EL LIBRO DE ABRISKETA
Publicamos o continuación un fragmento del interesante libro que ha enviado don Francisco de Abrisqueta sobre la presencia de los vascos en Colombia. El fragmento que incluimos hace referencia a la traducción al Euzkadi de "El Otoño del Patriarca" de Gabriel García Márquez que, por su forma, se considera como un texto de complejísima versión a otros idiomas.
En 1982, miembros de la Colonia Vasca auspiciaron la traducción al euzkera de "Crónica de una Muerte Anunciada" de García Márquez, bajo el titulo de Heriotza Iragarritako Baten Kronika".
Se da la particularidad de que en Bogotá existe una de las bibliotecas privadas vascas más extensas, en la cual se guardan actualmente por encima de 9.000 libros, folletos y publicaciones sobre temas vascos. También es valiosa la colección de libros sobre Euzkadi que conserva en la capital de Colombia el abogado gasteiztarra, José Luis de la Lombana.
El gobierno vasco anterior a la constitución de la Comunidad Autónoma actual, tuvo su delegación en Colombia. Por este orden, fueron delegados Francisco de Abrisqueta, Andrés Perea Gallaga y Fernando Irusta. La delegación canalizó, a través del gobierno de Aguirre, valiosos servicios indirectos en la última guerra mundial, que contribuyeron a la custodia de zonas estratégicas del área geográfica del Caribe y del Pacífico colombiano y panameño. A estas labores contribuyó una figura vasca de aventura y leyenda. Luis Gómez Lekube, getxotarra. Su vida de bucanero, de corso del siglo XX ya ha ciado lugar a una biografía en inglés cuya publicación se anuncia para pronto ("A Wanted man El Cojo Gómez in Colombia", by Kay Hummel) El "Cojo Gómez", que cojo era desde que los carabineros colombianos le partieron de un balazo una rodilla, dominó por años las selvas impenetrables del Chocó que separan a Colombia de Panamá. Dominó por la violencia de sus armas, los nudos que desarrollaban sus embarcaciones contrabandistas rápidas ("Euzkadi" iba a llamarse el yate panameño que pilotaba en aguas del Pacífico) y la lealtad de los cholos, los indios cunas, que le creían invulnerable a la metralla. No así de los negros moradores de caseríos costeros. A tres "morenos" los compraron para que ultimaran a Gómez Lekube en un playón de pescadores y lo echaran al mar, el de sus travesías de matute, al mar que lo tragó como a pirata del siglo XVIII en algún ataque a Portobello o Cartagena de Indias.
Porque conocía de a pie la jungla y por lancha las bahías, le llamaron cuando los dos países fronterizos convinieron sus límites entre manglares y ciénagas, y cuando se trató de vigilar el canal panameño de los submarinos alemanes y de las radios japonesas. Trece expedientes judiciales a un lado y otro de la frontera le fueron sobreseídos al Cojo Gómez, el contrabandista sigiloso, querido, temido y odiado, el pirata de las dos costas, la colombiana y la panameña, para que así se aviniera a prestar un servicio dentro de la ley, cuando otro Lekube, su primo, le pidió que ayude a la causa aliada: "Por Euzkadi, lo que me pidas".
En 1942 hizo una visita oficial a Colombia, el presidente José Antonio de Aguirre. Era parte de una larga gira por Sur América que tuvo notable resonancia política. Su presencia constituyó un verdadero acontecimiento que atrajo a lo más selecto de los dirigentes y del estudiantado bogotanos a sus conferencias del Teatro Colón y de la Universidad Nacional. Las autoridades dieron al presídeme vasco altas distinciones protocolarias, entre las que no faltó la invitación en Palacio a la mesa del presidente Alfonso López Pumarejo.
En 1960 visitó la Colonia Vasca el presidente Jesús María Leizaola. Del mismo modo, recibió gran acogida de la colonia y de los medios políticos e intelectuales colombianos.
Desde 1968, Jon Landaburu, magister en Filosofía y doctor en Lingüística por la Sorbona, ha dedicado su actividad al estudio de lenguas indígenas de Colombia. Ya antes, dos religiosos vascos compusieron las gramáticas de la lengua catía de la región chocoana y de varios idiomas de los Llanos Orientales del país. Landaburu, miembro del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia, ha investigado dos lenguas y culturas de dos pueblos indígenas colombianos: el grupo étnico Andoke del Amazonas en la zona cauchera, del que formó una gramática y recopiló textos religiosos-míticos; y el grupo Arhuako de la Sierra Nevada de Santa Marta al noreste del país, para elaborar, igualmente, la gramática de su idioma, el ika. Jon Landaburu, además de regentar cátedras de lingüística en París y Bogotá, entre ellas una de morfología del euzkera, es autor de varias obras sobre lenguas primitivas y mitología colombianas.
La existencia, conservación de su identidad nacional y adaptación a Colombia de la comunidad vasca, dio origen a un extenso y cuidadoso estudio sociológico, académico, de la socióloga americana de Boise, Idaho, Kay Hummel, que bajo el título de "Twentieth Century Basque in Colombia" aparecerá en un futuro próximo en los Estados Unidos.
(Lecturas dominicales, 18 de Septiembre de 1983)
Comentarios