No hemos de ser nosotros los que hemos de justipreciar en su verdadero valor la labor médico-asistencial desarrollada por el Gobierno de Euzkadi en el exilio, por haber sido precisamente parte interesada en su organización y desarrollo y, por lo tanto, podríamos caer involuntariamente al hacer su crítica en forma excesivamente favorable, por lo que dejamos esta crítica a cargo del pueblo de Euzkadi que tuvo que compartir con nosotros el exilio y a aquellos técnicos que bajo este punto entienden de estos asuntos. Pero sí creo necesario, por lo menos, relatar someramente, aunque no sea más que enumerarlos, todas aquellas atenciones prestadas y servicios creados y desarrollados, puesto que creo que gran número de exilados los desconocen.
Atenciones a les refugiados llegados al exterior
Una vez abordada la evacuación de Bilbao y comenzar la evacuación de la población civil e infantil a Francia, en principio, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Euzkadi se preocupó de inmediato de las atenciones médico-asistenciales de esta población, tanto en el viaje como en el exilio. Así, pues, se organizaron todas las expediciones, saliendo todas ellas acompañadas por médicos y enfermeras y, una vez llegados a territorio francés, teda esta población evacuada era atendida convenientemente bajo el punto de vista médico y orientada en los aspectos de información a todos los refugiados. Estas atenciones duraron en Francia por espacio de cinco meses, hasta que se evacuaron los últimos supervivientes vascos que vinieron de Asturias. En esta forma fueren .atendidos en ese espacio de tiempo más de 100.000 refugiados que llegaron a Francia en diferentes expediciones, siendo todas las atenciones realizadas en colaboración con las autoridades sanitarias de Francia.
En la misma forma fueron realizadas las expediciones que salieron para Inglaterra (colonias infantiles, más de 4.000 niños). En estas expediciones de Inglaterra quedaron allí con los niños sus médicos, enfermeras, maestras, etcétera, y aún hay allí restos de las mismas.
En la misma forma que a Inglaterra fueren organizadas las dos expediciones de niños que fueron a Rusia —por voluntad expresa de sus padres—, una desde Bilbao y otra desde Francia.
Las expediciones de niñas que fueron a Bélgica fueren organizadas desde suelo francés, una de ellas por las entidades católicas de Bélgica (emplazamiento familiar) y otra por las organizaciones obreras de dicho país (emplazamiento de colonias infantiles). Ambas fueron acompañadas también por enfermeras y por maestras, que permanecieren con ellas hasta que se repatriaron.
Como también gran parte de la población refugiada que llegó a Francia se fué a Cataluña, y allí el Gobierno de Euzkadi tan pronto le permitieron los medios que disponía, organizó un Departamento de Sanidad, desarrollando en el mismo la organización sanitaria de colonias infantiles, hospitales, sanatorios, etc.
Como toda la población, o en su mayor parte, estaba dispersada en multitud de refugios o residencias de Francia y no habiendo un conocimiento exacto de las condiciones sanitarias, económicas y sociales de esta población vasca que vivía en Francia, el Departamento de Sanidad organizó dos Comisiones, compuesta cada una de ellas por un médico y dos enfermeras, para que visitaran y atendieran en todo lo posible a toda esta población extendida por Francia, como hemos dicho antes. Esta visita, que duró más de dos meses, fué muy fructífera porque, además de las atenciones prestadas, se tuvo un censo aproximado de esta población, con conocimiento casi exacto de la vida y el medio social en el que se desenvolvían. De todas estas actuaciones hubo sus informes correspondientes y que fueron de inestimable valer para éí planeamiento de la labor desarrollada posteriormente.
Inmediatamente que el representante del Departamento de Sanidad llegó a Francia, una de las primeras cosas de que se preocupó fué la de la asistencia médica a nuestra población y, por lo tanto, hizo gestiones cerca de los sindicatos médicos franceses de los Bajos Pirineos, Gironde y de París para que se autorizara a los médicos vascos que iban llegando a Francia para que asistieran a nuestros refugiados. Se hizo esta gestión en los citados departamentos franceses por estar en ellos la casi totalidad de nuestra población refugiada. La respuesta de los sindicatos médicos fué inmediata y favorable, y esta actitud de estos organismos médicos franceses fué la base de nuestra actuación posterior en Francia.
