Nacionalista Vasco.

1-Usted es desde hace seis meses el Presidente del Bizkai Buru Batzar. Sustituyó en el cargo a Juan de Ajuriaguerra. Usted es el Presidente de un organismo colegiado de dirección como son todas las ejecutivas en el Partido. Nos podría in­dicar las bondades y los defectos de este sistema?. Y vara completar la respues­ta nos podría decir si piensa usted que es joven el BBB?.

2- Usted ha sido en la clandestinidad dirigente del Partido. ¿Qué nos puede decir de los ataques que se le hacen en el sentido de que no ha llevado una lucha resistente activa?

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1.-Yo no le he sustituido a Juan de Ajuriaguerra.   A Juan de Ajuriaguerra no se le puede sustituir.   Es más bajo que yo de estatura pero su dimensión es muy grande para poder cubrir. Yo me quedo muy corto.

Por otro lado, desde 1.935 a 1.977, Juan de Ajuriaguerra como Presidente del B.B.B. y gran parte del tiempo también del E.B.B., así como sus compa­ñeros, excepto el primer año, han vivido en todo tiempo en la guerra y en la clandestinidad.   En tales situaciones, por muchos esfuerzos o deseos que hayan tenido para consultar a las asambleas, fué prácticamente imposible cumplir y por lo tanto, las decisiones tenían que ser tomadas de arriba abajo.

Contrariamente a lo que hoy significa, en tales circunstancias el Presidente necesariamente tenía que tener un poder especial, una autoridad, un mando, ese timón que Juan de Ajuriaguerra tuvo que manejar ante vendavales y tem­pestades, rara vez con la mar en calma.

Hoy la Presidencia es totalmente simbólica, es sencillamente uno más del Consejo.   Cubre la figura en los actos, en la gestión, en las reuniones. Los Estatutos del Partido no mentan siquiera, no hay Presidente.

En cuanto al sistema que rige el Consejo tiene sus bondades y sus defec­tos, como todo. Sin embargo, nuestro objetivo más apasionante es hacer realidad la democracia en el Partido y esto pasa por contar, utilizando todos los medios posibles, con la asamblea, con los afiliados. Somos unos manda­dos por los afiliados y nuestro cometido es ejecutar lo que la mayoría de los afiliados desean.

Es evidente que esto conlleva un retraso en las decisiones, una merma notable en la agilidad. Sin embargo, teniendo en cuenta los medios de comunicación actuales y con posibilidades de constante mejora en el futuro, buscando siempre mejorar nuestra organización; si las Juntas Municipales funcionan con perma­nente dinámica, si todas las Juntas Municipales logran establecer sus Batzokis, etc., podemos evitar tales retrasos y funcionar con el ritmo más satis­factorio. Para ello es menester que nuestra estrategia esté bien definida, que nuestros programas de actuación se fijen con la antelación suficiente y las flexiones se adopten con previsión bastante.

Lo que tengamos que pagar, por el precio de la democracia no tiene que medir­se nunca. Para nosotros no tener cifra, mejor dicho tiene demasiado valor. Muchos partidos   y gobiernos se declaran demócratas y no llegan ni a la "d", ni pueden jugar con la palabra. Nosotros no podemos jugar. Nuestro partido está cimentado en la realidad de una democracia que existió, no es un juego. Los vascos, si queremos ser vascos, tendremos que ser demócratas o no seremos vascos, seremos lo que sea...

Hay un aspecto que disiento de los usos en los Consejos y es la toma de las decisiones. Me refiero al consenso para las mismas. Es una práctica que en otros tiempos ha tenido éxito pero hoy ante tantos problemas y de tanta índole considero ineficaz por no señalar otro calificativo. Por supuesto, estimo en todo su valor los acuerdos por consenso y hay que procurar alcanzar siempre que sea posible, pero no como una fórmula única, ya que siempre coartará la dinámica, la iniciativa, y a quienes por su temperamento o por sus convicciones esquivan los riesgos les ofrece una postura de vicio. Creo que debieran aceptarse las decisiones por mayoría de votos cuando los proble­mas han sido consultados y debatidos lo bastante. Es necesario mojarse la ropa aunque se exponga a "un catarro". Quien no yerra se anquilosa y todo error enseña.

Sobre el BBB y su juventud, si se refiere a la edad física entiendo que sí, hay de 20 a 30, de 30 a 40, de 40 a 50 y de 50 a 60, la media sin duda joven, en condiciones para soportar las úlceras de estómago, sinónimos de preocupación y de trabajo.

