Gabriel Urralburu del PSOE
Los resultados electorales del PSOE en Navarra han sido muy satisfactorios. Hoy es la segunda fuerza política de la provincia, después de haber conseguido votaciones importantes en los principales núcleos industriales. El hecho de que sus dos diputados electos figuren en la Asamblea de Parlamentarios Vascos, coloca a esta fuerza en abierta oposición a la postura defendida por los hombres de la Unión del Centro Democrático en Navarra, y pone sobre el tapete un tema que será en lo sucesivo causa de amplias discusiones y polémicas; la problemática Navarra-Euskadi. Con Gabriel Urralburu, primer candidato del partido para el Congreso, quisimos sobre todo profundizar en la actual postura del PSOE de cara a una eventual integración de Navarra en Euzkadi.
P. y H.—¿No os produce una extraña impresión el ser ahora vosotros los únicos defensores en el Congreso de la integración de Navarra en Euskadi?
Urralburu.—Produce la sensación de que este papel nosotros no queremos, ni deseamos cumplirlo en exclusiva. Por eso hicimos un pacto con el Partido Nacionalista Vasco. Hoy sentimos una enorme responsabilidad pues tenemos la gran tarea de convencer de que precisamente nosotros, los socialistas, debemos luchar por vincular no a nivel de identidad, porque ese vínculo ya existe, sino a nivel institucional a Navarra con el País Vasco.
P. y H.—¿Tuvisteis alguna duda para ir a Guernica?
U.—No, ninguna duda, porque el Partido tenía un compromiso contraído. Y hay que decir una cosa; el partido, desde finales de la República había creado ya el Comité Socialista de Euskadi, en el que estaba desde un principio Navarra. Entonces, para nosotros, la discusión de la pertenencia de Navarra al País Vasco no ha existido. Lo que sí se ha dado es el modo de entender estratégicamente esa vinculación y nos estamos incluso reafirmando en la tesis de que hay que tener una enorme inteligencia, en primer lugar para arrebatar la bandera de la reintegración foral a hombres que contraponen esta reintegración a la autonomía de Navarra y una vez arrebatada esa bandera y al mismo tiempo, ser defensores de las instituciones vascas comunes, exclusivamente para aquellos problemas globales de Euskadi.
P. y H.—¿No ha habido en este sentido una evolución del partido?
U.—La tesis de que Navarra pertenecía al País Vasco, y la de que es el pueblo navarro quien debe decidir cómo quiere institucionalizarse con las demás regiones han sido ideas permanentes. Quizá los acontecimientos han hecho que el Partido Socialista decida con mayor fuerza la necesidad de vincularse. La evolución sería pues en cuanto a la intensidad y no en cuanto al modo político de la vinculación.
P. y H.—Con los resultados de las elecciones ya en la mano, ¿cómo veis la problemática Navarra-Euskadi?
U.—Los resultados de las elecciones, a pesar del sistema D'Hont, dan como balance que son mayoritarias las personas que desean con mayor o menor intensidad la vinculación de Navarra al País Vasco. Tenemos que decir que nosotros, que hemos obtenido un resultado electoralmente importante en la Ribera hemos dicho en cada acto político que, sin perjuicio de aumentar la capacidad autonómica de Navarra, queríamos la vinculación de ésta al País Vasco. Y no hemos recibido ninguna contestación. El hecho de que hayamos sido mayoritarios en la Ribera significa que el pueblo navarro en su conjunto está entendiendo que a pesar de los pesares, hay una vía racional de solucionar la autonomía y ésa es en concreto, la necesidad de vincularse de la manera más óptima para Navarra al País Vasco.
P. y H.—En una rueda de prensa celebrada poco después de las elecciones, un representante de la UCD en Navarra afirmó que al provenir de la Ribera buena parte de los votos del PSOE, y no estar esta zona especialmente sensibilizada respecto a la problemática vasca, los socialistas no podrían apoyar con todas las de la ley la integración de Navarra en Euskadi. ¿Qué se os ocurre al respecto?