Sanatorio de Gorlitz
En vísperas de la caída de Bilbao, y en dos expediciones marítimas, llegaron a Francia todos los niños enfermos del Sanatorio de Gorlitz, en número de cerca de 400, con todo su personal médico enfermeras, personal religioso y capellán. En un principio éstos fueren instalados en el balneario de Saint-Cristau, Pirineo francés, y, una vez llevadas a cabo las gestiones necesarias, fueron trasladados a lugar más propio para ellos, a un sanatorio alquilado por nosotros en Berk-Plage, región de renombre universal para esta clase de enfermos. Aquí, en Berk-PIage, estuvieron atendidos dichos niños con médicos nuestros, personal de enfermeras nuestras y también educados por nuestras maestras, hasta que muchos curaron y otros fueren repatriados cuando fueron reclamados por sus familiares.
Asistencia a los heridos y mutilados de Euzkadi
En les primeros días de la segunda quincena del mes de agosto de 1937. desde Santander, vino una expedición de heridos y mutilados vascos, que pasaron de 400, siendo instalados cómodamente en Saint-Cristau, y anunciada como estaba el envío de otras varias expediciones, se alquiló el hotel de "La Roseraie", de Ilbatrritz, qua todos conocen, y en espacio de pocos días se instaló en el mismo un hospital para los heridos y mutilados de guerra vascos, con una capacidad para cuatrocientos, aproximadamente, y, aunque modestamente instalado, se le equipó con todo lo necesario para la función quirúrgica reparadora que debía desarrollar y que la cumplió con creces. Este hospital estivo atendido íntegramente por médicos, enfermeras y todo el personal vasco.
Después vinieron de Santander, pero en expediciones no organizadas, multitud de heridos y mutilados vascos, que fueron albergándose en La Roseraie. (No vinieron estas expediciones organizadas por la caída de Santander.) Después fuéronse trayendo a este hospital todos aquellos heridos que necesitaban atenciones quirúrgicas que se hallaban en Saint-Cristau y en algunos hospitales franceses, y más tarde les que venían de Barcelona y del frente de Jaca.
Luego de la evacuación de Cataluña, se trajeron también de los campos de concentración los heridos y mutilados vascos que en aquéllos se encentraban.
En la mism.a Roseraie se instaló un taller ortopédico para la confección de aparatos a todos aquellos que lo necesitaban, estando este servicio bajo la dirección de un médico ortopédico.
Como los heridos, una vez curadas sus lesiones, quedaban gran parte de ellos con una inutilidad permanente y, por lo tanto, eran gente que debía rehabilitársela para la vida civil,, se instalaron en el mismo centro de La Roseraie escuelas y talleres de reeducación, los cuales tuvieron gran éxito, ya que la mayor parte de los mutilados se reeducó en su antigua profesión con la incapacidad permanente, llegando a su rendimiento normal, y otros se reeducaron en una nueva profesión, con rendimientos admirables.
No queremos dar estadísticas sobre estas atenciones porque pecaríamos de imprecisos, pero fueron cerca de 2.000 los atendidos en este hospital.
En lo referente a mutilados de guerra debemos hacer resaltar que como residencias de mutilados fueron organizadas dos: una en Souston (Landes), con capacidad de cerca 200, y otra en Chateau d'Ilbarritz, con capacidad para 400; en ambas se inició la instalación de talleres de reeducación cuando fueron entregados a fines de 1939 a la Asociación de Mutilados.
Atenciones a la población refugiada en Francia
Pasados los primeros meses de exilio en Francia y viendo que la población refugiada iba necesitando atención médica organizada, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Euzkadi estructuró y puso en marcha servicios médicos a la población refugiada vasca en la siguiente forma:
Refugios residencias y colonias infantiles todas ellas tuvieron una asistencia médico - farmacéutica completa, con personal tanto de médicos como de enfermeras vascas con muy especial cuidado las colonias infantiles.