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2.- Es evidente que se le atacó, se ataca y se atacará al Partido por unas y otras cosas, unas veces por haberlo hecho y otras por no haberlo hecho. Además los ataques vienen desde todos los puntos cardinales, desde todos los colores. Afortunadamente, los que estamos en el Partido sabemos todos o debemos saberlo sin excepción, que es el único Partido capaz para llevar a Euzkadi a sus deseadas metas. Esto hace que sus burukides siempre han sabido no responder cuando los ataques venían de grupos abertzales.   Hubiera sido una contradicción máxime en los tiempos de clandestinidad, el "sacar los trapos de casa". Ha sido cuestión de tác­tica y aun sigue siendo valedero.

Sin embargo, como ya estamos pasando al ataque en algunas latitudes y como todo el mundo sabe que la mejor defensa es el ataque, midiendo las situaciones de cada momento el Partido atacará o deberá atacar. Es cuestión del tiempo y de las situaciones y un día se escribirá todo lo que el Partido ha hecho en la clandestinidad, por supuesto   en constante resistencia activa.

Lo que hoy le puedo añadir es algo sobre mi punto de vista de estos ataques sobre la resistencia activa del Partido.

Creo que serán muy pocos los que atacan quienes hayan vivido realmente el terror de la guerra y sus consecuencias. Los que hayan sufrido moral y materialmente y hayan tenido una edad para ser conscientes, digamos hayan tenido 14 años en el añ0 1936.

Vd. sabe que en el juicio de Eichmann, el verdugo de los judíos, los jóvenes de Israel se preguntaban cómo se habían dejado matar como borregos millones de sus compatriotas. Estos jóvenes no conocieron el terror colec­tivo y esperemos no lo conozcan más las generaciones venideras.

Esto es lo que el Partido sufrió y lo verdaderamente extraordinario es que haya seguido con más o menos fuerza, pero siempre, sin interrupción alguna, la organización luchando en diversos frentes donde se podían ganar algunas batallas.

Perdió la batalla de las armas de fuego y esta experiencia la aprendió. ¡Ojo! Sigue el apéndice anexo.

Naturalmente, al igual que la declaración de los Derechos Humanos, las encíclicas de la Iglesia, etc. etc., el Partido siempre defendió el derecho del uso de las armas en defensa de los que usurpan o niegan los derechos inalienables.

Veo que quiere diga algo más sobre esto. Pues bien, le diré algo lo que a mi juicio son las batallas ganadas por el Partido en la clandestinidad. Lógicamente, tenía una gran preocupación de mantener los cuadros y especialmente a cierto nivel. Las caídas se han sucedido sin interrupción, yo mis­mo tuve varias. Por el grado de preparación, resistencia ante la Policía, las circunstancias de los hechos motivo de la caída, etc. etc., lo cierto es que el Partido llegó hasta el final con sus cuadros. Muchos de nosotros pudieron haber ido a parar a la cárcel condenados por docenas de años, es­pecialmente ante algunas actuaciones e incluso ante los hechos por los que fuimos detenidos, pero había un lema que decía "la única solución es cerrar la boca".   Todos sabíamos que una confesión suponía la vía para otra confesión   y la continuidad del baile.

Hubo un momento que temíamos que la Policía tendría en sus manos la localización de todos los cuadros. Estos temores fundábamos en las muchísimas caídas que se daban, de personas que eran ajenas a nuestra organización en tales momentos, pero   eran jóvenes que habían pertenecido, buena parte de ellos anteriormente a nuestros cuadros. Por sobrada experiencia y por confesiones de los mismos detenidos cuando salían, sabíamos que la Policía preguntaba por el Partido o sus miembros, máxime cuando sabían que habían pertenecido al mismo.

Pues bien, el mantener los cuadros hasta el final fué una de las batallas ganadas.

Otra de las preocupaciones fué el irradiar al pueblo nuestra lucha y en el año 1964 se comenzó con el Aberri Eguna de Gernika. Allí el "corregidor" de turno dijo " 30 años perdidos".   Sucedieron los Aberri Egunas cada año, hasta que el de San Sebastián tuvieran que llegar a un "estado de sitio", presencia de la Marina de Guerra, banderas de legiona­rios, etc. etc.

