Martes 31 de agosto de 2021
Es una mala noticia para Europa que la canciller alemana, Ángela Merkel, no se vuelva a presentar a las elecciones del próximo 26 de septiembre en Alemania. Seguramente las hubiera vuelto a ganar, aunque en el horizonte y con la crisis afgana de fondo, la extrema derecha “Alternativa para Alemania” jugará sus bazas.
Lo que pasa en Alemania nos interesa. Debilitar Europa es la peor noticia que nos pueden dar en estos años tan turbulentos. Merkel tiene el respeto de sus adversarios y un nivel de estima como ningún otro político con tanto tiempo en el poder. Se ha extendido la sensación de que tras Merkel todo será más difícil. La fortaleza de la Canciller reside en la meticulosidad analítica con que se prepara sea la crisis del euro, la de los refugiados, cómo afrontar en su día a Donald Trump en la Casa Blanca o como documentarse ante un factor desconocido como la Covid19. Sin lugar a dudas la salida de Afganistán la hubiera hecho de la mejor forma para todos.
Merkel es hija de un pastor protestante y una mujer de principios. Lo ha demostrado con los refugiados y no callándose en defensa de los derechos humanos ni ante el secretario general del PC chino. Hace poco, y en la presentación en Berlín de Armin Laschet, candidato de la CDU/CSU, su partido, dijo que le conocía desde 1994. ”He visto a Armin Laschet durante todos estos años como una persona y un político para el que la C de cristiano del nombre de nuestro partido no es una letra cualquiera, sino la brújula en todo lo que ha hecho”. Está bien, pero Laschet no es Merkel y es el candidato socialista quien está haciendo suyo el legado de la Canciller.
No veo a ningún político vasco ni español tener tan claro eso de la brújula cristiana y enorgullecerse de ello, salvo a Urkullu. Ahora todo es nihilismo, pragmatismo, ideología de todo a cien, hablar de Dios Salve a América mientras se vanagloria Biden de haberse cargado gentes del Estado Islámico, eso sí, con la mano en el pecho. Y está bien la legítima defensa pero no la ostentación ante tanto horror. Solo recordar que mientras Casado pacta con la extrema derecha, Merkel se ha caracterizado por no hacerlo nunca con los neo nazis y si alguien lo hace lo combate y lo denuncia.
No sé quién ganará el 26, pero a Merkel se la echará de menos.
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