U.—En primer lugar debo decir que la adhesión al Partido Socialista está por encima de lo que el partido diga sobre la autonomía, pero tenemos un gran electorado que confía en lo que el partido ofrece, no sólo a nivel económico, que es la primera adhesión, sino también a nivel de autonomía. Si es verdad que la Ribera de Navarra no está mayoritaria-mente concienciada con la necesidad de vincularse al País Vasco, nosotros podemos decir que el PSOE en un trabajo de poco tiempo puede lograr que ese electorado se adhiera a una tesis que nosotros no hemos ocultado a lo largo de la campaña y que es la necesidad de esa vinculación. Aunque todo el voto socialista no sea disciplinario en este tema, sí puede darse que en un plazo no muy largo el voto socialista sea también un voto autonomista vasco. Ahora bien, hay que ser enormemente inteligentes en la manera de plantear el tema. Si a la Ribera de Navarra se le garantiza que Navarra es una entidad con personalidad, que tiene unas instituciones donde cristaliza la unidad de todos los navarros, que es la Diputación, y que se recuperan las viejas facultades jurisdiccionales, legislativas y políticas del viejo Reyno, no va a ofrecer resistencia, por lo que al voto socialista se refiere, para vincularse de un modo particular al resto de las regiones vascas. Sería peligroso entrar en la dialéctica histórica de plantear en dos meses la necesidad de vincularse, porque creo que si damos un mal paso en este sentido vamos a correr el riesgo de que Navarra se margine definitivamente del País Vasco. Todos los parlamentarios vascos han entendido que se debe tener una especial sensibilidad con el tema de Navarra. Habrá quizá que frenar un poco los ímpetus de Vizcaya y Guipúzcoa en cuanto a la prisa para poder recuperar de un modo global a Navarra, pero esto es posible y así lo demuestran los resultados electorales. Si vamos despacio tendremos una Navarra no globalmente vasca pero sí globalmente vinculada al País Vasco, que creo es el primer paso. La recuperación de la conciencia vasca en la Ribera va a tardar más pero pienso que no va a tardar tanto la vinculación de Navarra con el País Vasco. Hay que decir bien claro al pueblo que los que defendemos la autonomía para Euskadi en cuyo seno está Navarra, defendemos con más fuerza que nadie la autonomía foral de Navarra.
P- y H.—Hasta que se elabore una Constitución en la que se deje la puerta abierta a futuros Estatutos de Autonomía va a pasar algún tiempo, ¿qué medidas a corto plazo se está planteando la Asamblea de Parlamentarios de cara a una institucionalización de la autonomía?
U.—Se han creado ya las Comisiones en el seno de esta Asamblea, una de las cuales estará encargada precisamente de gestionar la posibilidad de institucionalizar a medio plazo la autonomía vasca, mediante un Estatuto que se configure para las cuatro regiones vascas sin perjuicio para la autonomía de cada una de ellas. Pero antes de que se elabore este Estatuto es necesario tener en nuestras manos un instrumento que garantice una cierta capacidad para autogobernarse provisionalmente. En este sentido la Asamblea todavía no ha decidido nada, pero de todas formas estos instrumentos deberán utilizarse con un enorme respeto para todos, porque aquí precisamente se podría obtener el que el pueblo navarro vea con simpatía el tipo de vinculación al País Vasco que se le ofrece, y con ello determinar un voto favorable a más largo plazo.
P. y H.—El hecho de que haya tres parlamentarios navarros en la Asamblea y otros seis que no asisten, el dato cierto de que ésta vaya en principio a elaborar propuestas para las cuatro provincias, ¿no puede producir enfrentamientos reales en Navarra entre partidarios de ambas posturas?
