El viernes día ocho a las seis de la tarde, se recibía un comunicado del Gobierno francés, prohibiendo la celebración del acto que, en homenaje al Gobierno Vasco en la persona de su actual presidente D. Jesús M. de Leizaola, iba a tener lugar el domingo día 10 en Donibane Lohitzune (San Juan de Luz).
Semanas de preparativos se venían abajo, y el Gobierno Vasco, se vio en necesidad de decidir entre la celebración del homenaje con las consecuencias previsibles, o el acatamiento de la orden.
En una reunión celebrada el sábado 9 por la mañana, el Gobierno decidía optar por el acatamiento de la orden y atrasar el homenaje a una fecha aún no determinada. Nos comentaba Leizaola que sería difícil de encontrar un momento más propicio.
Ante esta situación se citó a la prensa para el sábado a la tarde.
En el viejo, pero simpático, edificio de la Delegación del Gobierno Vasco en Bayona, nos encontramos con su representación debajo de dos ikurriñas y los retratos de Agirre y Leizaola.
Por parte del Gobierno, el Presidente Leizaola, Mikel Isasi (PNV), Gonzalo Nardiz (ANV), Pérez Carranza (IR) e Iglesias (PSOE).
El Presidente, Leizaola, hizo una pequeña introducción indicando que «estamos acostumbrados a este tipo de prohibiciones y acataremos la orden», ya que «es un momento en el que es preciso dejar lo accesorio para defender lo fundamental».
Más tarde dijo que «no se ha pedido permiso al Gobierno pero se ha organizado el acto, el domingo, por la necesidad que sentimos de dar explicaciones al pueblo». «No se trata de un debate público sino de una comunicación con el pueblo».
Al explicar la actuación del Gobierno Vasco, en estos años de exilio, dijo que «hemos mantenido infinidad de contactos con la intención de ampliar el trabajo del Consejo Delegado en el Interior».
A la vez, dejó constancia de la necesidad de la unión de las fuerzas vascas.
Manifestó también que aquel acto tenía como finalidad «explicar el por qué del Gobierno Vasco en la actualidad y circunstancias del paso de la Guerra a la paz».
Recalcó cuatro puntos que formaban parte del discurso que había preparado para el día del homenaje:
1.- Establecer la convivencia entre las fuerzas vascas.
2.- Encontrar una vía para la paz, por el camino de la amnistía y del cese del derramamiento de sangre.
3 - La libertad.
4.- La Patria Vasca.
Después contestó a los informadores que llenaban la sala.
¿A qué atribuye usted la prohibición?. Y contestó:
«La excusa que ha adelantado el diario Sud-Ouest parte del hecho de que ETA mantiene campos de entrenamiento en territorio francés lo que ha provocado dificultades diplomáticas».
Sin embargo había fundadas razones para pensar que el Gobierno Español había intervenido directamente en la no celebración del acto.
Al ser preguntado por la unión de las fuerzas vascas, el Sr. Leizaola contestó que el Gobierno había aprobado la formación de un Consejo Nacional. Según él, éste Consejo iba más despacio de lo esperado, pero se tiene la esperanza de que llegue a buen fin.
El Sr. Iglesias, miembro del PSOE, intervino para recalcar que la mesa de conversaciones estaba formada por el PNV, ANV, PSOE y PCE y que, naturalmente, no se podía considerar como un ente cerrado ya que podrían entrar todas las fuerzas que aceptaran las directrices marcadas por ellos. Se refirió, asimismo, a los problemas que había habido, indicando que hablaba especialmente de la cuestión de Nafarroa, en el sentido de si entraba o no en el período constituyente.
Preguntado sobre si la libertad de Euskadi implicaba un status determinado, federal o de otro tipo, Leizaola respondió que no se había concretado nada a este respecto y que la cuestión variaría según la época en la que se plantease.
Respecto a su vuelta a territorio español, manifestó que era el Pueblo el que tenía que decidir a través de sus representantes.
Se mostró muy optimista de cara a las elecciones ya que dijo que «en estos momentos, los partidos del Gobierno de Euskadi, además de algún otro que pudiera entrar, podrían obtener más del 90% de los votos».
Terminó diciendo que pensaba que la posición de Tarradellas, es decir el plantear la negociación con la monarquía directamente, sin pasar por el intermediario de la oposición española podría ser positiva en Catalunya, pero que no era válida para el País Vasco.
Con ésto y algunos datos más, fruto de la erudición del Sr. Leizaola, acababa la rueda de prensa.
Al día siguiente, una misa en Baiona sustituiría al prohibido homenaje.
(Garaia – Octubre de 1976)
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