Viernes 5 de marzo de 2021
La tiranía bolivariana de Nicolás Maduro ha comenzado las hostilidades diplomáticas contra la Unión Europea.
La caída de Donald Trump creó un espejismo voluntarista en la cabeza de Rodríguez Zapatero. El ex presidente español, que nunca ha entendido los EE.UU., pensó que era la gran ocasión para provocar el giro internacional respecto del régimen de Caracas.
La farsa de las últimas elecciones fraudulentas en Venezuela, en diciembre de 2020, dieron el pistoletazo de salida y José Borrell comenzó a mover los hilos comunitarios con la finalidad de flexibilizar la postura de la U.E. y sus estados miembros frente a la dictadura venezolana.
Borrell empezó por retirar a Juan Guaidó el reconocimiento diplomático de Presidente Interino de Venezuela, e intentó forzar declaraciones de los estados miembros de la U.E. en ese mismo sentido. Se trataba con ello de debilitar y dividir a la oposición venezolana y jugar la baza que Rodríguez Zapatero habría planteado a Pedro Sánchez y al propio Borrell:
Sin Trump en la Casa Blanca, había que intentar un acercamiento a Maduro para negociar otra convocatoria electoral, levantar las sancioneseconómicas norteamericanas, paralizar las listas de «sancionados» por la U.E. e iniciar una apariencia de apertura del régimen. El Alto Comisionado le pediría a Maduro la convocatoria de unas elecciones presidenciales, y el tirano ofrecería en su lugarla convocatoria de unas elecciones regionales a cambio de garantizarse la permanencia en el poder hasta 2025. A partir de ese momento, escenificarían los siguientes pasos, con Zapatero como gran muñidor del cambio.
Al parecer, según fuentes de la oposición al régimen, Nicolás Maduro habría garantizado a José Luis Rodríguez Zapatero, a cambio de ese nueva posición de España y de la U.E., que los más de 10.000 millones de dólares que Venezuela adeuda a importantes compañías españolas serían priorizados frente a los pagos a las demás compañías multinacionales, y comenzarían a desbloquearse desde el mismo momento en que se levantaran las sanciones.
Rodríguez Zapatero habría obtenido el visto bueno de Pedro Sánchez para promover ante Borrell dicha operación. Si las grandes del IBEX lograban cobrar, el apoyo de las grandes compañías españolas al actual gobierno de Pedro Sánchez estaba garantizado.
José Borrell comenzó entonces a moverse en las cancillerías. El Reino Unido, que detectó la operación, se adelantó a los movimientos del Alto Representante y Boris Johnson declaró públicamente su incondicional apoyo a Juan Guaidó como Presidente Interino.
La estrategia diseñada por Maduro y Zapateroconsistía en encontrar a través de la U.E. una tercera vía que fuera conduciendo a la nueva Administración Biden hacia un cambio de posición respecto de Venezuela.
En el tablero de juego había otra operación: sustituir a Juan Guaidó por Henrique Capriles, que tendría sus propios intereses económicos y estaría dispuesto a dividir a la oposición y a encabezar una opción «colaboracionista», como en la Francia de 1940.
Tras el Reino Unido salió, ya en el seno de la U.E., Ángela Merkel para neutralizar la maniobra. Con cara de pocos amigos, hizo equilibrios para defender a Juan Guaidó y no desautorizar a Borrell, pero el malestar en las cancillerías europeas ya era evidente. Borrell había ido demasiado lejos. También Macrontuvo que salir a recordar la ilegitimidad democrática del régimen bolivariano, y respaldó claramente a la oposición reunida en torno a Guaidó. Poco a poco los demás estados miembros siguieron esa misma línea y la estrategia Zapatero-Borrell se fue cayendo como un castillo de naipes.
Luego, el fiasco del propio Borrell con su viaje a Rusia y los desplantes de Putin dejaron a ex ministro español y Alto Representante al pie de los caballos en el U.E. Nadie confiaba ya en sus capacidades.
Simultáneamente, la Administración norteamericana dejaba claro que su posición con respecto de las sanciones al régimen era poco menos que inalterable.
