EL PNV ES “BURGUÉS”, ¿SÍ O NO?
Dentro del PNV hay VASCOS PATRIOTAS, de diversos sectores y capas o clases sociales. El PNV sí es un partido interclasista, como todo partido patriótico. No es un partido de una exclusiva clase social. No es un partido burgués ni un partido oligárquico ni un partido obrero. Es un partido VASCO, del PUEBLO vasco.
Puede reprocharse que aunque en el PNV haya gente no burguesa, el partido en sí defiende inevitablemente los intereses de la burguesía vasca; porque las contradicciones o mejor dicho, los antagonismos de clase son insalvables, aunque todos sean patriotas. Esto es lo que dice la teoría marxista clásica.
La contestación a esto tiene varias líneas de desarrollo:
1)A partir del programa socioeconómico del PNV, no puede deducirse que los intereses de los "burgueses" sean los beneficiados. Se ve claramente que son los intereses de los trabajadores los que salen vencedores.
2)"burgueses" y "proletarios" son personas humanas que, aparte de sus diferencias de posición social, tienen cosas e intereses en común, y bastantes. La propaganda de la lucha de clases químicamente pura pretende hacer ver algo así como que "burgueses" y "proletarios" pertenecen a dos razas humanas separadas, sin lazo de unión en absoluto. No se puede comprender cómo si se condena el racismo por contrario a la solidaridad humana, se pretenda ensalzar este "neo-racismo" (el tópico llega a cotas extremas, como aquella frase de que "del burgués no hay que dejar ni el perro"). Recuerda bastante a aquel fanatismo de la quema de herejes y malvados.
3)Los intereses de empresarios y asalariados pueden separarse en el terreno sindical: a los asalariados les corresponde el derecho de sindicación libre, de defensa de sus intereses laborales y económicos, etc. En un sindicato no cabe la convivencia del empresario con el asalariado. Pero en un partido político sí; a no ser que se pretenda hacer de un partido una mera cobertura (de cara al legislativo y al ejecutivo) de un determinado sindicato. Empresarios y asalariados pueden tener intereses políticos comunes, y se unen para defenderlos juntos. Esto es lo que está ocurriendo entre los patriotas vascos, en este proceso de liberación de Euzkadi y de la sociedad vasca. Y no toda la población vasca es asalariados y empresarios.
4)Se habla mucho de "batasuna" o unión de fuerzas abertzales. Esta unión ya existió en su momento, cuando el PNV era el único partido abertzale; de él brotaron las disidencias. Si la "batasuna" va a significar la unión de "burgueses" y de "proletarios" (por seguir empleando este argot), entonces la tesis de la separación e incompatibilidad entre ambos no tiene fundamento. El PNV es ya la batasuna hecha.
5)Todos los viejos partidos de clase (los que predicaban a principios del siglo XX la total separación política de las clases sociales) están practicando hoy una política interclasista, cuando hablan de la unión de obreros, campesinos, profesionales, pequeños y medios empresarios, estudiantes, "sectores progresistas", etc. El líder alemán Willy Brandt dijo recientemente que el socialismo en el siglo XX no tiene nada que hacer si no es aliándose a la pequeña y media burguesía; el modelo neta mente obrerista es del siglo XIX, y hoy no tiene aplicación.
Con todos los respetos, no tiene sentido político hablar de “burguesía” hoy, en el contexto de una política progresista.
Las diferencias resaltadas entre "burguesía" y "proletariado" se siguen realizando hoy en nombre de una mística del proletario puro, de una mística del pobre, de origen decimonónico y que naufragó definitivamente después de la II Guerra Mundial. Únicamente por efecto de la propaganda de las lechas del Tercer Mundo, ha tomado cierta vigencia entre adolescentes y juventud estudiantil. Pero esa no es la situación geopolítica de Euzkadi, sino el contexto europeo.
Hay como un "efecto de pantalla": se proyecta hacia el fin de la Historia, una sociedad perfecta donde todo será igualdad absoluta, sin diferencias de posición social ni contradicciones. En nombre de esa pantalla final, se valoran los hechos y situaciones actuales. Se toma como patrón de valoración esa sociedad futura imaginaria. Pero, ¿qué ocurriría si se demuestra que ese patrón es falso e imposible? Entramos en el problema de la realidad o irrealidad de los mitos.
Ni siquiera en los países que se dicen "comunistas" o "socialistas" (de socialismo estatalista) existe igualdad de posiciones sociales ni políticas. En las fábricas en las escuelas y universidades, en el ejército, etc., existen jefes que mandan con autoridad propia. La vida de los jefes no se diferencia mucho de la de los "burgueses occidentales". Las huelgas están prohibidas, existen también las clases sociales (fuertes y jerarquizadas), los trabajadores corrientes siguen ocupando la última o anteúltima posición social, y el pueblo no puede votar. El mito "antiburgués" se cae.
