Hoy "Alderdi Eguna" o día del Partido, Manuel de Irujo cumple su 86 aniversario. Su rostro, su cabello es el de un anciano venerable, pero sus ojos, su voz, sus manos, son los de un luchador, Al hablar, sus dedos se extienden como sarmientos, o se cierran como argollas. Irujo sigue de pie, como un roble: Ni el franquismo, ni el exilio han podido doblegarle. Navarro y vasco, o vasco y navarro que tanto monta, hoy es un ejemplo viviente para todos los abertzales. Felicidades don Manuel, y enhorabuena por el homenaje que su partido le dispensará en las laderas de Aralar.
—DEIA.: Don Manuel ¿podría resumirnos los momentos más interesantes de sus 86 años de vida?
—MANUEL DE IRUJO: Mire usted, mi padre era el abogado y amigo de Arana Goiri. Yo era el mocete al que acariciaba. Arana Goiri era soltero y txiquero. Yo viví en su casa, y toda su figura está llena para mí de recuerdos e ilusión. Ilusión más grande si cabe, ahora que acabo de cumplir los 86 años. Otra fase importante, en mi vida fue Bilbao, desde los 16 a los 22 años. Fui en esa época, músico, txistulari, pianista, y hasta un poco organista.
Tocaba en los actos religiosos, porque no había otro en la parroquia. No hablaba mucho, francamente no tenía mucha afición a hablar. Pero interviene en el batzoki de Deusto, y en todas las actividades patrióticas. La tercera época empezó cuando me establecí como abogado en Navarra. En aquella etapa (aparte de las cosas de índole personal: me casé y me quedé viudo al año, tuve una hija, y desde entonces, no me he vuelto a casar) fui elegido Diputado Foral de Navarra. Cargo que estimo y que recuerdo con horror. Soy el único ex diputado Foral de Navarra elegido por sufragio universal con vida. Recuerdo mis intervenciones en la Diputación Foral de Navarra, mis gestiones en los problemas que entonces tenía Navarra. Recuerdo que yo formulé la petición de la creación de las Cajas de Ahorro de Navarra, formulé la petición de supresión de las tarifas diferenciales entre Guipúzcoa y Navarra, fue el que gestó —con el presidente— la vuelta a Navarra del Hospital de Barañain que se había cedido a la Cruz Roja por los funcionarios anteriores-, fui el que consiguió la devolución a Navarra de los Montes de Urbasa, Andía y Aezca, tuve muchas intervenciones, y algunas de ellas importantes, entre las que he citado. Luego fui elegido diputado por Guipúzcoa. Entre los años 1933 y 1936 intervine en todos los problemas, que se plantearon entonces. Vino la guerra y tomé parte muy activa. Recibí el ofrecimiento de hacerme ministro de la República, lo rechazé mientras la República no nos diera el estatuto. Se gestionaron las fórmulas que yo propuse. Como consecuencia de todo aquello fue aprobado el estatuto de primero de octubre de 1936. Fui nombrado entonces ministro el 25 de setiembre de 1936. Después he sido consejero-letrado del Gobierno vasco, hasta ahora. Durante la desaparición del presidente Aguirre, cuando Inglaterra creía que los alemanes iban a entrar en el Estado español en la Gran Guerra, constituimos un Consejo Nacional todas las delegaciones del Gobierno vasco, presididas por mí como presidente del grupo parlamentario vasco, con el fin de poder pactar con el Gobierno inglés y francés para constituir—como constituimos— una unidad militar vasca dentro de las fuerzas francesas libres, con el fin de que si tenía que ocupar nuestro país lo hiciera una fuerza que llevara la bandera vasca. Los acontecimientos no se produjeron así, porque Hitler no avanzó hacia España y porque el Gobierno español puso como condición para tolerar a los británicos la disolución de la unidad militar vasca. Y el Gobierno británico lo impuso a De Gaulle, y De Gaulle la disolvió. Después de eso, he sido elegido senador, y aquí me tiene usted a su disposición. Me parece que he contestado a su pregunta.
Un sopapo monumental
—D.: ¿Cuándo y por qué entró usted en el PNV?