Las botaratadas del régimen venezolano no se hicieron esperar: La diputada chavista Iris Varela, extremadamente cercana a Maduro, irrumpió de pronto en los medios con unas esposas en la mano: «Yo soy autoridad de esta República, éstas esposas son para ponérselas a Guaidó».
De manera inmediata, la Administración norteamericana reiteró su reconocimiento de Juan Guaidó como Presidente Encargado de Venezuela, frente a la tibia posición de Borrell.
La imagen de la furiosa chavista con las esposas en la mano anunciando la detención de Juan Guaidó terminó por inclinar las voluntades dudosas de algunas democracias occidentales. EE.UU, salió públicamente a proteger al Presidente Guidó frente a las amenazas de Maduro, y el resto de la comunidad internacional comenzó a salir en defensa de la oposición democrática: Alemania, Francia, Italia, el Reino de Marruecos.
Alguien filtró a la prensa internacional que el chavismo había gastado desde 2015 nada menos de 70 millones de dólares en lobbies demócratas para presionar a la Administración norteamericana. La filtración, que dejaba al descubierto las turbias maniobras y relaciones de la tiranía chavista con un sector del partido demócrata, imposibilitó cualquier cambio de posición por parte de Joe Biden.
Mientras, los informes sobre las violaciones de derechos humanos en el país seguían produciéndose en un régimen incapaz de salir de la espiral de la tiranía. Desde Amnistía Internacional a Human Watch Rights o a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, todos los observadores no gubernamentales internacionales han denunciado crímenes atroces que hacen insostenible cualquier acuerdo con Nicolás Maduro. Aún resuenan los ecos del escalofriante informe que Michelle Bachelet elevó a las Naciones Unidas, o el Informe de la O.EA. Venezuela es en este momento el país más pobre del continente americano y el segundo más desigual (por detrás está solo Haiti). Crisis humanitaria, crisis migratoria, crisis de subsistencia, crisis de gran corrupción, crisis de presos políticos, de desapariciones, de torturas y de violaciones de derechos humanos.
Con motivo de la visita de Borrell a Moscú, The Economist llegó a tildar de «hipocresía europea» tenerle como Alto Representante de la U.E. Evidentemente, el papelón de Borrell en Rusia fue la guinda de todos sus desaguisados, entre los que el caso de Venezuela ocupa un lugar muy especial. Leopoldo López habló de una «equidistancia repugnante».
En ese contexto, el embajador de los EE.UU. en Colombia -un país considerado por los norteamericanos como crítico y capital para la resolución del desastre venezolano- se refirió a la cúpula chavista como «narcoterroristas».
El pasado 23 de febrero el Diario Oficial de la U.E. publicó un Reglamento de Ejecución con una lista de 19 personas o entidades afines al régimen y a los que se aplican sanciones y «restricciones» por su complicidad con la vulneración de derechos humanos y contra la democracia.
La lista, que se une a la ya publicada en 2017, implicaba un nuevo cambio de posición de Borrell o, si se quiere, una rectificación, presionado, sin duda, por los estados miembros y los propios norteamericanos.
En concreto, las sanciones implican la congelación de activos y la prohibición de viajepara los alcanzados. Afecta entre otros al comandante de policía Remigio Ceballos; al gobernador del estado de Zulia, Omar José Prieto; la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Indira Alfonzo, y dos diputados de la Asamblea Nacional. Con esto, asciende a 55 el número de venezolanos que son objeto de sanciones de la UE. La lista incluye a la vicepresidenta Delcy Rodríguez y a Diosdado Cabello, número dos del dictador Maduro.
El documento publicado por el Diario oficial de la U.E. hace referencia además al carácter antidemocrático de las falsarias elecciones de diciembre de 2020, celebradas sin las mínimas garantías
Lo importante del documento es además lo que no dice, porque omite la referencia con la que Borrell llegó a retirar la consideración política y diplomática de Presidente Encargado a Juan Guaidó.
Dicha publicación, que además se realizaba a instancias del mismísimo Borrell, fue interpretada como un nuevo cambio de posición del amigo de Zapatero. Si los EE.UU, el Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y otros importantes estados europeos habían salido en defensa de Guaidó mientras los bolivarianos hacían pública una «cacería con esposas» contra él, al Alto Representante no le quedaba más opción que, como dice el refrán español, «donde dije digo, digo Diego» y volver a la ortodoxia internacional.