El PNV es demócrata y autogestionario, desde abajo a arriba. ¿Cómo puede pensarse que si la democracia funciona en su seno, solamente un sector social —la "burguesía"— sea siempre el que se lleve el gato al agua.? Dentro del PNV hay muchos obreros (en muchas poblaciones, los obreros son la mayoría de los afiliados al partido) que, lógicamente, no van a perjudicar sus intereses laborales ni económicos. Ahora bien, intereses obreros no tienen porqué coincidir con la "dictadura del proletariado"; y de hecho no coinciden —los mismos comunistas occidentales, PCE, PCI, PCF, etc, lo reconocen— en tanto que el modelo de "dictadura del proletariado" es un totalitarismo que esclerotiza a la sociedad en general.
Y vayamos a investigar someramente el sentido político actual de "burgués"* La palabra proviene del idioma germano, "bürger" ("ciudadano", urbano), de donde pasó al antiguo francés, "bourgeoise" (habitante del burgo o casco urbano). Los burgueses medievales eran gente de oficios, que ni eran campesinos (ni sometidos a la gleba) ni guerreros o señores feudales. Como tal gente de oficios, era dinámica tanto en el trabajo, en el comercio y en la movilidad social; en contraposición a monjes, guerreros, señores o campesinos, gente estática y conservadora en general. El concepto "burgués" pasó a designar tanto un sector social, como a un estilo de vida. A partir del siglo XIX, la civilización se convierte en urbana y de mayor movilidad social y dinamismo. Por efecto del materialismo histórico, el sentido de "burgués" pasa a ser el de la persona partidaria de la propiedad privada y de la iniciativa económica privada.
Entonces, ahí hay que decantar dos niveles o dos acepciones. Si "burgués" representa querer siempre y ante todo la propiedad e iniciativa privadas, entonces el PNV por supuesto que NO es burgués. El principio que mueve al PNV es el de la SUBSIDIARIEDAD, incluso trasladable a escala personal (lo que puede hacer una entidad menor no tiene porqué hacerlo una mayor). Y si “burgués” significa querer vivir mejor disfrutando de un área de libertad personal y de derecho a la iniciativa, entonces podría decirse que el PNV fuese burgués; pero entonces ser "burgués" no sería reprochable, sino lo más deseable. Porque para el PNV la libertad es un bien en sí, imprescriptible e irrenunciable.
¿CUÁL ES ANTES PARA EL PNV: LO NACIONAL O LO SOCIAL?
Se admite que en la Euzkadi actual hay dos fuertes problemas —entre otros—, el nacional vasco, y el social (cuestión social). El PNV se declara NACIONALISTA, lo cual no quiere decir —en contra de la calumnia que otros partidos han propagado— que el PNV se inhiba del problema social; ¿cómo podría hacerlo?. José Antonio Aguirre dijo en una ocasión ante las Cortes republicanas en Madrid:
"... Y si por derecha se entiende, en el orden social, oposición a los avances del proletariado, llegando incluso a la transformación absoluta del régimen presente, e incluso hasta donde no veis vosotros en el régimen económico; si por eso se entiende derecha, también somos izquierda".
Problema nacional y problema social en Euzkadi, tal como hoy los conocemos, llegaron juntos en 1876 de la mano de la nueva patria España impuesta por las armas. España trajo el capitalismo actual a Euzkadi, el caciquismo burgués, el proletaria do minero desarraigado y fuertemente explotado, etc., etc. Antes, bajo el régimen foral y representativo vasco, no había esos problemas. V no los hubiera habido probablemente si la soberanía vasca hubiese continuado.
El nacionalismo vasco surgió ante la pérdida de la soberanía vasca (que había traído ambos problemas, como ya se ha dicho). El problema social estaba muy ligado a la falta de soberanía vasca; para los nacionalistas vascos, resolverlo aparte de la reivindicación nacional era absurdo. Ahora bies, políticamente precisaban alcanzar una fuente de poder público vasco, una fuente autónoma, para incidir sobre el arreglo del problema social. Y eso ocurre también hoy.
El PNV pone hincapié en la prioridad (en el tiempo) del problema nacional, porque sabe que primero hay que conseguir un poder político vasco. Una vez con esa autonomía o con esa fuente de poder, se pueden arreglar desde Euzkadi mismo muchas cosas. Y en una lógica autogestionaria, las problemas de casa hay que empezar a resolverlos desde casa y no desde fuera aunque sea preciso a veces ayuda exterior.
Arzallus dijo en su discurso de Anoeta: "¿Autonomía para qué? Autonomía en primer lugar para instaurar un gobierno democrático en consonancia con nuestro propio ser"..."Autonomía para crear un orden socialista", etc.