En las poblaciones donde había un núcleo de refugiados que ameritaban un servicio médico, éste fué organizado, en consultorio y a domicilio, cumplimentado esto por servicio farmacéutico.
En esta forma estaban trabajando en Francia 39 médicos vascos atendiendo a sus compatriotas enfermos.
Como el exilio en Francia se iba prolongando y las necesidades de nuestros compatriotas cada vez eran mayores, hubo que organizar un servicio médico-quirúrgico de hospitalización y de maternidad para toda la población refugiada. Estos servicios consistieron en su doble aspecto de consultorios y de hospitalización en las siguientes ramas: medicina general, cirugía general, partos y ginecología, nariz, garganta y oídos, ojos, dermatología, dentistería y laboratorio.
Este servicio, que comenzó en los primeros meses del año 1938 y terminó los primeros días del mes de junio de 1940 —con el derrumbamiento de Francia—, todos conocen perfectamente los grandes servicios prestados, todos ellos en La Roseraie, nombre éste que quedará en la memoria de muchos para el resto de su vida por haber recibido allí asistencia, y otros como lugar de nacimiento para los innumerables niños que allí vieron por primera vez la luz de este mundo.
En este aspecto también de tipo asistencial-médico a la población refugiada debe señalarse a los dos sanatorios antituberculosos instalados en la pequeña población de Cambo, llamados "Osasuna" y "Antxuberroa”, que entre ambos tenían una capacidad para 95 enfermos tuberculosos y que entre les de la población refugiada y de gudaris sacados de los campos de concentración estuvieron completos hasta la caída de Francia. En estos dos centros, que estuvieron atendidos por médicos y enfermeras vascos, encontraron curación de sus dolencias gran número de compatriotas y su casi totalidad obtuvo mejoría y alivio a las dolencias de esta traidora enfermedad.
Campos de concentración
Después de la evacuación de Cataluña, el Departamento de Sanidad se preocupó grandemente en cuanto a la salud de los acogidos en los campos de concentración. Desde el primer momento se visitaron todos los campos del Este de Francia, atendiéndoles a los que los necesitaban con medicamentos, asistencia médica y alimentos especiales. Al mismo tiempo se hacía un censo de todos los vascos alojados en dichos campos, y, un vez creado el campo de Gurs, se concentraron en éste más de 5.000 vascos. Inmediatamente de organizado este campo, y meses antes de que el Gobierno francés organizara el servicio médico oficial del mismo, el Departamento de Sanidad de Euzkadi organizó los suyos con cuatro médicos, enfermeros, etc., instalando camas en las enfermerías respectivas, suministrándoles todo el material de medicamentos necesarios para les tratamientos de las enfermedades más comunes. Como dato curioso se debe decir que se envió a Gurs 1.000 kilos de pomada Helmerich para el tratamiento de la sarna, pues esta enfermedad afectaba a la casi totalidad de los albergados. Así también se suministraron medicamentos y otra clase de material sanitario. Nuestro servicio médico de estos campos es el que hacía las propuestas de evacuar heridos y enfermos a nuestros centros de La Roseraie y sanatorios de Cambó.
Esta es, a grandes rasgos, la labor sanitaria asistencial desarrollada por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Euzkadi en el exilio. Muchos sacrificios tuvo que realizar el Gobierno para ello, pero nunca escatimó nada que pudiera ser útil a su pueblo; por eso estuvo todas estas instituciones, que tan gran servicio prestaban.
Creemos, pues que se debe rendir un homenaje póstumo a los dos titulares del Departamento de Sanidad del Gobierno de Euzkadi: Dr. Alfredo Espinosa Oribe y Eliodoro de la Torre Larrinaga (goyan bego), ambos fallecidos, el primero asesinado por los franquistas en Vitoria y el segundo fallecido este año en Bayona después de una larga enfermedad y cumpliendo hasta el último momento con las labores de su cargo. Ambos, dignos representantes de su pueblo: de Euzkadi.
Por: Koldo de Umaran
Comentarios