El Departamento de Estado de los EE.UU., que habría instado la rectificación de Borrell, dio de inmediato la bienvenida oficial a dichas sanciones. Ned Price, su portavoz escribió en su cuenta de Twitter: «Damos la bienvenida a las sanciones anunciadas en el día de hoy por la U.E. a los miembros del régimen de Maduro involucrados en ataques a la democracia o a la violación de derechos humanos. Es un mensaje claro, poderoso y concreto de que el mundo está unido en la llamada a Venezuela a retornar a la democracia».
El miércoles 24 de febrero Maduro ve fracasar su plan y da, fuera de sí, una respuesta desproporcionada contra dichas sanciones. Expulsa a la embajadora de la U.E. en Venezuela, Isabel Brilhante y le da 72 horas para abandonar el país. Con la expulsión, comienza una escalada.
El jueves 25, el Consejo de la U.E. declara persona non grata a la embajadora de Maduro ante la U.E., Claudia Salerno. Nuevamente, la Administración norteamericana salió a respaldar a Juan Guaidó a través de la subsecretaria adjunta para asuntos del Hemisferio Oeste del Departamento de Estado norteamericano. “El régimen de Maduro ha removido a una persona que ha defendido la democracia y los derechos humanos del pueblo venezlano. Esta acción sólo aísla más al régimen”.
James Story, embajador para la Oficina Externa de Estados Unidos en Venezuela, declaró: «Lamentamos que la embajadora de la UE se encuentre entre las 6 millones de personas expulsadas de Venezuela por el régimen. Las decisiones soberanas de no hacer negocios con quienes cometen abusos contra los derechos humanos o socavan las instituciones democráticas, siguen siendo una herramienta importante para restaurar la democracia».
El portavoz del Departamento de estado de los EE.UU., Ned Price, ha vuelto a ratificar el compromiso del gobierno norteamericano de para ejercer toda la presión para que Maduro salga del poder: «Es un dictador, un corrupto responsable del sufrimiento de su pueblo».
Ahora, España, a la desesperada, envía a la ministra González Laya a visitar la frontera de Venezuela con Colombia para interesarse por el drama humanitario que padece parte la diáspora venezolana, que cruzó la frontera huyendo de la persecución, el terror y la hambruna chavistas. Son solo parte de los 6 millones de venezolanos en el exilio.
Los turbios enredos de Zapatero han vuelto a fracasar, pero esta vez han metido a la U.E. en un auténtico lío y han dejado a España a los pies de los caballos. De Borrell ya nadie habla bien en el concierto internacional.
rebeliónenlagranja.com
La monarquía, un "regalito" del franquismo....
Publicado por: Sony | 03/06/2021 en 01:31 p.m.
Los Borbones en España, no solamente entraron de manos del régimen anterior dictatorial ilegal, sino que son los garantes máximos de que la democracia no pueda avanzar más que hasta cierto punto y de esta forma se vaya quedando desfasada y de baja calidad.
Publicado por: Sony | 03/06/2021 en 09:11 p.m.
Respecto a lo ocurrido entre Lavrov y Borrell..., solo es un ejemplo más de que aquello que decían "que no había ningún problema entre ser catalán, español y europeo" es un cuento..., cuando los intereses de Europa y España no coinciden, esta gente apuesta por España (tenga o no tenga razón..., como en el caso catalán, que no la tiene), no apuesta por Europa y la lastra y arrastra, lo que "no hay ningún problema es en ser vasco o catalán y europeo", a menos que Europa se cree esos problemas a si misma expulsándote de su interior y tomando parte por España por ser el más fuerte, aunque esté en bancarrota... (tenga o no razón España, como es este caso que no la tiene con Cataluña), en un tema milenario que a ella no le afectaba (como si eres o no parte de España...), ella verá lo que hace respecto a los problemas que le está causando España, pues ni quiere, ni sabe resolver sus problemas internos, aunque esto dañe a Europa, tal y como está ocurriendo, Europa sabrá o no, pero es cosa suya.