U.—Tanto para D. Manuel de Irujo como para nosotros es un problema enorme. Hemos planteado la necesidad de una pronta reunión con los compañeros del Centro Democrático, ya que no hemos recibido aún una respuesta oficial y definitiva sobre su postura, aunque atisbamos que no estén dispuestos a asistir a esta Asamblea. El hecho de que ellos sean seis y nosotros tres, no indica ni mucho menos la situación real de Navarra en este tema, ya que en estas elecciones el voto de Navarra no ha sido .claramente definí-torio respecto a la autonomía. El pueblo navarro ha entendido que éste no era un tema todavía fundamental, y esa es una diferencia esencial respecto al electorado guipuzcoano o vizcaíno. Desde aquí yo quiero invitar a todos los compañeros del Centro Democrático a una Asamblea Parlamentaria donde existe conciencia de que Navarra es un caso peculiar en el País Vasco. Pienso que si ellos dieran un paso de acercamiento existiría una enorme comprensión por parte de los otros parlamentarios. Creo por otro lado que si no nos pusiéramos de acuerdo y se planteara hoy ante el pueblo navarro la opción, la UCD quedaría en este tema en desventaja. No ayuda desde luego el hecho de que ellos estén ausentes, ya que van a hacer como eje de diferencias entre los socialistas y la UCD el tema de la autonomía, y ellos saben que ése no es el eje de diferencias, que este tema puede ser ahora importante para Navarra, pero que el punto diferenciador del voto del Centro y del voto socialista es el programa económico; esa es la diferencia nuclear. Por eso lo que deben saber los de la Unión del Centro es que los socialistas defendemos con la misma fuerza que ellos la autonomía de Navarra y la recuperación de nuestras facultades torales, pero que entendemos que además es necesario crear una vinculación de Navarra con el País Vasco, de Navarra con su propio País. Por eso y por el bien de Navarra estimo que sería necesario que al menos una vez nos juntemos en una mesa los del Centro, D. Manuel de Irujo y nosotros, y que también ellos eleven su voz como representantes del pueblo navarro en la Asamblea de Parlamentarios Vascos.
P. y H.—Hemos hablado mucho de autonomía, pero en definitiva, ¿por qué defendéis la integración de Navarra en Euskadi?
U.—La apoyamos en primer lugar porque Navarra, debido a su identidad histórica, a su cultura, a su lengua, pertenece a lo que se entiende como comunidad natural vasca o pueblo vasco. Propugnamos que es necesario recuperar la identidad del pueblo navarro, y al ser éste cuna y raíz del pueblo vasco, hay que recuperar también esa pertenencia de Navarra al País Vasco. Hay además razones económicas y sociales. Por poner un ejemplo el resto del País Vasco carece los recursos naturales que tiene Navarra. Hay problemas como el de las comunicaciones que necesitan una solución global. Son en definitiva una serie de razones que también explican la conveniencia de esta vinculación
P. y H.—¿Cuál es vuestra postura en torno a la enseñanza bilingüe? ¿Habría que potenciarla sólo en aquellas zonas donde se habla euskera?
U.—El hablar de una escuela bilingüe en Navarra es un propósito desproporcionado a nuestra realidad actual. Hay que garantizar el bilingüismo en la enseñanza en todas aquellas zonas en que el euskera sea una realidad, precisamente para no obligar a que en algunos sectores de Navarra se cree una conciencia de rechazo respecto al euskera. Habrá que favorecer progresivamente la recuperación de la identidad lingüística de nuestra tierra, que es el euskera, pero hacerlo como oferta, no como obligación. Hay que crear la oferta para que, junto a otras medidas culturales paralelas, se vaya creando la necesidad y el afán de aprender la lengua.
P. y H.—¿Cuál es tu análisis político de las elecciones en Navarra?
U.—Tiene dos apartados: el primero sería que Navarra ha respondido más o menos como todo el Estado, con dos ejes fundamentales que son la UCD y el PSOE; y el segundo ha sido que la desunión de votos a nuestra izquierda ha perjudicado a la derecha. Hay cerca de 50.000 votos a nuestra izquierda que necesariamente debía haberles correspondido un escaño, y éste se ha ido al Centro. En otro sentido nos ha supuesto una pequeña decepción el voto del PNV. Nosotros decíamos en abril que a este partido le perjudicaba presentarse como Unión Autonomista de Navarra por la enorme afluencia de agrupaciones electorales; El Partido Nacionalista Vasco tenía mayor identidad con su propia sigla. Estos dos sectores pues han cometido un error, unos por la desunión y otros por el pacto con partidos que no tiene el menor arraigo en Navarra. En cuanto a los carlistas pienso que desde hace años están faltos de identidad política. Algo muy importante en un partido es mantener la coherencia; no se puede ser en un momento histórico de una forma y en otro de una forma totalmente contraria. Creo que nunca hay que renegar de la propia historia.