No será fácil olvidar este Aberri Eguna de San Sebastián por los riesgos que habíamos aceptado. Teníamos la experiencia de los Aberri Egunas de Vitoria, Bergara y de Iruña, ya que el de Gernika fué una sorpresa para las fuerzas de represión. Para los Aberri Egunas siempre fuimos organizadamente, con planes previamente estudiados. Los fuertes controles se pasaban de una manera o de otra y en grupos, de acuerdo con la estructura de la Organización de juventudes. Ahí tiene una foto de una reunión previa que hicimos en un monte en vísperas del Aberri Eguna de Iruña. Este día nos reunimos en el Intxorta con. 700 jóvenes de las 4 regiones, aunque la mayoría éramos vizcaínos   y muchísimos guipuzcoanos.

Cada Aberri Eguna se ponía más difícil y se producían muchas encerronas, las detenciones masivas; volvía a sentirse cada vez más la represión en el pueblo, etc. Los fuertes controles nacían mucho antes de los puntos de concentración y aunque el hecho de acudir a la convocatoria, el salir de casa ya significaba un paso importante para nuestro objetivo, cada vez se ponía más en riesgo a un pueblo que no podía responder, ya que las heridas del terror no se cicatrizan tan fácilmente.

La juventud se exponía y caía, los estudiantes y los que estaban en la edad de entrar en filas, por el solo hecho de haber sido retenido el Documento de Identidad suponía una ficha que llevaría sus consecuencias, sin reparación ni remedio. Las detenciones masivas exponían a muchos implicados en los cuadros de la Organización y los interrogatorios se alargaban en mucho tiempo después de tales concentraciones.

Sin embargo, después de haber pasado por todo, incluso ser tiroteados como fuimos algunos en Iruña por escapar de las manos de la Policía, estuvimos plenamente conscientes de cumplir una misión de tratar de conducir al pueblo en su conciencia patriótica, haciéndole revivir en lo que ya sentía, llevándole hasta donde él quería ir.

Por ello, aun cuando sabíamos de antemano que el Aberri Eguna de San Sebastián se nos ofrecería una represión más fuerte aceptamos el reto.

Prefiero no seguir relatando los detalles de este Aberri Eguna de San Sebastian. Si no olvido es porque pienso que allí podíamos haber sido "achicharrados".

A   estas convocatorias patrióticas de iniciativa exclusiva y ejecu­ción casi única del Partido había que añadir las de Urbia, las de Aralar y otros muchos actos más. Incluso en las manifestaciones de 1º de Mayo en Bilbao la participación más activa era del Partido. En la de 1965, en frente de lo que hoy está El Corte Inglés, no olvido que a mi lado le dieron una buena paliza al nunca olvidado sacerdote Gotzon Garitaonaindia (G.B.), y, segundos después allí mismo, me dieron un buen porrazo en la cabeza que me abrió una buena brecha.

Cuando el Consejo de Burgos, ya a primeros de Octubre, para cuando nuestros más altos burukides traspasaban la fronteras para visitar las Cancillerías, habíamos programado una serie de actuaciones incesantes que terminaron con la gran huelga o paralización total. El primer acto fué el primer Domingo de Octubre en la plaza Vieja de Bilbao, el primero que se hizo en toda Euzkadi con este motivo y fué el preludio de lo que se tenía que realizar después.

Creo pues sinceramente que este movimiento patriótico fué otra de las batallas ganadas por el Partido.

Otra de las inquietudes constantes fué la forma y los medios de llevar la información al pueblo. Aquí el éxito se debe a la organización exterior, principalmente a Radio Euzkadi y a Gudari. La radio Euzkadi y el órgano de prensa Gudari han sido los enemigos más duros del franquismo. No exagero.   Todos sabemos el empeño que puso el franquismo para callar la voz de Euzkadi cuando se hallaba instalado en Francia y lo que gastó para que no se escuchara bien cuando estuvo en Venezuela. El cometido de la organización interior era pues dar noticias y distribuir el Gudari. En cuanto al Gudari le diré que en 1963, en el interrogatorio de la Policía en Bilbao, el empeño del "avispado" García Escobar me asombró por su preocupación por la difusión de esta "puta de pamphleto" como él decía. Era un buen “lebrel” este García Escobar. Llevaba muchos años en Bilbao. Fue el Jefe de Criado quien luego llegó a ser el Jefe de las brigadas político-sociales de Euzkadi Sur.

La distribución de libros y libretos se hacía mucho más difícil por su volumen. Todo el mundo sabe que la represión se "olvidaba" de perseguir a toda publicación pseudo-revolucionaria a ultra-revolucionaria, desde Marx a Mao, con toda la larga lista. Estos libros se vendían incluso en las librerías, algunas libremente y otros debajo de la mesa. En las cárceles se podía encontrar en las propias bibliotecas o si no los funcio­narios no ponían el menor obstáculo en que se pasara. Por el contrario, ¿quién olvida que en los registros domiciliarios hasta las estampas de primera comunión de texto en euzkera se lo "ramplaban"?. Cualquier edi­ción cultural, especialmente euskaldun, pasaba por un tamiz. Incluso las ediciones de países occidentales, de signo político, no se podía encontrar por ninguna parte, era un riguroso contrabando.

