Miércoles 27 de julio de 2022
Este martes, como todos los años y con antelación, se celebra la festividad de Iñaki Deuna, patrón de Bizkaia junto a Valentín de Berriotxoa. No sé si durante el franquismo se celebró pero recuerdo la primera en 1979, tras las elecciones municipales y a Juntas Generales y llegar José María Makua y el PNV a la Diputación. Y recuerdo como el P. José Ramón Scheifler celebraba una misa en la pequeña capilla existente en la antesala del Salón de plenos. Constato que lo único que ha cambiado ha sido que ahora no se celebra la misa aunque el formato del acto sigue siendo el mismo al que siempre le acompaña un día de calor que hace del acto una visita a la sauna. Este año, con menor intensidad.
Llegué cuando me dijeron, subí por la majestuosa escalera y, en el salón del trono me puse al lado de la ventana. Y recordé como el Parlamento Vasco celebró sus primeras sesiones en esta casa y el lugar en ese salón donde me pasé la noche con Eneko Landaburu al entrar los obreros de Nervacero y no permitirnos salir. Y abrimos la ventana. En Madrid nos poníamos en el lugar en el que los camareros salían con los canapés. Todo el edificio del palacio foral se inauguró el 31 de julio de 1900, es un edificio exento, de planta rectangular, de aspecto sólido y considerado una de las cumbres del eclecticismo en Bizkaia. Sabino Arana lo conoció y las primeras sesiones del gobierno vasco del 36 se hicieron en uno de los salones. Es pues un edificio magnífico cargado de historia.
Me gustó que el acto comenzara con la música del himno nacional vasco aprobado en nuestro parlamento en abril de 1983 y es por tanto ley. No lo es ni el Agur Jaunak, ni el Gernikako Arbola, ni la canción de Mikel Laboa. Por eso me llamó la atención que con toda sonoridad se pusiera el himno porque además estaba el Lehendakari. Este país iconoclasta debería respetar más las decisiones democráticas y andar por el mundo con menos complejos. Bien por la Dipu.
Aurresku y palabras del Diputado General Unai Rementería en clave positiva y de médico de familia. En el pasado ha habido discursos que han levantado ampollas pero no son tiempos de abrir trincheras sino de tratar de remar en la misma dirección y Rementería pidió hacerlo. Acertó en el mensaje. Bajé con él las escaleras cuando acompañaba al Lehendakari a la salida tras el acto y me dijo que me había visto al lado de la ventana. ”Si -le dije- me puse ahí en previsión del calorón y ha sido una buena decisión pues me ha parecido incluso corta tu intervención”. Se rio. A Adolfo Suárez cuando le dieron el premio Euzkadi en 1984 dijo que era peligroso ante un micrófono ya que le gustaba más que a un tonto una tiza. Por cierto, recuerdo la comida oficial en 1980 que le dio Makua, sin estar presente, poco antes de dimitir y en medio de un boicot de ayuntamientos ante el bloqueo estatutario.
En corrillos hablé con algunas gentes sobre todo de la inquietante y peligrosa situación antisistema de la cúpula de ELA y del funcionariado vasco. ”La tragedia de este país es el acuerdo que Juan Ramón Guevara hizo con Ramón Jauregui pactando una ley de la Función Pública abusiva“. Otro, comentó, una constante. ”Cuando se negocian sus condiciones de trabajo se ha llegado a la perversión en las dos partes de la mesa hay funcionarios que defienden a muerte su parcela, unos porque son funcionarios y otros porque siendo “la patronal” y son funcionarios cualquier aumento les beneficia y como saben que algún día volverán a su puesto de trabajo, son una mantequilla negociadora. Y eso no puede ser”. Lo decía desde la experiencia y tras haber montado la Hacienda de Bizkaia y desde su experiencia de antiguo consejero del gobierno Ardanza.
El acto anual suele estar bien pero creo que está muy encorsetado y los diputados siempre están muy almidonados. Parecían que estaban en una boda. Y les veo a los actuales con poca proyección pública de equipo. Solo salen en los medios cuando hay un conflicto por lo que sea. Y no digamos en Donostia donde no se si todo el ayuntamiento se resume en el alcalde porque al parecer ningún concejal existe. No invento nada. Mi familia donostiarra me lo dice. Y eso no está bien.
Del acto me quedo con lo dicho por Rementería.”Hemos hecho mucho y vamos a hacer más. La única palabra que nos preocupa es la palabra cumplida. Estamos bien, si, pero es un bien precavido. Las situaciones cambian y todo es posible. Nadie hubiera imaginado ni una pandemia ni una guerra. Y ahí están”.
La operación secreta de relaciones públicas que tuvo lugar hace 30 años para negar el cambio climático (y cuyas consecuencias estamos pagando) - BBC News Mundo
https://www.bbc.com/mundo/noticias-62292769
Publicado por: Sony | 07/27/2022 en 05:49 p.m.