A los dos años de haber muerto su autor, don Ángel Allende Salazar y Muñoz de Salazar, hijo de los condes de Montefuerte, se publicó en Madrid, en 1887, una de las obras más notables sobre Euskalerria, titulada «Biblioteca del bascófilo», que constituye la primera bibliografía compuesta con carácter general sobre el País Vasco, la cual fue premiada por la Biblioteca Nacional de España en el concurso convocado en 1877, e impresa diez años después, en Madrid, a expensas del Estado, en la imprenta y fundición de Manuel Tello, impresor de Cámara de S. M. en un grueso volumen de 488 págs. en cuarto mayor.
Al cumplirse en 1985 el primer centenario de la muerte -prematura muerte, a los 30 años de su vida- del insigne político y escritor vizcaíno Ángel Allende Salazar y Muñoz de Salazar (Luno, 1855 y Madrid, 8 de marzo de 1885), publicamos una síntesis biográfica del mismo, desde su nacimiento en la anteiglesia de Luno, cuando todavía no se había anexionado a Guernica, hasta su inesperado fallecimiento en Madrid, donde ejercía sus profesiones de abogado, archivero-bibliotecario y diputado a Cortes por la villa foral, pasando por sus estudios de bachillerato en el Instituto de Bilbao y la doble licenciatura y doctorado que hizo en la Universidad Central, en Derecho y Filosofía y Letras, ganando las oposiciones al cuerpo de archiveros, bibliotecarios y anticuarios y desempeñando la docencia en la Escuela Superior de Diplomática, amén de la actividad parlamentaria que desempeñó en las Cortes y en la Real Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, de la que fue secretario, primero, y luego, vicepresidente.
De tan polifacética personalidad, nos interesa hoy subrayar, en razón al libro que vamos a comentar y que se publicó dos años después de su muerte, la profesión de archivero-bibliotecario que ejerció, una vez ganadas las oposiciones pertinentes que le convirtieron en miembro del cuerpo de archiveros-bibliotecarios y anticuarios de España, adquiriendo la categoría de «oficial de la sección de archivos» en dicho Cuerpo, del que era jefe, por entonces, el famoso dramaturgo don Antonio García Gutiérrez (muerto en 1884, un año antes que Allende Salazar) el cual no pasó como funcionario de tercera categoría, siendo o haciendo el número 37 del escalafón nacional de archiveros. Allende Salazar debió de estar destinado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, cuya jefatura ostentó, por esta época, don Francisco González de Vera, el cual sería, por consiguiente, el jefe de nuestro personaje, inclinado más bien a la bibliografía, puesto que, de esta rama, nos dejó un magnífico catálogo, referido al País Vasco, y en cambio, nada conocido sobre archivología, a excepción de un artículo sobre abreviaturas.
La obra premiada
La Biblioteca Nacional de España convocó el siglo pasado una serie de concursos nacionales con el fin de fomentar la confección de catálogos y elencos de tipo monográfico, bien referentes a la historia de la imprenta e impresos españoles, como a temas de índole regional y de diversas materias o autores. De esta forma, en el concurso abierto por dicha institución en 1877, fue premiada la obra presentada por Ángel Allende Salazar, cuando éste contaba 22 años, al filo de sus licenciaturas y doctorados universitarios y puede que cuando preparaba sus oposiciones al cuerpo de archiveros y bibliotecarios. Esta obra premiada ocupaba, manuscrita, seis gruesos tomos, resumidos en uno sólo, de amplio formato y casi medio millar de páginas, cuando se imprimió, diez años después de la concesión del premio y dos, de la muerte de su autor, del que ha quedado como su obra más importante, puesto que la temprana muerte del mismo, a los 30 años, no le permitió escribir otro libro, aunque si una serie de notables trabajos menores, publicados en varias revistas de su tiempo, durante la década de los ochenta, del siglo pasado.
«Laurac-bat»
El título de «Laurac-bat» acompaña al de Biblioteca del Bascófilo, que es el general de la obra premiada, la cual lleva, además, el subtítulo de «Ensayo general de un catálogo general sistemático y crítico de las obras referentes a las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra», que justifica el primero de «Cuatro en una», puesto que para Allende Salazar, en la bibliografía vasca, no pueda quedar excluida la temática navarra.
Más de medio centenar de páginas introductorias emplea el autor para explicar lo que entiende por bibliografía, concepto para él más amplio que el de bibliografía, ya que aquélla estudia el libro bajo todos sus aspectos, tanto como producción científica como obra artística y actividad industriosa; es decir, en su doble vertiente, intrínseca y extrínseca, que es lo que Allende Salazar hace en su catálogo dedicado a los libros referentes a la lengua y pueblo vasco, cuyas referencias nadie había recopilado antes que él de forma general.
Dos mil títulos
Las fichas que elaboró y reunió en su «biblioteca» vascófila Allende Salazar fueron exactamente 2.027, empezando por el folleto titulado «A las Cortes», impreso en Bilbao en 1872, que el autor tiene a la vista en la propia biblioteca familiar y acabando por la referencia al libro que cita el «Dictionnaire biographique-bibliographique» de Edouard-Marie Oettinger, sobre «Zumalacarregui et l'Espagne», impreso en Nancy en 1835. Es decir, que se trata de lo que hoy denominaríamos un catálogo-diccionario de títulos o encabezamientos de libros «referentes al pueblo y al país bascongado», tal y como afirma el autor.
Para salvar este criterio un tanto elemental y discutible de sistematización que elige Allende Salazar, ofrece, por delante, un índice de materias por orden alfabético y otro de autores por apellidos que van desde el maestro Pedro Abarca, hasta Jerónimo Zurita, expresando el número de la ficha del catálogo-diccionario de títulos, convertida en ficha principal.
Metodología
Allende Salazar explica la metodología elegida para sistematizar su catálogo que es la siguiente: en primer lugar agrupa los números de las fichas referentes a lo que él llama «parte general» donde reúne las obras que estudian, en conjunto, el País Vasco (expresión que Allende Salazar no emplea sino la de «país bascongado»); luego, se ocupa en clasificar los libros de la «parte especial» en diversas secciones tales como las relativas a cada territorio; sección dedicada a obras de temática económica; científico-artística; lingüística; legislación; históricas; genealógicas; biográficas, etc.
Las fuentes de donde toma Allende Salazar la información bibliográfica son, por un lado, las bibliotecas generales y particulares, y por otro, las referencias de otros autores. En cuanto a las bibliotecas, indica algunas de carácter privado que le han sido abiertas como las del señor Loizaga, en Guernica; del señor Manteli, en Vitoria y la de la propia familia Allende Salazar, en Madrid. A cada ficha que se presta a ello, hace el catalogador, un comentario crítico-descriptivo de suma utilidad, aunque todos los libros reseñados en este repertorio, fechado en 1877 y publicado en 1887, están recogidos y multiplicados en los más recientes de la Eusko-Bibliografía.
Manuel Basas
(El Correo, 6 de diciembre, 1987)
Comentarios