Publicado por: Sony | 03/06/2021 en 09:31 p.m.
En 3 años..., Leonor de Borbón es mayor de edad..., puede heredar la corona, casarse, tener un hijo, etc., no es necesario que sea tan rápido..., pero "solo" en 3 años..., esto es posible, y ya hay recambio (respecto a los errores de Felipe VI, es lo que han hecho con Juan Carlos I) y recambio del recambio..., ¡y tira para adelante, así 1.000 años o más...! (la institución intocable y sus miembros levemente...).
Publicado por: Sony | 03/07/2021 en 01:17 a.m.
El Parlamento Europeo retira la inmunidad a Carles Puigdemont | España | EL PAÍS
https://elpais.com/espana/2021-03-09/el-parlamento-europeo-retira-la-inmunidad-a-puigdemont.html
Ahora queda el tema judicial (belga y europeo), pero este tipo de decisiones como decían algunos, 1. abren la posibilidad de que por otros problemas políticos (más que legales), en el futuro se apliquen medidas similares a otros europarlamentarios (recordar que se pudo haber parado al fascismo en España y como Europa no hizo mucho, luego tuvo que pararlo en Europa, no se aprende del pasado y las cosas nunca salen gratis), 2. Restan peso democrático a Europa en el mundo (Rusia y otros les seguirán siempre diciendo "preocúpate primero de lo tuyo, antes de decirme nada a mí", como ya ha ocurrido), y 3. supone el desapego de más europeos ante una Europa que apuesta por resolver los problemas políticos por medio de policía y tribunales (y esto hecho además por un parlamento caro, que pinta muy poco tanto interna como externamente de Europa, ¿qué hubieran pensado los británicos sino se hubieran ido, por medio de un referéndum, con lo que ellos tienen en Escocia?), ahora solo falta que los tribunales belgas y los europeos fallen en contra de España, esperemos no tengan los tribunales europeos ningún magistrado español..., pues en España la justicia siempre está supeditada a las "cuestiones de estado", que terminan siendo la forma en que a un determinado grupo le conviene sea el estado.
Publicado por: Sony | 03/09/2021 en 11:43 a.m.
Lo malo de Europa (CE) es que su baremo democrático, se basa en el baremo democrático del menos democrático de sus miembros y no en los de los más democráticos o consolidados (por ejemplo países nórdicos, Benelux, etc.).
Publicado por: Sony | 03/10/2021 en 12:45 a.m.
CUESTIÓN DE JUSTICIA
José Luis Rodríguez Zapatero
A este conspicuo caballero hace ya mucho tiempo que los opositores a la narco-dictadura de Maduro le dejaron con el culo al aire, en lo relativo a su idoneidad como colaborador imparcial en la solución negociada a la crisis que atenaza a Venezuela.
Sus declaraciones paniaguadas permanentes en defensa del régimen, lo inhabilitaron como mediador o facilitador de cosa alguna. Este caradura es más falso que un billete de 15 de madera.
Su argumento de que Maduro sigue en el poder, y ello demuestra el error de la estrategia para el logro del cambio democrático en Venezuela, es de tal cinismo, de tal bajeza moral que raya con el delito. Hay que tener la cara bien dura, para declararse demócrata y al mismo tiempo colaborar de forma rastrera con un tirano asesino y corrupto de pies a cabeza.
El hecho de demoler hasta los cimientos un país potencialmente tan rico, que es lo que precisamente ha hecho el chavismo-madurismo que tanto defiende el Sr. Zapatero es en sí mismo un crimen imperdonable.
Y me pregunto:
¿No seria legal, acertado y procedente en estos tiempos social-comunistas de “justicia popular” (tan al uso), retirarle al Sr. Zapatero, por contradictorio, los privilegios de ser un expresidente "supuestamente democrático", mientras trabaja al servicio de un tirano bananero que roba a mansalva, tortura sin freno, mata a capricho y condena a la miseria a todo un país?
Lorenzo Solozabal Ugarte
Publicado por: Lorenzo Solozabal Ugarte | 03/10/2021 en 06:44 p.m.