LA UNIÓN DE FUERZAS ABERTZALES
En 1945 sólo había tres fuerzas abertzales: PNV, ANV y Yagi-Yagi (Euzko Mendigoizale Batza) (ELA-STV no es partido, sino sindicato). El PNV logró unirlas, no sólo a ellas, sino también a todas las fuerzas no-abertzales pero antifranquistas, en el Pacto de Bayona en torno al Gobierno de Euzkadi. Después brotaron fuertes disidencias generacionales en el campo abertzale; hoy día el panorama es agitado y muy poco propicio a la unión, porque todos los nuevos quieren destacarse (acusan al PNV de haberles arrinconado a ellos) y de momento no quieren ceder mucho de sus puntos.
Lógico; de otro modo no hubiesen salido como nuevos partidos. Un pacto o compromiso significarla reconocer al rival y tener que respetarle y ayudarle. Por eso los nuevos partidos (los de KAS, y ESB) son reacios a pactar una batasuna con el PNV; en caso de hacerlo tendrían que dejar de criticarle. Pero aún su complejo de Edipo hacia el Partido es bastante fuerte.
El Partido Nacionalista Vasco habla de crear un organismo o Consejo político de apoyo al Gobierno de Euzkadi en el exilio, más amplio que el Consejo Consultivo Vasco emanado del Pacto de Bayona de 1945. El PNV desea que se forme un "Consejo Nacional Vasco" formado por TODAS las fuerzas políticas que operan en Euzkadi, y que estén dispuestas a apoyar la autonomía vasca. Después, además de ese C.N.V., se formaría otro Pacto o Batasuna entre fuerzas abertzales o no-españolistas (independentistas, o nacionalistas vascas). Este pacto abertzale de Batasuna sería el motor del Consejo Nacional Vasco (en el que están presentes también los sucursalistas). Sería el encargado de rebasar los simples planteamientos autonomistas o regionalistas que, de momento, son un paso necesario).
Este proyecto del PNV choca con el proyecto de BATASUNA. Varias fuerzas abertzales desean solamente un pacto Abertzale, sin el pacto transitorio del C.N.V. con los autonomistas. La idea proviene de la estrategia de Frente de Liberación Nacional Vasca, que ETA adoptó en 1966. Según esto, desean que el PNV rompa voluntariamente con el Pacto de Bayona de 1945, con el Consejo Consultivo Vasco, y hasta disuelva el Gobierno de Euzkadi por inoperante. Y sea sustituido por el FLN Vasco.
Actualmente, la aspiración de un Frente Abertzale (FLN Vasco) que tanto pregonó ETA, parece haberse ahogado. Al crear KAS, en agosto de 1976 ha aceptado también pactar con fuerzas sucursalistas si éstas aceptan una autonomía vasca dentro de España. Con lo cual, volvemos a la misma situación de 1945 pero con unos deseos de protagonismo por parte de KAS. Los únicos que por ahora siguen pregonando el aislamiento total con los sucursalistas, la BATASUNA pura, son ESB.
Las aspiraciones de ESB tienden a que el PNV liquide el Pacto de Bayona, o cuando menos, que expulse al PSOE (el rival político de ESB) del Gobierno de Euzkadi. Pero eso no lo puede hacer el PNV, tiene que seguir fiel a los viejos acuerdos hasta que el Gobierno Vasco sea renovado únicamente por el pueblo vasco en votaciones libres y democráticas. Y en cuanto a disolver voluntariamente al Gobierno Vasco en el exilio, eso sería una estupidez política. Si el Gobierno Vasco fue en 1937 la expresión legitima de la voluntad popular, y si el franquismo fue el usurpador, lógicamente ese Gobierno SIGUE siendo el legitimo (¿desde cuándo el usurpador convierte en legitimas las cosas que no lo son?) mientras el propio pueblo vasco no lo renueve. Si ese Gobierno se disuelve voluntariamente, es que deja al franquismo como dueño del campo: eso supondría reconocer al franquismo como legítimo de DERECHO. Otra cosa es que el franquismo tenga el poder DE HECHO, pero NO de derecho. De acuerdo en que el Gobierno de Euzkadi en el exilio tiene solamente un valor simbólico y no tiene el poder; pero es el legitimo.
Ese Gobierno de Leizaola es la tesis del asunto; su antítesis la constituyen los grupos que le niegan validez. La síntesis no coincidirá ni con la tesis ni con la antítesis; hemos de volver a negar la antítesis. La síntesis es precisamente el Consejo Consultivo Vasco, donde se hallen las actuales fuerzas pro-Leizaola junto con las que ahora no están. Y a su vez, la BATASUNA abertzale iniciaría otra fase.
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