Fuerza es reconocer que, salvo determinadas épocas, no contó con medios adecuados para llenar esos fines. Pero de su seno surgió la obra magnífica, de enseñanza y de asilo a la vejez.
En esta somera exposición cabría aun el reconocimiento de otras fallas, más no empañan estos defectos su gloriosa tradición, su historia noble.
El Centro LAURAK BAT, el Hogar de los Vascos, tiene ya el prestigio de los viejos lares, de nuestras recias casonas.
Su nombre alcanzó allende los mares merecidas resonancias y su prestancia atrae con fuerza prodigiosa a nuestros compatriotas, que añoran el calor del hogar, los lazos fraternos de la sangre.
Reseñar la vida de nuestro Centro sería labor ímproba y de fatigosa lectura. A grandes rasgos pondremos de manifiesto sus principales etapas y la repercusión de su obra.
La primera época del Laurak Bat fué de rápido progreso. Apenas transcurridos cinco años su pujanza le permitió inaugurar la Plaza Euskara, de pelota, en la calle Independencia. En su vasto espacio tenían cabida, además de la cancha, terreno para juego de barra, juegos de bolos, amplio gimnasio y frondosa arboleda. En el jardín fué plantado un retoño del árbol de Gernika, rodeado de una magnífica verja de hierro.
Y por esta Plaza Euskara desfilaron aquella pléyade de pelotaris famosos que produjo nuestra tierra en el final del pasado siglo, en todas sus modalidades; Chiquito de Eibar; Vega; Arizala; Azpeitia; Chico de Estalla; Vergara; Eguía; Elicegui; Múgica; Manco de Villabona; Samperio y tantos otros. En esta Plaza y en sus hermosos parques se dieron brillantes fiestas a las que acudía lo más granado de la Sociedad, no solo vasca, sino del país: las altas autoridades de la República, personalidades del mundo de las letras, de las artes; grandes propietarios, industriales ganaderos, agricultores, etc.
Los cuadros artísticos, corales, dantzaris, eran disputados por los mejores teatros de la ciudad.
Fué esta primera era de nuestro Centro, brillante y envidiada; sus esplendores fueron reflejados en la revista quincenal "Laurak Bat", portavoz del Centro.
Junto con este esplendor, se atendió de modo efectivo y amplió la acción Humanitaria, prodigándose ayudas y auxilios a los compatriotas necesitados, extendiendo su radio al país vasco, socorriendo desgracias y participando pródigamente en cuantas suscripciones se abrían para aliviar calamidades públicas.
Hízose labor vasquista no solo en fiestas, cantos, y bailes, sino también en conferencias y cursillos.
De la Plaza Euskara se irradió a todo el país la afición a la pelota y se multiplicaron las canchas; las parejas de la Plaza Euskara eran llamadas para inaugurar los nuevos frontones y daban jerarquía a los campeonatos que pronto se organizaron.
Nació la modalidad argentina de pelota a paleta y se constituyó la Federación Argentina de Pelota que asediaba a quienes practicaban esta nueva forma y la Asociación de Pelota vasca que mantenía nuestras modalidades de juego; hoy ambas agrupaciones federadas. El Laurak Bat ostenta con orgullo magníficos trofeos nacionales.
Desapareció la Plaza Euskara; viejos intereses en pugna, otras atracciones que producían falta de público; unido a ello especulaciones poco afortunadas, determinaron su cierre y venta. Adquirióse entonces en la calle Belgrano un amplio solar y sobre él se edificó en 1904 el nuevo Centro. Posteriormente, por el ensanche de esta calle, se reeditó inaugurándose la actual sede en 1939.
El actual y hermoso edificio, cuya portada nos recuerda las zonas de Euzkadi, es de elegante y sobria decoración. Consta de planta, dos pisos y, naturalmente, posee una magnífica cancha de pelota. En el patio se venera un retoño del roble de Gernika traído en 1904, en sustitución del que había en la Plaza Euskara que fue trasplantado y se secó al poco tiempo.
También el Laurak Bat trajo otro retoño que fue plantado en 1919 al pie de la estatua de Garay, en la zona céntrica de la ciudad, a un costado de la Casa de Gobierno. Fue rodeado de una verja en la que se colocaron los escudos de los ex Estados vascos. Constantemente han sido entregadas bellotas de nuestro retoño y sobre todo del que fue plantado en Llavallol, a Municipios, clubs y particulares, siendo considerable el número de retoños del roble de la libertad que existen en la República argentina.
El influjo y resonancia de nuestro primer Centro se manifiesta en todos los órdenes y en el interior del país fueron apareciendo sociedades hermanas con el mismo espíritu y patrios fervores. Actualmente se realiza su agrupamiento en la Federación de Entidades Vasco argentinas y los casi treinta Centros que la integran han aceptado la declaración del principio de nuestra nacionalidad. El Laurak Bat ha organizado certámenes, cursos, conferencias; ha organizado coros, grupos folclóricos, clases de idioma vasco. De él surgió el magnífico coro Lagun Onak, orgullo de nuestro medio, que el Laurak Bat subvencionó.
En su sede se dio cabida a la benemérita entidad Euzkaltzalea que, entre otras labores, publicaba bimestralmente un periódico redactado totalmente en euzkera, que se repartía juntamente con el mensuario Euzko Deya. Nuestro Centro subvenciona la publicación euzkérica mencionada.
En 1905 se organizaron las primeras clases e euzkera. Desgraciadamente duraron tan solo dos años. En 1940 se volvió a crear esta enseñanza en el Centro con éxito constante otorgándose una subvención para su subsistencia.
Es poderosa, repetimos, la influencia que irradia del Laurak Bat y así se han creado clases de idioma vasco en Acción Vasca de la Argentina que se desarrollan con creciente entusiasmo y asistencia. Lo mismo podemos decir de los Centros de La Plata, Necochea, Mar del Plata y Rosario donde se imparte esa enseñanza con el mayor éxito.
La Delegación vasca ha tenido en el Centro Laurak Bat un auxiliar valioso. Ha sido siempre el mejor escenario para la difusión de doctrina; para honrar a quienes nos prestaban su ayuda y concurso, para atraer a quienes nos ignoraban.
El LAURAK BAT comparte el prestigio de lo vasco en la Argentina. De este prestigio que nuestro pueblo goza en esta República son claros exponentes los Decretos excepcionales de los Presidentes Ortiz y Castillo, de libre entrada en el País a favor de los vascos. Ningún otro pueblo ha gozado de este privilegio. El Laurak Bat ha mantenido con su limpia historia los valores y predicamentos conquistados por la hombría de bien, por las dotes de trabajo, tenacidad y nobleza de quienes valientemente se adentraron en las pampas y fertilizaron con su sudor esta tierra generosa. Aquellos vascos esforzados nos legaron una herencia espiritual; sobre el LAURAK BAT gravitó este honroso legado que ha procurado acrecentar con orgulloso y patriótico tesón.
Estos valores espirituales nacieron de dos axiomas fundamentales del credo de nuestro pueblo; Del sentido del honor y del amor a la libertad.
Comentarios