P. y H.—¿Qué medidas proponéis para una democratización de nuestras instituciones torales?
U.—Hay que conseguir en primer lugar que la Diputación no esté en manos de unos sectores que apenas han conseguido un 7 % del total en las elecciones. Proponemos la creación de una Comisión Gestora, que se formaría de acuerdo a los resultados de votos obtenidos por cada candidatura en las elecciones, y que estaría encargada de administrar los bienes de Navarra y de dirigir la vida política desde la Diputación. A mayor plazo es necesario dotar a nuestras instituciones de una mayor capacidad autonómica. Proponemos la articulación del Consejo Foral como entidad legislativa en materias de competencia navarra, y éste debe ser elegido en sufragio universal por los mayores de 18 años, para pasar a ser lo que fue en siglos pasados; la verdadera Asamblea del Pueblo Navarro. A partir de ahí se puede hacer un órgano ejecutivo que refleje la relación de fuerzas dentro del Consejo Foral. Este poder ejecutivo recaería en la Diputación y ella sería responsable de su gestión, como en cualquier estado de derecho, ante el Consejo Foral.
P. y H.—¿Estáis por la dimisión de los actuales ayuntamientos?
U.—Nosotros lo que queremos es forzar al poder central para la creación de Comisiones Gestoras en cada municipio. Si queremos que las municipales sean realmente democráticas, no pueden permanecer en los Ayuntamientos quienes han estado en los últimos años. Hay que tratar de que entren hombres nuevos que preparen esas municipales de un modo auténticamente democrático. No basta con que haya una buena Ley Electoral, es necesario también que el Ayuntamiento represente la voluntad popular expresada en estas elecciones.
P. y H-¿Con qué base militante contáis ahora en Navarra?
U.—Al principio de la campaña teníamos 20 agrupaciones locales y ahora pasan de las 45. El crecimiento se ha producido sobre todo en la Ribera y también en la zona de Estella y la Barranca. En cuanto al número de militantes creo que se ha triplicado. Es posible que ahora pasemos de los 1.000 y cuando empezamos la campaña teníamos 450. Y no sólo ha crecido el partido, sino quien lo ha hecho de forma alarmante es la UGT, donde se están haciendo de 90 a 100 fichas diarias. Esto ha sido indudablemente el producto de una buena campaña electoral.
P. y H.—Dado el reparto de fuerzas en el nuevo Parlamento, ¿crees que es posible sacar adelante una Constitución Democrática en las que se reconozcan los derechos de las nacionalidades y regiones del estado?
U.—Yo creo que si todos los partidos y coaliciones son coherentes y responden a lo que han ofrecido, tendremos una Constitución Democrática en pocos meses y tendremos además institucionalización de las autonomías de las nacionalidades y regiones. Y a pesar de que pienso que un sector importante va a traicionar sus promesas electorales, estimo que vamos a tener una Constitución Democrática y vamos a tener autonomías, sobre todo y a muy corto plazo, para Cataluña y Euskadi. Porque hay una realidad que no se puede cambiar en Madrid, y es que en estas dos nacionalidades, la autonomía, globalmente, ha vencido.
P. y H.—¿Crees que la UCD se mantendrá unida de cara a los debates parlamentarios?
U.—La Unión del Centro yo creo que va a pagar las consecuencias de una campaña electoral hecha como si fueran un partido, a menos que acepten lo que Suárez les quiere imponer que es precisamente la creación de ese partido. Las incoherencias van a existir porque incluso a nivel de un mismo partido, no es lo mismo Fernández Ordóñez que Jaime Ignacio del Burgo. Al final y a pesar de todo, yo pienso que su voto va a ser disciplinado y quien va a marcar la política de Centro va a ser Suárez.
P. y H.—¿La UCD en Navarra no presenta quizá un matiz más conservador que sus homónimos en Madrid?
U.—Yo creo que la Unión del Centro ha ganado en Navarra a pesar de sus representantes.
(Punto y Hora, Junio/Julio 1977)
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