A.S.E. Angelo-Joseph Roncalli
Arzobispo de Mesembrie
Nuncio de Su Santidad Sede Apostólica
PARÍS
Excelencia:
Guardo la mejor impresión de la audiencia que V.E. se dignó concederme anteayer.
Mi visita no tuvo otro objetivo que renovar relaciones con la representación de la Santa Sede Apostólica, relaciones que se han mantenido hasta el pasado mes de Junio en Washington a través de la intermediación de S.E. Monseñor CICOGNANI, Delegado Apostólico de la Santa Sede en U.S.A.
Como le he manifestado en persona, me gustaría solicitar a Vd. de transmitir a S.E. el Secretario de Estado de la Santa Sede, mis disculpas por mi largo silencio motivado por mi viaje y el de mi familia de Nueva York a París, así como por la reorganización de nuestros servicios, trasladados en su mayor parte durante estos últimos meses, de América a Europa.
El extenso informe que tengo el honor de adjuntar a esta carta, cubre una época de movimientos cuyo conocimiento puede ser de interés para la Santa Sede.
Al mismo tiempo ruego a V.E. haga que mi informe sea enviado al Vaticano lo antes posible, porque cualquier retraso en su transmisión corre el riesgo de privarlo de actualidad.
Me gustaría recordarle la amable atención de V.E. que por razones políticas y otras relativas al movimiento democrático-cristiano, planeo hacer un viaje a Roma hacia el final del mes en curso.
No es mi intención de crear dificultades en el Vaticano, pero creo que una conversación personal con S.E. Secretario de Estado, y posiblemente una entrevista con el Santo Padre sería de gran utilidad en las actuales circunstancias y para las que vendrán. Por supuesto, todo ello, en la forma que considere más conveniente.
Dejo todo en manos de la Santa Sede pero quisiera, si fuera prudente, una indicación que pudiera orientarme antes de mi viaje, ya listo, con el objeto de preparar lo mejor posible todos los documentos que pudieran ser de interés para el Vaticano.
Una vez más debo dar testimonio de la representación de la Santa Sede, esta vez felizmente encarnada por V.E. mi agradecimiento por la bienvenida que se me acaba de brindar.
Muy respetuosamente,
Jose Antonio de Aguirre
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