—M.I: Pues mire usted, si me pregunta la fecha exacta, no lo sé. Sí recuerdo que en el Colegio de Orduña, el padre Oráa me dio un sopapo monumental porque el día de Reyes, con motivo de la elección del rey de la fiesta del pueblo, me negué a tocar la marcha real con mi corneta, en la banda. Para entonces yo ya tenía el espíritu de dentro. Eso debió ser cuando yo estaba en sexto de bachillerato. Posteriormente, en Bilbao, mientras estudiaba la carrera, recibí otras bofetadas políticas. Las primeras que recuerdo que fueron en la calle San Francisco. Curiosamente las recibí de manos socialistas, hoy tan amigos nuestros. En aquellos tiempos no éramos tan amigos. Algunos de ellos eran muy estatalistas, y el "gora euzkadi" pronunciado por nosotros lo consideraban como un desafío. Las disputas terminaban en la calle San Francisco o Cortes a bofetadas. Tenía yo entonces 19 ó 20 años.
Navarra cuna vasca
—D.: ¿Porqué entró en el PNV y no en otro partido?
—M.I.: Porque yo soy navarro, con toda mi alma. Una de las razones fundamentales de ser vasco es ser navarro. Ser navarro es ser vascón, y ser vascón es, durante toda la historia, mantener la vida vasca. La vida vasca no nació en el Cantábrico. Eso se ve en los textos de los historiadores romanos y griegos, los vascones estaban en el Pirineo y en el Ebro. El ducado de Vasconia estaba en Aquitania
¿Qué yo no quiero la libre autodeterminación de Euzkadi, con su idioma al que quiero como la niña de mis ojos, con su cultura? Claro que sí. Pero ya no se puede concebir Euzkadi sin integrarla en una Europa sin fronteras.
No a las pistolas
—D.: Se acusa al PNV de partido burgués, ¿qué opina de ello?
—I: Es verdad que no es un partido que dice que viva la revolución social. Es verdad que no es un partido que dice: ¡viva las pistolas!. Es verdad que no es partido que dice que va a ir a Madrid a tiro limpio. Es verdad que no predica, como José Antonio Primo de Rivera, la dialéctica de las pistolas. Le digo a usted eso porque hay abertzales en Euzkadi que dicen y practican esa ideología. Nosotros, el PNV, tenemos a gala ser demócratas, y no queremos imponer la libertad al país, queremos respetar el criterio de la mayoría, por eso, en el estatuto caminamos conjuntamente con diversas fuerzas históricas, mayoritarias del país, porque creemos que ese es el modo de no imponer una ley a la mayoría, sino de que el país acepte por mayoría esa ley. Esta ley es social y política. ¿Seguir este camino es ser partido burgués? evidentemente, no.
Las caras de la y autonomía
—D.: ¿Su opinión sobre la Euzkadi actual. Concretamente sobre el tema de la amnistía y la autonomía?
—-I.: La amnistía tiene buena cara, pero todavía el Gobierno no se ha expresado satisfactoriamente. La. autonomía no tiene tan buena cara, porque hay un grupo que es la mayoría de la representación parlamentaria de Navarra, que es opuesta a la integración en la autonomía vasca. Es partidaria de la autonomía navarra, pero de una Navarra aislada. Y nosotros pensamos que Navarra tiene el derecho y el deber de formar parte de un estatuto común, sin que Navarra pierda sus peculiaridades, pierda sus derechos, pierda su personalidad, como tampoco los perderán ni Vizcaya, ni Guipúzcoa, ni Álava.
—D.: ¿Su opinión sobre el Gobierno vasco?
—I.: El Gobierno Vasco cumple su deber. Y está esperando a que le dejen entrar en condiciones correctas para que tenga continuidad la autonomía vasca iniciada en 1936.
—D.: ¿Qué le dice el nombre de Sabino Arana?
—I: Fue el hombre que dio forma a las inquietudes de tipo vasco que existían ya. Estas inquietudes eran palpables en grupos y partidos anteriores existentes en Vizcaya, Álava y Guipúzcoa. Y sobre todo Navarra.
—D.. ¿José Antonio Aguirre?
—I. Era un hombre de una personalidad extraordinaria, que representó un gran papel y que contribuyó poderosamente al entendimiento y unidad entre las fuerzas vascas.
—-D.: ¿Su opinión sobre Manuel de Irujo?
—I: Manuel de Irujo es un viejo al que deberían dejar en casa tranquilo y no llevarlo de una parte para otra, porque ya no puede ni con la piel
La piel de un viejo león que sigue en la lucha con la entereza y fuerza de un joven cachorro.
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