Otra explicación es que los chilenos están viviendo bajo un estrés cada vez mayor, porque el mundo estable en que vivían se ha desmoronado.
Antes, había una cierta solidez en las estructuras sociales: uno era empleado de una industria, era miembro de un sindicato, y miembro de un partido por toda la vida", señala Arriagada. "Esas afiliaciones ya no existen". "Vivimos en una suerte de vacío... La gente ya no cree en las instituciones. Lo que hay es una tremenda desorientación ciudadana", continuó.
Andrés Oppenh"eimer (El Universal, 3 de Mayo, 1998)
Comentarios