DONOSTIA. Isidro Lángara, que pasara por ser uno de los mejores rematadores del fútbol estatal de todos los tiempos, falleció ayer en la capital donostiarra, a muy pocos kilómetros de su Andoain natal, donde viera la primera luz el 15 de Mayo de 1912.
Isidro Lángara Galarraga, que contaba 80 años, fichó por el Oviedo en 1930, y dos años después debutaba como internacional, precisamente en el estadio Buenavista, en el partido que enfrentó a la selección con Yugoslavia. Lángara conoció su primera victoria (2-1) como seleccionado estatal.
Desde la 32-33 hasta la 35-36 continuó en el Oviedo, ya en Primera División, proclamándose «Pichichi» de las tres Ligas, con 27,26 y 26 goles respectivamente.
En la última temporada, su equipo rayó a gran altura y se clasificó tercero en el campeonato de Liga, detrás de Athletic y Real Madrid.
Para entonces, el ariete ya había sido doce veces internacional, anotando un total de 17 dianas con la selección.
Combinado vasco
La guerra civil le sorprendió mientras veraneaba en Andoain y a partir de entonces formó parte del combinado vasco que jugó diversos encuentros en Europa y que posteriormente se disolvería.
Fue entonces cuando tuvo la oportunidad de cruzar el charco, tras recibir una oferta del San Lorenzo de Almagro argentino. Su debut con este equipo no pudo ser mejor, ya que se impuso por 4-1 al River Píate y los cuatros tantos los consiguió él.
En el 46, conocido de nuevo el interés del Oviedo por enrolarle en sus filas, acepto la oferta y fichó de nuevo por los «carbayones». En la temporada 46-47 el Oviedo lucía una delantera de tanto valor como la que formaban Antón, Domingo, Lángara, Herrerita y Emilín.
Después se instaló en México -donde ya había residido con anterioridad para dedicarse a la hostelería
Mañu de la Puente
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