(José Antonio Agirre Lehendakari 30/6/1937, hace 85 años)
José Manuel Bujanda Arizmendi
No es la primera vez ni será la última en la que me dirija a mis lectores y lectoras sobre este mismo tema, sobre esta misma cuestión. Palabras pronunciadas en tiempos crueles y difíciles, reflexiones proféticas salidas desde lo más profundo de los sentimientos más íntimos. Sí, vale la pena reiterar en ello. Sï. Son palabras de un hombre de acción proactiva, un valiente inasequible al desaliento, vital, pragmático pero profundamente honesto, coherente y fiel a sus principios. Una abertzale, un Jeltzale, un nacionalista vasco de pies a la cabeza, un miembro de EAJ-PNV dispuesto a dar la vida por lo que el consideraba una causa justa. Un ejemplo a seguir y jamás olvidar. Vale la pena reiterar en su vida y en su obra. Un honor. “El territorio habrá sido conquistado, el alma del Pueblo Vasco, no; no lo será jamás”, eso es lo que manifestó un 30 de junio de hace 85 años José Antonio Agirre primer Lehendakari de Euskadi. Sí, un año antes, hace casi 86 años, un 6 de octubre de 1936 en el que las fuerzas del Ejército Vasco organizado a contra reloj y formado por miles de voluntarios gudaris y milicianos atacaban posiciones fascistas en Elgoíbar, el presidente de la República Manuel Azaña firmaba en Madrid el Decreto por el cual se promulgaba el Estatuto de Autonomía de Euskadi aprobado por unanimidad en la sesión de las Cortes españolas el 1 de octubre, sesión en la que el aún diputado por Bizkaia José Antonio Agirre que una semana más tarde sería nombrado primer Lehendakari de Euskadi pronunció un histórico discurso, palabras que, como en todas las ocasiones en las que daba a entender sus querencias, constituyen la columna vertebral de la democracia, del autogobierno de Euskadi y del humanismo en el que se basa la doctrina nacionalista vasca del PNV. Histórico discurso sí. Vale la pena repetirlo, vale bien la pena releerlo una y otra vez. Sus palabras lo dicen todo. Todo.