Mucho se podía escribir respecto a la represión en este sentido, y pienso que plumas autorizadas y personas enteradas deberían hacerlo para conocer el "lavado de cerebro” por una parte y la gran responsa­bilidad de orientaciones intencionadas o hábilmente introducidas que en Euzkadi se han desarrollado, por otro lado, que lamentablemente han desorientado a una parte de la juventud de Euzkadi al no tener la misma opción de información en el amplio campo de las orientaciones humanas y especialmente en el conocimiento de la historia y de la cultura propia.

La caída de imprentas propias y la dificultad que esto suponía en el interior para rehacer obligaba la necesidad de introducir del exterior; se hizo por montes, por camiones, coches, barcos, lanchas, etc.   Era un grave riesgo pero se jugaba. Otros no tenían necesidad. Tenían vía libre. Cuanto podíamos hablar lo que es luchar con desventaja y hoy tengamos que oír tantas "sandeces" de unos y de otros. Prefiero no seguir. Lo único que voy a añadir será en pocas palabras y ponga con mayúscula y es que PARA MUCHOS LA CAMPAÑA ELECTORAL SE INICIÓ HACE MUCHOS AÑOS, PARA EL PARTIDO HACE POCOS MESES.

Las únicas mini imprentas que funcionaban en el interior eran las que llamábamos "latas", las multicopistas de mejor o peor rendimiento y calidad de trabajo, distribuidas por sectores. Había temporadas que se tiraba por miles y con bastante frecuencia. Se servía especialmente para salir al paso de los acontecimientos recientes para dar una orien­tación u opinión del Partido, dar consignas, trabajos de formación para los cuadros, etc.  El problema de estos trabajos se deriva que marca una pista para la policía, debido a las características que tiene toda máquina de escribir. La Policía tenía fácil para analizar y obtener alguna orien­tación de su ubicación, puesto que se "regaba" o no faltaban "chivatos" que entregaban a la Policía. Por otro lado, las frecuentes redadas faci­litaban las "sorpresas" y una de estas me alcanzó de lleno con mi "lata", muy buena por cierto, eléctrica. La quería mucho, pasé cientos de horas y casi siempre de noche junto a ella.

También esta actividad ha sido otra de las batallas ganadas por el Partido, batalla que si no ha sido confrontada con más fuerza por el Partido ha sido realizada en razón a los medios y por la aplastante fuerza de represión que empleó el franquismo y que me atrevo asegurar, a nivel del Estado Español ni en otros pueblos oprimidos, se ha podido acercarse a lo que aquí se ha luchado, máxime dentro de los mismos condicionamientos.

He apuntado tres aspectos que el partido ha jugado en la clandes­tinidad activamente y resumo que son tres "batallitas" que ha ganado gracias a la lucha heroica de los gudaris que lucharon la batalla de las armas, que si en principio dije que la perdieron ganaron lo que el Partido hiciera en la clandestinidad y llegara a lo que hoy es y será en el futuro, seguros que nos conducirá a la victoria que ellos y el Pueblo Vasco todos tenemos que merecer.

No he tocado otros aspectos de lo que la clandestinidad del Partido ha mantenido con el Gobierno de Euzkadi, otra real batalla ganada. Sólo, voy a recordar un dato y es que gracias a la gestión en el Vaticano cuando el Consejo de Burgos, hizo que la causa se viera públicamente y esto significó precisamente la transcendencia mundial que tuvo y la movilización del Pueblo en gran parte. A puerta cerrada se hubiera aproximado a los juicios que se hacían en plena guerra, despachando penas de muerte como se despachan los billetes en una taquilla, con el agravante que los billetes eran de plomo.

Para terminar de contestar en esta segunda pregunta le diré que como Vd. habrá observado, yo no le he dicho nada de la clandestinidad inmediatamente después de la guerra, surgida de las cárceles y de los batallones de trabajadores, y que como yo pertenezco a la generación que no hizo la gue­rra, tuve 14 años en 1936, sólo conozco de oídas a los que pertenecieron a la organización. En aquellos tiempos, otros como yo éramos franco tira­dores, salvo que hacíamos algún servicio por razones de familia o de amistad.